Hannah y sus hermanas (1986) me ha
parecido, después de casi cuarenta años sin haberla visto, una película notable
de Woody Allen. En gran parte, es la misma película que hizo antes y haría
después, retratando una serie de personas de mediana edad con problemas
sentimentales, relaciones de ida y vuelta además de, en el caso del personaje
de Allen, dudas existenciales. Pero es notable porque consigue aunar muchos
aciertos en la película.
La parte de comedia es la que
le corresponde sobre todo al personaje de Allen. Su hipocondría da lugar a
situaciones divertidas y también sus dudas acerca de cómo enfrentarse a la
muerte y a la posible existencia de Dios, cosa que provoca un intento frustrado
de conversión al catolicismo y una conversación en Central Park con los Hare
Krishna que no le sirve de mucho.
La parte más seria de la
película, aunque siempre en un tono de comedia ligera, cuenta con un puñado de
grandes actores: Mia Farrow como Hannah, siendo sus hermanas Dianne Wiest y
Barbara Hershey; mientras que en el reparto masculino está Michael Caine como
marido de Farrow, Max Von Sydow como novio de Hershey y el propio Allen como
primer marido de Farrow.
Con estos actores se consiguen
grandes escenas, siendo especialmente remarcable el personaje de Hershey y las
escenas que tiene tanto con su cuñado Caine con el que inicia una furtiva y apasionada
relación, como con su novio Von Sydow con el que, dada la diferencia de edad y
perfil intelectual de él siendo pintor, tiene una relación más bien de maestro
y discípula.
Un Allen que estaba en buena
forma.
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