miércoles, 8 de mayo de 2024

CREADORES DE IMÁGENES

 

Creadores de imágenes es una pieza teatral que Bergman adaptó para la televisión en el año 2000. Sin duda, tenía que ser una obra que personalmente le interesaba mucho. El argumento es un encuentro entre el director Victor Sjostrom por el que sentía devoción y con el que rodó a finales de los cincuenta Fresas salvajes, su director de fotografía Julius Jaenzon, la escritora Selma Lagerlof y la actriz Tora Teje.

Se encuentran para ver una primera copia de La carreta fantasma, dirigida por Sjostrom, fotografiada por Jaenzon con las innovadoras transparencias y basada en una novela de Lagerlof, que obtuvo el premio Nobel en 1909. Así, a lo largo del telefilm, aparecen algunas de las escenas del clásico rodado en 1921.

 Son unos 100 minutos muy densos que tienen lugar durante un par de días y en un único decorado. Hay diferentes relaciones entre los personajes, todas muy intensas y con diálogos muy trabajados. Por un lado, la relación entre Sjostrom y Lagerlof presidida por la desconfianza de la adaptación cinematográfica de la novela escrita por ella que sirve para establecer la distinción entre cine y literatura. Por otro lado, la relación entre Lagerlof y Tora, dos mujeres de generaciones diferentes que empiezan discrepando, pero luego buscan puntos de encuentro sincerándose sobre sus relaciones y contando la novelista como su padre era parecido al protagonista alcohólico de La carreta fantasma y tenía con él una relación amor-odio. A su vez, Sjostrom mantiene una relación extramatrimonial con Teje, debatiéndose el director entre la culpa de un amor que no puede ser viable frente a la atracción que siente por Teje, la cual es también pretendida sin éxito por Jaenzon en una relación que ella limita a una amistad.

 En el último plano, la desconfianza de Lagerlof cede y se pone en pie, aproximándose a la pantalla y tocando la figura de Sjostrom en la misma, reconociendo una aproximación a su padre a través del filme.

 Interesante, sobre todo como complemento de La carreta fantasma.      

lunes, 6 de mayo de 2024

LA MISA HA TERMINADO

 

 

La misa ha terminado es una película de un Nani Moretti que, con la barba rasurada durante la película, tiene un aspecto bastante jovial, aunque ya tenía 33 años en el año del rodaje (1988) y algunas películas en su haber pues su primer largometraje es de 1976 cuando rueda Io sono un autarchico, que no he visto pero el título me gusta.

Moretti es un joven sacerdote que ejerce su ministerio en una isla del sur de Italia y vemos como, en la primera escena, oficia una boda. Tras el enlace, Moretti vuelve a su Roma natal donde viven sus padres, hermana y amigos para ocuparse de una parroquia que ha quedado desocupada porque el anterior titular colgó los hábitos, se casó y ahora vive al lado con su mujer y su hijo. Resulta curioso que la madre de Moretti es la actriz Margarita Lozano, la matriarca de los Baxter en Por un puñado de dólares.

En contacto con la gente más cercana, empezará a ver que el mundo que conocía se desmorona. Su padre le es infiel a su madre y quiere irse a vivir con una mujer mucho más joven y tener un hijo, su hermana se ha quedado embarazada y pretende abortar, un amigo se halla detenido por pertenencia a organización terrorista, otro amigo vive encerrado en casa sin querer salir de la misma, … Un cúmulo de situaciones que llevarán al joven sacerdote a dudar de su vocación y de la utilidad de su ministerio, concluyendo la película, de manera circular, con otra boda en la que se reúnen todos los personajes de la película, menos la madre que ha fallecido, y Moretti dice que la misa ha terminado; y algo más que una misa ha finalizado para el personaje.

Es una película de situaciones bastante dramáticas, pero Moretti lo cuenta a su manera, introduciendo dosis de humor, en ocasiones absurdo como el juicio al presunto terrorista que da lugar a un enfrentamiento entre el sacerdote y el juez; y con la música de Franco Battiato en alguna escena para relajar la tensión del filme.

Buena película. 

QUE DIOS NOS PERDONE

 

Recupero en BTV una película de Rodrigo Sorogoyen, titulada Que Dios nos perdone, protagonizada por Antonio De la Torre, Roberto Alamo y Luis Zahera. Se trata de una buena película policíaca, que mantiene un buen ritmo y un interés en la trama a pesar de superar en poco las dos horas de metraje.

Se trata de dos policías trabajando en unos casos en que hay un psicópata que se dedica a violar y asesinar ancianas. Mientras uno de los policías (Alfaro) es un ser violento e irascible, que ya ha sido expedientado por haberse peleado con otros compañeros del cuerpo, el otro (Velarde) es un hombre apocado, con traumas de la infancia que han ocasionado que tenga tartamudez al hablar. En la primera hora de la película, avanzan las investigaciones a medida que se descubren los crímenes del psicópata y se explica la vida de los protagonistas. Mientras Alfaro tiene una familia, mujer e hijos, y descubrirá como ella le es infiel; Velarde es una persona solitaria y encerrada en sí misma. También aparecen como personajes secundarios otros policías del cuerpo, compañeros de los protagonistas que cerraron apresuradamente y con poca profesionalidad el primer asesinato del psicópata; y los mandos que parecen poco eficientes y que actúan con desidia.

En un momento dado, se revela al espectador quién es el asesino y se trata de un joven treintañero, con traumas desde la niñez según explica un párroco con el que preparó la primera comunión y que ejerce una venganza contra su madre asesinando a mujeres también ancianas tras agredirlas sexualmente.

La película crea una buena atmosfera al identificar a los policías con el psicópata. Si el asesino arrastra traumas y es una persona violenta, también los policías comparten estas características, uno el ser alguien traumatizado y el otro utilizar de manera bastante incontrolada la violencia. Así, también Velarde podría ser capaz de cometer un crimen por culpa de sus traumas, como está a punto de violar a la mujer de la limpieza con la queda un día en su casa; y a Alfaro se le podría ir la mano en uno de sus arranques de cólera.

Rodada en gran parte en las calles más céntricas de Madrid, las que están situadas cerca de la Puerta del Sol, Sorogoyen imprime una cercanía y viveza a la acción con esas localizaciones, ayudado por una buena interpretación de los principales protagonistas para conseguir una película con buen ritmo. Aunque el suspense en cuanto a quién es el asesino lo interrumpe el propio guion de la película, al revelar su identidad se enriquece la trama por las similitudes entre policías y asesino.

El epílogo me ha desconcertado un poco pero luego he pensado que era un buen final. El psicópata había logrado huir de Madrid tras matar a Alfaro. Entonces la acción se traslada a tres años después en un poblado rural de Cantabria. No sabemos nada de cómo han ido a parar allí los personajes, salvo que el asesino vive una existencia normal teniendo un empleo y Velarde aparece de manera diferente, sin afeitarse, vestido informal cuando toda la película ha ido en traje y sin vehículo. Un último ajuste de cuentas acerca definitivamente dos personajes tan parecidos, psicópata uno, policía el otro.

 

sábado, 4 de mayo de 2024

EL ASESINO DE MUÑECAS

 

El asesino de muñecas (1974), dirigida por Michael Skaife (alias de Miguel Madrid) es una película atípica y transgresora incluso dentro del género de fantaterror español al que pertenece. Antes de presentarla en la 2, dicen que es una película poco sólida, pero con momentos visuales potentes e ideal para echar unas risas.

Realmente, la película está mal planificada, peor rodada, pésimamente interpretada y con una banda sonora de Alfonso Santisteban bastante molesta de escuchar. Y, sin embargo, mantiene un clima malsano imprescindible en el cine fantástico, así como algunas ideas que dan cierta entidad a la película. Su director es un personaje con un bagaje oscuro consistente en una película anterior de terror titulada Necrophagus y una erótica a finales de los 70, Bacanal en directo.

Por imposición de la censura, se simula que la acción de la película transcurre en Toulusse. Es un primer dato surrealista dado que los exteriores son inequívocamente barceloneses y gran parte de la película está rodada en el Parc Güell, mientras que también hay escenas rodadas en el Teatre Grec de Montjuich y la cascada del Parc de la Ciutadella.

Es la historia de un psycho killer. El protagonista se llama Paul (David Rocha), tiene unos 20 años y vive traumatizado porque su madre, que perdió a una hija, le obligaba a jugar con muñecas y vestirse como niña intentando suplantarlo por su hermana. Ya crecido, y con el fracaso de no poder aprobar los exámenes para ser cirujano, vuelve a casa. Sus padres son jardineros de una gran casa y se van de vacaciones dejando las labores de jardinería a cargo de su hijo. Mientras Paul, disfrazado con una cara de muñeca, va cometiendo crímenes a cuenta de las parejas o grupos de jóvenes que se acercan a los jardines de la casa, es seducido con poco éxito por la señora de la casa (Helga Line) e inicia una relación la hija de ésta, Audrey (Inma de Santis).

Paul es una persona torturada, traumatizada y con problemas de identificación de género (hay un niño vecino con el que se insinúa una pederastia) que se pasa desnudo gran parte de la película en una interpretación absolutamente pasada de rosca por parte de Rocha, mezclando amaneramiento y delirios varios. Su locura criminal ni siquiera se detendrá al tener una relación con la angelical y virginal Audrey; hará con ella sus prácticas de cirujano, extrayéndole el corazón y depositándolo en la nevera. En sus enloquecidas alucinaciones, aparecerá al final de la película su hermana fallecida que es quien le impulsaba a cometer los crímenes.

Con influencias del giallo y elementos del gore, lo más remarcable es su desquiciante ritmo, así como la ambientación con las numerosas muñecas colgadas del techo que tiene el protagonista en su habitación y crean una atmosfera inquietante. Esto, junto con los deméritos de la película que son muchos, pero incluso acaban jugando a su favor, acaban creando un extraño clima espeluznante y una película que no deja indiferente. 

viernes, 3 de mayo de 2024

SIEMPRE NOS QUEDARÁ MAÑANA

 

Llega a España un éxito de taquilla del cine italiano: Siempre nos quedará mañana, dirigida e interpretada por Paola Corterllesi y con su marido, Valerio Mastandrea, como protagonista masculino.

Rodada en blanco y negro, la acción se sitúa en Roma en 1946 y acaba el 2 de junio de ese año, con las primeras elecciones democráticas en varias décadas para elegir Parlamento y definir la forma de Estado, además de ser los primeros comicios en que pudieron votar las mujeres en el país transalpino.

Se trata de una historia de una familia, un matrimonio de mediana edad, con una hija cercana a los 20 años, dos niños de 10 o 12 años y el padre del marido. En la primera escena, justo al despertarse, y sin que venga a cuento, el marido le pega un bofetón a su mujer. Eso marca el tono de la película en cuanto a que explica la absoluta subordinación de la mujer, Delia, respecto a su marido, llamado Ivano, en una relación presidida por un machismo violento y recalcitrante mientras ella tiene como vías de escape una amiga llamada Marisa y un antiguo amor, Nino, que le sugiere escapar e ir a vivir al norte del país.

La hija del matrimonio, Marcella, tiene un novio de una clase burguesa más acomodada. En principio, todo el mundo ve bien la relación pero, en una comida celebrada en casa de la chica, se pondrán de manifiesto la diferencia de clase social y luego Delia se dará cuenta que a Marcella, en ese futuro matrimonio, le espera una vida igual de sojuzgada que la suya. Por ello, boicoteará la boda de su propia hija atentando, con la connivencia de un soldado americano con el que ha trabado amistad, contra la pastelería de la familia burguesa para hundirles económicamente y frustrar el matrimonio.

Otra subtrama de la película es la muerte del abuelo, con un velatorio en el que se presentan familiares y amigos mientras Delia quiere escapar para hacer valer sus derechos políticos en esas elecciones históricas suponiendo ese hecho todo un acto de rebeldía frente al marido.

La película mezcla drama y comedia, coreografiando las escenas de violencia cuando el hombre pega a su mujer y con canciones contemporáneas en la banda sonora en esas escenas. Es una manera especial que ha escogido la directora para tratar la violencia y no me parece mal, creo que funciona y puede ser más o menos original, así como la parte de comedia de la película que es lo más logrado de la misma. La comida con la familia burguesa es un desastre y funciona bien la comicidad de esas escenas; y también en el velatorio del abuelo, en la propia casa familiar, con una escena de película de Berlanga en la que hay una mujer anciana vestida de negro que nadie conoce y que actúa como plañidera vocacional.

Es obvio que la directora juega sobre seguro, en estos tiempos, con la temática del empoderamiento femenino. Eso le asegura una acogida amable, o incluso entusiasta, por mucha gente y sobredimensiona las bondades de la película que, aun cuando tiene puntos a favor, tampoco es una gran película sino simplemente resultona.

Además, el giro final basado en la sorpresa y reforzando esa reivindicación feminista está hecho de manera tramposa, amagando información al espectador para causar de manera artificiosa ese efecto.

Una película amable de ver pero sobrevalorada. 

martes, 30 de abril de 2024

BARÇA 4- VALENCIA 2

 

El Barça ejecutó al Valencia a balón parado, en una segunda parte condicionada por la expulsión del portero valencianista en los últimos minutos de la primera parte. No puede decirse que fuera una victoria basada en aquello del ADN Barça, el juego de combinación rápido para desarbolar las defensas contrarias. Fueron dos córners y una falta rematada por Lewandovski lo que posibilitó remontar un partido que se había puesto cuesta arriba.

El Barça golpeó primero en el minuto 22 con un gran remate de Fermín cabeceando un buen centro de Rafinha desde la banda izquierda. El canterano onubense volvió a cuajar una gran actuación y crece el temor que la alocada dirección deportiva del club cometa con él algún disparate durante el verano. A pesar de que el gol debiera haber dado tranquilidad al equipo azulgrana, nada más lejos de la realidad. El Valencia, bastante limitado, tenía el plan de enviar pelotas largas a la espalda de la defensa y el Barça no estuvo acertado controlando ese tipo de juego. Un fallo clamoroso e infrecuente de Ter Stegen y un claro penalty cometido por Araujo permitieron la remontada del cuadro valencianista. No obstante, la jugada clave del partido fue un error, no menos clamoroso, del portero valencianista controlando mal el balón, dejándoselo a Lamine y teniendo que interceptar con el brazo el esférico fuera del área para no permitir que el canterano encarará la acción a puerta vacía. Eso fue peor que un gol, toda una segunda parte con uno menos era demasiada ventaja.

El Barça tuvo suerte de empatar pronto el partido, a los cinco minutos de la segunda parte, en una acción cabeceada por Lewandovski a la salida de un córner con Fermín en posible fuera de juego posicional. Pero ayer Xavi no dijo nada del árbitro, que tampoco vio un posible penalty de Iñigo entrando al límite en una acción dentro del área azulgrana. No eran jugadas claras, ofrecían dudas y yo pienso que fueron arbitradas acertadamente, pero Xavi puede tomar nota que Baraja no protestó de manera airada, no pegó ninguna patada a una valla publicitaria e hizo lo que debe hacer un entrenador ayudando desde el campo a su equipo.

Durante casi toda la segunda parte el juego fue espeso y el gol de la victoria no llegó hasta pasado el minuto 80, tras un fallo del portero valencianista que permitió otro cabezazo a la red de Lewandovski. Todavía hubo tiempo para que el polaco hiciera un hat trick gracias a anotar el segundo gol de falta del equipo en toda la temporada. Dos goles de falta pueden parecer pocos, pero son dos más que en las dos últimas temporadas.

Un Barça espeso, en un partido alocado, favorecido por la superioridad numérica en la segunda parte y que, como en casi todos los partidos de la, por ahora sin fecha de caducidad, era Xavi ganó sin convencer. 

domingo, 28 de abril de 2024

HABEMUS PAPAM

 

Siguiendo con Moretti, veo Habemus papam, con un resultado inferior al de El caimán que es una película mucho más interesante.

También se podía haber titulado Papa a la fuga. La película empieza con un cónclave de cardenales que han de elegir a un nuevo Papa y resulta que el elegido tiene un momento de vacilación o ataque de pánico. Se niega a salir al balón para ser aclamado por la gente que está en la plaza de San Pedro después que hayan visto la fumata blanca. Ante una situación de bloqueo se decide consultar con un psiconalista, interpretado por Moretti, que no resuelve la situación y recomienda a su exmujer, también psicoanalista, advirtiendo que siempre encuentra un déficit parental cuando visita a un paciente.

Desplazan al centro de Roma al Papa para ser visitada por la psicoanalista, la cual le diagnostica el déficit parental y, al salir de la consulta, el Papa aprovecha un despiste para darse a la fuga y estar fuera de control del Vaticano gran parte de la película. No se puede comunicar la verdad a la población y se finge que el Papa, cuya identidad no se conoce, está indispuesto, utilizando un guardia suizo en los aposentos del Papa para que se vea movimiento y la gente crea que el pontífice se encuentra en el Vaticano. Mientras tanto, los cardenales siguen encerrados y no pueden volver a sus lugares de origen, entretenidos en jugar a las cartas y participar en un campeonato de voleibol que organiza Moretti (también prisionero en el Vaticano). Y quien ha sido elegido Papa vaga por Roma buscando respuestas a su actitud hasta que redescubre su vocación de actor hasta y, finalmente, es localizado en un teatro. Una vez retorna al Vaticano, saldrá al balcón para lo que parece será su aceptación de ser la máxima autoridad de la Iglesia, pero ratifica en público ante la multitud las dudas y vacilaciones ya expresadas desde su nombramiento al inicio de la película.

El gran Michel Piccoli asume el personaje del Papa y realiza una buena interpretación, pero la película no funciona. Hay momentos divertidos pero la película me parece deslavazada, no encuentra un ritmo adecuado en parte porque el personaje de Moretti como psicoanalista parece metido con calzador. La película va de más a menos, el inicio es interesante, pero se va desinflando e incluso parece que no terminan de resolver de manera convincente como localizan al Papa en el teatro y éste vuelve al Vaticano. Si Moretti se muestra siempre comprometido contra el poder político en sus películas, mostrando su humor corrosivo, aquí describe el enclaustramiento de la Iglesia pero resulta una crítica blanda, que arranca alguna sonrisa pero no llega a hacer una película pasable y, por tanto, resulta bastante malograda.  

sábado, 27 de abril de 2024

EL CAIMÁN

 

Sigo con el libro de Alberto Crespi y leo el capítulo dedicado al período que califica como “del mágico 89 al berlusconismo”, escogiendo para ilustrarlo El caimán de Nani Moretti.

De hecho, es un período en el que habla de otras películas de Moretti: Palombella rossa (1989), sobre un dirigente del PCI que pierde la memoria tras un accidente; el mediometraje La cosa (1990), en el que rueda una serie de mitins del PCI; y Abril (1998), con aquella escena ya mítica de Moretti interpelando a la pantalla televisiva para que D’Alema dijera algo de izquierdas en su debate con Berlusconi. Crespi explica estos filmes a la luz de los sucesos acaecidos tras la caída del muro, con un debate en el que la izquierda se ha de resituar, en Italia el PCI acaba cambiando de nombre y Moretti se muestra activo con sus películas, así como en las presentaciones en festivales y entrevistas, sobre sus puntos de vista en relación a la deriva de la izquierda.

Y en 2006 rueda El caimán, que toma como protagonista la figura de Silvio Berlusconi. Como pasa en otros filmes de Moretti, hay varias películas dentro de El caimán y así lo señala Crespi.

Por un lado, tenemos a un productor llamado Bruno que está en crisis laboral, con dificultades financieras y problemas que hacen inviable su proyecto de llevar a cabo una película sobre Cristóbal Colón. A través de una joven directora llamada Teresa, le llegara un guion de El caimán, fijándose primero en él porque le gusta el título. Luego está la parte más melodramática de la película que es la crisis conyugal de Bruno con su mujer Paola, tras varios años de matrimonio y teniendo dos hijos de corta edad.  

Y una última parte es la producción en sí de la película sobre Berlusconi. Cuando Bruno se entera, mientras va conduciendo y según le cuenta Teresa, que el guion trata sobre la vida del magnate italiano se sobresalta al punto que tiene un pequeño accidente al chocar con un coche aparcado y dice que incluso él lo ha votado.  Pero el proyecto, aunque con dificultades como que un actor renuncie al papel después de haberlo aceptado, tirará hacia adelante y, mientras se desarrolla la crisis matrimonial, el rodaje de El caimán tomará forma y la película acaba con Moretti interpretando a Berlusconi, sin caracterizarse como el político empresario, pero sí utilizando sus discursos.

Silvio Orlando interpreta al productor Bruno y lo caracteriza como un hombre histriónico y dubitativo, aunque voluntarioso en su trabajo, prestando su comicidad a la película que tiene momentos divertidos, como en las escenas que comparte con sus hijos. Pero también hay escenas con carga melodramática a propósito de la separación que creo están bien filmadas por Moretti, como aquella en la que Bruno destroza un suéter de su mujer después que la ha visto con otro hombre en un restaurante. Bruno es un hombre que se descompone al igual que, según Moretti, le pasa a Italia con el gobierno de Berlusconi.  

 La película mezcla bien el equilibrio entre comedia y drama para, finalmente, darle más contenido político. Si bien ese contenido ha ido apareciendo en la película con inclusión de debates televisivos o intervenciones en el Parlamento Europeo del propio Berlusconi, tiene lugar en las últimas escenas un simulacro de juicio a Berlusconi con éste exponiendo su ideario político (que incluye constantes exaltaciones a la idea de democracia con la que, de manera cínica se identifica) ante las acusaciones de una fiscal, haciendo gala de un desvergonzado victimismo y su posterior salida del Tribunal con una masa de gente que le apoya.

Vista casi 20 años después de su estreno, yo diría que Berlusconi ha ganado. Si Berlusconi empezó a moldear la vida de los italianos con sus canales de televisión en los años 80 (como Crespi dice que denuncia Fellini en Ginger y Fred), su acción política basada en el populismo, victimismo y demagogia siguen vigentes en Italia siendo muestra de ello que una exministra de su gobierno como Meloni sea ahora la jefa del ejecutivo italiano, mientras que a él se le preparó un funeral de estado cuando murió en 2023 y pudimos ver el rostro compungido de Meloni en la catedral de Milán.

Además, el berlusconismo ha traspasado fronteras. Tenemos estos días a un presidente que se está pensando si dimite por los ataques a su mujer traducidos en artículos de prensa que informan sobre presuntos delitos de tráfico de influencias y que han dado lugar a la admisión a trámite de querellas presentadas por asociaciones de ultraderecha, con grandes posibilidades que tengan poco recorrido y sean archivadas. Aunque la judicatura española no sea en muchos de sus miembros un ejemplo de honestidad, y puedan haberse dado casos  de law fare, la reacción de Sánchez ha sido desmedida y berlusconiana, ha apelado al victimismo (como lo hacía Berlusconi cuando se le investigaba por fraude fiscal o que hubiera menores de edad en sus fiestas bunga-bunga) sin dar ninguna explicación sobre hechos que, como mínimo, demostrarían una falta de ética al no contemplar un conflicto de intereses en las actividades de su mujer y se ha erigido en defensor de la democracia polarizando y tensionando al país. Aun estando hoy ausente en la calle Ferraz, se ha dado un baño de masas que hubiera firmado el propio caimán Berlusconi.

 

CREADORES DE IMÁGENES

  Creadores de imágenes es una pieza teatral que Bergman adaptó para la televisión en el año 2000. Sin duda, tenía que ser una obra que per...