Editan Los guiones no filmados,
proyectos de películas que Pier Paolo Pasolini tenía muy avanzados y que, por
diversas circunstancias y la más importante haber sido asesinado en noviembre
de 1975, no pudo llevar a cabo.
El Padre salvaje es un
guion de una película que iba a reflejar el neocolonialismo en el continente
africano. Diría que hubiera sido una temática inédita en su filmografía. La
historia trata sobre un profesor que empieza a dar clase a unos alumnos
africanos de un país que, recientemente, ha obtenido su independencia. El
profesor desarrolla su labor con métodos mas revolucionarios que los utilizados
hasta entonces y capta en un muchacho, Davidson, una especial inteligencia y
sensibilidad. Tras el primer año académico, el verano trae una serie de
turbulencias políticas que causan una guerra civil con la ONU también
involucrada en el conflicto. Al finalizar el segundo año de clases, en un
bonito final, el profesor pide un trabajo a los alumnos y Davidson entrega un
poema.
Los conflictos que plantea
Pasolini son, por un lado, el choque entre la mentalidad occidental y la
africana que, en principio, crea desencuentros, pero también los alumnos tienen
ansías de saber cosas del mundo occidental. Por otro lado, el conflicto que
provoca el neocolonialismo da origen a un conflicto muy cruel, varios cascos
azules resultan muertos y son mutilados, mientras mercenarios de uno u otro
bando propagan el terror en las aldeas. Todos estos acontecimientos
extraordinariamente violentos han tenido particular incidencia en Davidson que
ha sido partícipe de los mismos.
Pero el final del guion es
optimista, frente a la barbarie, surge la poesía.
San Pablo es un guion
que llevaba al cine la vida del santo, pero lo hace en un tiempo contemporáneo,
aunque se nutre de los textos de Pablo que conforman una parte importante del
Nuevo Testamento: Epístolas a los Corintios, a los filipenses, colosenses, etc.
Pasolini proyectó un filme muy
inviable desde el punto de vista presupuestario. Su intención era trasladar la
acción de Pablo al siglo XX y convertir a la París ocupada por los nazis como
la antigua Jerusalén. Pablo se dedica a reprimir a miembros de la Resistencia
hasta que, dirigiéndose a Barcelona en vez de Damasco, se le aparece Dios y
cambia su visión del mundo. Sustituye otras ciudades por donde viajó Pablo de
Tarso por Nápoles, Roma o Nueva York con lo que, dado que quería rodar en
escenarios naturales y, por ejemplo, en el puerto de la ciudad de los
rascacielos, parece un proyecto inasumible.
Con las palabras escritas hace
2.000 años, San Pablo lucha en este guion contra los gobernantes fascistas de
la París ocupada, pero también luego contra el neocapitalismo que se muestra
especialmente en su desplazamiento al Nuevo Mundo, en el que se mezclan negros,
hippies, estudiantes que protagonizan algaradas y la intervención policial.
Como otras veces en Pasolini, utiliza un personaje religioso para proyectar su discurso hacia el presente, hacia esas sociedades occidentales que percibía como arrastradas a un sutil neofascismo orientado a un autoritarismo combinado con un culto al consumo. Pero en una nota texto de 1974 del propio autor anexo al guion, Mi largo viaje, Pasolini afirma que su película es una película contra la Iglesia. Y que, por un lado, como fundador de la Iglesia, San Pablo es fuerte, vital, seguro de sí mismo y fanático; pero, por otro lado, es una criatura, enferma, débil y atormentada por el problema de Dios.
Porno-Theo-Colossal era
un guion preparado para hacer una película que contara como protagonista a
Eduardo Da Filipo. El texto comienza en Nápoles, con el nacimiento de un mesías
y Eduardo que, junto a su criado Ninetto van siguiendo una estrella que los
lleva a Sodoma (Roma), Gomorra (Milán), Numancia (París) y Ur.
Sodoma es una ciudad en la que
lo normal es tener relaciones homosexuales, solo una vez al año se permiten
relaciones heteros para asegurar la especie. Y quien quebranta ese principio es
represaliado. En Gomorra pasa justo lo contrario, lo normal son las relaciones
heterosexuales y se persigue a los disidentes siendo objeto de represión.
Siguiendo el viaje, cuando
llegan a Numancia, el guion cambia a un tono político. Numancia es una isla de
un régimen democrático asediado por fuerzas fascistas y en que sus habitantes
se acaban suicidando antes que entregar su vida a un régimen totalitario.
Y en Ur hay una elevación de los
protagonistas, los personajes mueren pero sus almas se separan del cuerpo,
ascienden y ven la Tierra, una bola colorada en que se oye a lo lejos mucho barullo,
canciones estúpidas y cantos revolucionarios. Y unas últimas palabras poco
optimistas: No existe el fin. Esperemos. Algo ocurrirá.
Lo que queda claro en todos los
guiones es la fértil imaginación de Pasolini y, visualizando los guiones, esa
imaginación lleva a proyectos que era muy difícil materializar tal como los
concebía pues hubieran sido superproducciones. Y el cine de Pasolini tampoco
fue nunca supertaquillero. Por otro lado, a través de simbolismos, especialmente
de carácter religioso, vemos las preocupaciones de Pasolini y sus temores
acerca de la sociedad en la que vivió, cuando alcanza su madurez como artista e
intelectual en los años del desarrollismo europeo tras la II Guerra Mundial.
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