jueves, 6 de marzo de 2025

MÁS ALLÁ DE MISSOURI

 

Más allá de Missouri (1951) es un western de William Wellman cuya acción se desarrolla en la tercera década del siglo XIX, aquellos tiempos primitivos del Oeste en que los primeros blancos que llegan a las zonas de las Montañas Rocosas comercian con pieles y empiezan a relacionarse con los indios.

Esta película es la historia de Flint Mitchell (Clark Gable), uno de aquellos tramperos que se adentra en territorio indio para cazar animales y comerciar con las pieles. La relación con los indios es ambigua, hostil con unos, como los seguidores de un jefe llamado Ironshite (Ricardo Montalbán) y comercial con otros, resultando de esto último una transacción que le proporciona a Mitchell une esposa india llamada Kamiah (María Elena Marqués) que, además, es bastante guapa.  Si bien al principio la adquisición de la esposa solo forma parte del tratado de comercio establecido con el jefe de la tribu, se enamorará de ella a pesar de que no se entienden en ninguna lengua y tendrán un hijo que, con su voz en off, es quien cuenta la historia. Un ataque de Ironshite cuando la expedición que comanda Mitchell vuelve de haber invernado en un fuerte desencadena la muerte de Kamiah y un caballo desbocado y sin jinete se lleva al bebé, siendo perseguido por Ironshite y Mitchell con la resolución final rescatando al bebé.

Es un western que se mezcla también con otros géneros, el cine de aventuras y la comedia, cosa que le da un tono muy relajado con pocos momentos de tensión, apenas la muerte de uno de los socios de Mitchell y el final con la muerte de Kamiah y el rescate del bebé. Pero en gran parte del metraje predomina la aventura y la comedia, un tono distendido en el que se mezclan gente proveniente de diferentes lugares y hay franceses, escoceses, americanos e indios confluyendo en esa temprana etapa de la expansión hacia el Oeste de los colonos.

Al parecer, la película tuvo problemas con su metraje, muy corto pues no llega a 80 minutos y fue troceada por la Metro. Eso hizo que Wellman no la apreciara mucho, pero, al margen de cómo hubiera sido con otro montaje que profundizara más en la historia, lo que quedó es bastante estimulante. Tenemos el estilo de Wellman, sencillo narrativamente pero muy eficaz, además del trabajo de escenografía de Cedric Gibbons, que con algunos planos exteriores y su trabajo en decorados nos transportan a esas Montañas Rocosas abruptas, llenas de cursos de agua y de exuberante vegetación. La historia es entretenida y, en cuanto a interpretación, está el carisma de Clark Gable en un papel muy apropiado para él, dando vida a un tipo simpático y jovial, además de grandes secundarios como Adolphe Menjou y J. Carrol Naish.

Buen western. 

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