domingo, 16 de marzo de 2025

EL HOMBRE MOSCA

 

Tras muchísimos años veo una película de Harold Lloyd, pero resulta que he de empezar a amortizar un estuche de películas suyas que compré por Internet. Así que elijo El hombre mosca (1923), con la mítica secuencia de Lloyd suspendido de las agujas del reloj en su ascensión por el rascacielos.

Un chico de un pueblo pequeño se va a la gran ciudad para triunfar en la vida. Una vez llega a una gran urbe, las cosas no le van muy bien, tiene un modesto empleo en unos grandes almacenes aunque, por la correspondencia y regalos que envía a su novia, la engaña diciéndole que tiene un gran empleo. Las cosas se complican cuando la novia se presente por sorpresa en los grandes almacenes y Lloyd tenga que ingeniárselas para mantener el engaño. Por otra parte, Lloyd se entera que la dirección de la empresa planea una campaña publicitaria y se le ocurre la idea de promocionar los grandes almacenes con un hombre que escalará por el edificio desde la calle hasta la azotea, aprovechando que conoce a un amigo especialista en trepar por edificios. Pero, cuando llega el momento de la verdad, el amigo es perseguido por la policía y es Harold quien debe subir el edificio para cumplir con la campaña publicitaria.

La película encadena gags muy divertidos durante toda su duración y es muy entretenida. A Lloyd se le acumulan los problemas, pero siempre encuentra una solución. Si ve que llegará tarde al trabajo y quedará despedido, se las ingenia para hacerse pasar por enfermo y que le lleve una ambulancia. Si su novia quiere que le enseñe su despacho pensando que es el gerente de la empresa, aprovecha que este se va y sortea con ingenio una situación comprometida dando lugar a divertidos gags. En el ascenso final, el amigo le va diciendo que vaya escañando un piso más y él le suplirá pero, como no puede desembarazarse del policía, Harold sube todo el edificio. En esa escalada, los gags se combinan con un suspense que, aunque sepas que la historia acabará bien, te mantiene en vilo, como cuando se cuelga de las agujas del reloj o se le introduce un ratón por el pantalón estando en una delgada cornisa.

Película divertida y optimista de un americano medio triunfando en la gran ciudad en los felices años 20, escalando hacia la cima del edificio y de su posición en la empresa, con inolvidables gags y el beso final de su novia que le espera en la azotea. Un clásico y buena banda sonora escrita por Carl Davis creo que en los años ochenta. . 

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