Tras muchísimos años veo una
película de Harold Lloyd, pero resulta que he de empezar a amortizar un estuche de películas
suyas que compré por Internet. Así que elijo El hombre mosca (1923), con
la mítica secuencia de Lloyd suspendido de las agujas del reloj en su ascensión
por el rascacielos.
Un chico de un pueblo pequeño
se va a la gran ciudad para triunfar en la vida. Una vez llega a una gran urbe,
las cosas no le van muy bien, tiene un modesto empleo en unos grandes almacenes
aunque, por la correspondencia y regalos que envía a su novia, la engaña diciéndole
que tiene un gran empleo. Las cosas se complican cuando la novia se presente
por sorpresa en los grandes almacenes y Lloyd tenga que ingeniárselas para
mantener el engaño. Por otra parte, Lloyd se entera que la dirección de la
empresa planea una campaña publicitaria y se le ocurre la idea de promocionar los
grandes almacenes con un hombre que escalará por el edificio desde la calle
hasta la azotea, aprovechando que conoce a un amigo especialista en trepar por
edificios. Pero, cuando llega el momento de la verdad, el amigo es perseguido
por la policía y es Harold quien debe subir el edificio para cumplir con la
campaña publicitaria.
La película encadena gags muy divertidos
durante toda su duración y es muy entretenida. A Lloyd se le acumulan los
problemas, pero siempre encuentra una solución. Si ve que llegará tarde al
trabajo y quedará despedido, se las ingenia para hacerse pasar por enfermo y
que le lleve una ambulancia. Si su novia quiere que le enseñe su despacho pensando
que es el gerente de la empresa, aprovecha que este se va y sortea con ingenio
una situación comprometida dando lugar a divertidos gags. En el ascenso final,
el amigo le va diciendo que vaya escañando un piso más y él le suplirá pero,
como no puede desembarazarse del policía, Harold sube todo el edificio. En esa
escalada, los gags se combinan con un suspense que, aunque sepas que la
historia acabará bien, te mantiene en vilo, como cuando se cuelga de las agujas
del reloj o se le introduce un ratón por el pantalón estando en una delgada
cornisa.
Película divertida y optimista
de un americano medio triunfando en la gran ciudad en los felices años 20, escalando
hacia la cima del edificio y de su posición en la empresa, con inolvidables
gags y el beso final de su novia que le espera en la azotea. Un clásico y buena banda sonora escrita por Carl Davis creo que en los años ochenta. .
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