domingo, 31 de marzo de 2024

EL VENGADOR SIN PIEDAD

 

El vengador sin piedad, western dirigido por Henry King en 1958, cuenta con un guion de Philip Yordan que está bien pensado en su idea central: la venganza y los errores que conlleva cuando se lleva a cabo vulnerando la presunción de inocencia.

Jim Douglass (Gregory Peck) se presenta en un pueblo para presenciar, al día siguiente de su llegada, el ahorcamiento de cuatro hombres. En principio, manifiesta que no los conoce y todo tiene un aire misterioso. Ayudados desde fuera por un compinche, los cuatro forajidos dejan fuera del combate al sheriff y logran huir levándose a una chica como rehén. El ayudante del sheriff organiza una partida en persecución de los delincuentes a la que su une Douglass, que empieza a mostrar la motivación de perseguirlos y es que los cree culpables de la violación y asesinato de su mujer. Douglass se separará de la partida para dar caza y asesinar a dos de los forajidos. Los dos restantes traspasan la frontera y Douglass los sigue, mata a uno de ellos y se presenta en casa del último que vive con su mujer e hijo. Después que ha quedado inconsciente por un golpe de la mujer, Douglass conversa con el hombre y se convence que ha perseguido a los hombres equivocados.

El guion es interesante en el tratamiento de la motivación de Douglass, la intriga que suscita la primera parte del filme con su aparición en el pueblo, así como gana interés en el final de la persecución cuando alcanza al último hombre y llega a la humilde casa donde vive con su mujer y un hijo enfermo con fiebre alta. Menos interesante resulta meter con calzador a una joven Joan Collins en el argumento, como antiguo amor de Douglass, para que éste tenga una mujer a su lado al final de la película que, además, quedará como la sustituta de la madre de su hija.

King dirige con oficio, pero tampoco fue nunca un gran cineasta sino alguien muy competente y acostumbrado a trabajar con las estrellas de la Fox. A una dirección simplemente eficaz y con una puesta en escena sin grandes cosas a remarcar, se une una interpretación anodina de Gregory Peck, en un papel que exigía más intensidad para transmitir la sed de venganza del personaje.

Western correcto, sin más. 

jueves, 28 de marzo de 2024

AMARCORD

 

Alberto Crespi escoge Amarcord como película para ilustrar el período histórico que en su libro dedica al fascismo.

Antes de hablar del filme de Fellini, explica que no hay muchas películas que traten el tema porque Mussolini, al contrario de otros dictadores, no tuvo mucho interés en hacer películas que exaltaran su política y contemplaba más el cine como evasión. Sí introdujo un noticiario cinematográfico en el que se daba cuenta de las bondades del régimen y exaltación de su figura. En cambio, en España tuvimos las dos cosas; por un lado, el NODO hasta 1981 y, por otro, títulos como A mi la legión o Sin novedad en el Alcázar.

Crespi tan solo destaca dos películas filmadas en la década de los treinta: Camicia nera de Giovachino Forzano y Vecchia guardia de Alessandro Blasetti, destacando que éste último es un buen filme.

Luego habla de Amarcord, una película en la que Fellini tiene una mirada nostálgica hacia una década en la que él fue adolescente y, aunque su cine no tiene un contenido político nunca muy explícito ni la añoranza se deba a las bondades del régimen, describe con mano maestra e irónica cómo era el fascismo en una pequeña ciudad de provincias de la costa adriática.  Las escuelas eran deficientes, la represión sexual muy acusada por la actitud de la Iglesia convirtiendo el sexo en obsesión para los adolescentes, los manicomios como sitios siniestros, el cine como lugar de evasión viendo a estrellas como Gary Cooper … y la presencia del fascismo, que no ocupa gran parte de la película, pero sí aparece de forma significativa con retratos de Mussolini en la escuela, un desfile con participación de muchos camisas negras y un interrogatorio al padre de la familia protagonista, por ser ligeramente desafecto, y en el que le dan a beber aceite de ricino.

Crespi destaca una idea muy importante y es la capacidad del fascismo de normalizar una situación social y pasar desapercibida en el sentido que mucha gente eran adeptos al régimen, y por tanto fascistas, de manera acrítica e inconsciente.  Y eso Fellini lo retrata muy bien, así que Crespi nos dice: Fellini vuole sugerirci che sono fasciste anche quelli che pensano di non esserlo, o che comunque in altre scene del film vediamo in vesti e comportamenti apparentemente neutri, desfascitizzati.

Esta idea me parece muy importante porque podríamos trazar un hilo que la uniera a la obra de Pasolini y, más allá, que llegara hasta nuestros días, en los que, de manera sutil, mucha gente no tiene conciencia de ser fascista y lo son.

Por supuesto, volví a disfrutar viendo el filme de Fellini, ese retrato de un año de la vida de la ciudad, de primavera a primavera, con esa galería de personajes, grandes escenas que se han convertido en míticas y la música de Rota. 

miércoles, 27 de marzo de 2024

VENÇUDA PERÒ NO SUBMISA

 

Vençuda però no submisa: la Catalunya del segle XVIII es un libro del historiador Joaquim Albareda que, fiel a su título, explica que a lo largo del siglo hubo una contestación al absolutismo borbónico y una reivindicación de las instituciones derogadas con el Decreto de Nueva Planta de 1716.

La parte que me ha parecido más entretenida es la dedicada a las cuestiones económicas. Frente a otros historiadores que han alabado la introducción del catastro como elemento modernizador y han fundamentado que fue un elemento importante en el despegue económico de Catalunya, Albareda sostiene que fue un instrumento para elevar la presión fiscal, sin otros efectos positivos más que los recaudatorios para la monarquía y sumamente impopular a lo largo de todo el siglo.

Albareda explica que las bases económicas para el despegue ya estaban desarrolladas a finales del siglo XVII. Sí resultó beneficioso para el país, tras la capitulación en 1714, el hecho que se eliminaran las aduanas interiores con el resto de las zonas peninsulares de la monarquía borbónica, así como que se recibieran encargos para aprovisionar el ejército y se abriera el mercado con América al romperse el monopolio que tenía el puerto de Cádiz. Estos factores, junto con el mantenimiento del derecho civil propio y la utilización de la enfiteusis como derecho real en tierras cultivables, posibilitó el crecimiento económico que se concretó en la exportación de vino y aguardientes a Europa, productos textiles al resto de la península y, más tarde, la trata de esclavos en el continente americano. Albareda reconoce estos aspectos positivos, pero se resiste a asociar de manera indubitada que la monarquía borbónica fuera el factor clave del despegue económico.

Me ha resultado más farragosa la parte dedicada a la contestación política que se da en el marco de un régimen corrupto, como cabe suponer también se daba en otras zonas del reino, formulándose quejas contra regidores y corregidores por sus decisiones arbitrarias, así como contra las levas militares. Albareda documenta ampliamente, dedicando la mayor parte del libro, las protestas y conflictos que entiendo parten de unas circunstancias lógicas después de un conflicto bélico largo que acabó en 1714: mientras la gente de Catalunya piensa en las instituciones propias eliminadas por el Decreto de Nueva Planta y desea su restitución, los otros nunca dejan de desconfiar del pueblo catalán. Asimismo, hay elaboración de memoriales y proyectos de reforma, primero por parte de felipistas y luego más tarde intentando aprovechar el período supuestamente reformista de Carlos III que, en general, tienen poco recorrido, pero es otra muestra, más suave en las formas, de la disidencia política.

También se refiere a los austriacistas que, refugiados en Viena, siempre esperan un cambio en la situación que revierta la situación creada tras la toma de Barcelona en 1714, pero el paso del tiempo se encarga de acabar con ese grupo que ya ve menguar sus esperanzas con la paz firmada en 1725 entre Felipe V y Carlos VI.

En el terreno lingüístico, coincide con lo que había leído de Joan Lluís Marfany en que se va desarrollando una diglosia, que ya proviene del siglo XVI, y que se acelera en el siglo XVIII por parte de las clases altas y la burguesía comercial que van adoptando el castellano, si bien tampoco nunca abandonan del todo el catalán y, respecto a las clases populares, el castellano tuvo escasa penetración durante el siglo XVIII.

En cambio, sí discrepa de Marfany cuando cita que este historiador se planteaba qué cambios significativos había notado el pagés sometido a exacciones feudales o, en general, todas las clases subalternas con el nuevo régimen borbónico en comparación con los Austrias. Albareda mantiene que el cambio es negativo, que hay una percepción clara de ello y tiene que ver con una continuidad en las protestas y disidencia de una parte significativa de la sociedad catalana.

Al final, si Albareda sostiene que el siglo no fue tranquilo y Catalunya no estuvo sumisa me parece que hay que darle todo el crédito, al margen de discrepancias históricas que puedan tener los expertos en la materia en muchas cuestiones de la evolución social, política y económica. Hemos visto en tiempos muy recientes la predisposición del país a armar bullangas, frecuentemente de manera irreflexiva, y si el siglo XVIII hubiera sido tranquilo tal vez se trataría de una excepción. 

martes, 26 de marzo de 2024

SANJURO

 

Sanjuro es una especie de secuela de Yojimbo, ya que el personaje es el mismo, un samurai itinerante, un man with no name como lo era Eastwood unos pocos años después y que, cuando le preguntan el nombre dice ser Tsubaki Sanjuro, mezclando sus años, sobre los cuarenta, y el nombre en japonés de las camelias.

Sanjuro ayudará a nueve samuráis jóvenes que quieren combatir la corrupción de una banda que se ha apoderado de un territorio, secuestrando al chambelán y su familia. La película tiene un toque humorístico y los samuráis son ineptos e incompetentes siendo imprescindible la ayuda del experto, aplomado y racional Sanjuro, que corrige la precipitación e impetuosidad de sus aprendices. Hay mucha acción en la película y, finalmente, los samuráis, guiados por Sanjuro, logran acabar con la banda corrupta y su jefe tiene un duelo final a muerte con el experto samurai. Acabada su misión, se despide para seguir su vida errante.

Destaca especialmente en la película la poderosísima presencia de Toshiro Mifune, un actor que llena totalmente la pantalla como lo hacia por ejemplo Wayne en los westerns, así como la pericia de Kurosawa filmando cine de acción, más que acreditada en 1961, año de producción de la película. Comparada con otras películas de Kurosawa, la historia no es demasiado interesante ni está muy desarrollada, queda un poco esquemática, pero es una película muy entretenida y se ve de forma agradable, combinando la acción y el humor.

lunes, 25 de marzo de 2024

TO BE OR NOT TO BE

 


Veo To be or not to be, el clásico de Lubitsch y el día anterior Soy o no soy, que es el título en español del remake que hizo Mel Brooks cuarenta años después. El  ya casi centenario Brooks produjo e interpretó la película, aunque quien aparece como director es Alan Johnson.

Poco se puede decir a estas alturas del clásico de Lubitsch. Una demoledora parodia antinazi con un guion perfecto, situaciones muy divertidas, una Carole Lambord espectacular y una demostración de valentía de Lubitsch, director de origen hebreo, haciendo comedia en 1941 de un tema como el nazismo que se empezaba a poner muy serio. Pero, precisamente, una de las características del humor judío es la capacidad de reírse de las situaciones más angustiosas posibles, como lo era la opresión nazi

La idea de hacer un remake de un clásico tan indiscutible era temeraria y parece que a Mel Brooks le cayeron bastantes palos por parte de la crítica. Brooks hizo un remake muy fiel al original de Lubitsch y, por ello, el mérito de las situaciones más divertidas viene del guion original escrito por Lubitsch y Edwin Justus Mayer, que adaptaron una historia de Menyhért Leng.

Brooks introdujo un par de números musicales, uno de ellos abriendo la película, así como cambió el sexo de la asistenta de Carole Lombard ya que, en el remake, quien asiste a Anne Bancroft es un homosexual. Ello permite que, por un lado, se mencione la persecución de los nazis hacia este colectivo pero, por otro lado, da pie a algún gag con un humor muy en la línea de Brooks y que ahora sería juzgado por mucha gente como políticamente incorrecto. Además de poder hacer alusiones sexuales de manera más explícita, una diferencia del remake es hacer muy visible la persecución judía que, tal vez por falta de perspectiva o ser muy espinoso el tema en 1941, no estaba presente en la película de Lubitsch. En cambio, en la de Brooks sí hay un grupo de judíos escondidos en los sótanos del teatro que se apuntan al viaje final y son salvados.

Un activo del remake es Anne Bancroft. Si Carole Lombard estaba espectacular, no lo está menos la esposa de Brooks en la cinta de 1983; ambas son grandes actrices que llenan la pantalla. Pero también dos buenos actores como José Ferrer, interpretando al profesor Siletski, y Charles Durning dando vida al coronel Erhardt, consiguen que el filme de Brooks mantenga un tono muy divertido.

Más discutible es la comparación entre Jack Benny y Mel Brooks interpretando al devoto shakesperiano primer actor de la compañía. Benny se mueve en un registro divertido pero contenido, mientras que Brooks no abandona una vena histriónica durante todo el rato y, en uno de los dos números musicales, cae en lo grotesco. A quien no le guste esa comicidad de Brooks, tan estridente, difícilmente soportará el remake.

Así pues, si ver la obra de Lubitsch siempre es un placer, también lo pasamos bien con el remake que, a parte del propio Brooks que puede caerte más o menos bien e influir en como acoges la película, tiene un buen elenco de actores, sobre todo Bancroft, Ferrer y Durning.

viernes, 22 de marzo de 2024

IMPERATIU CATEGÒRIC

 

Buena tarda de teatro en el Lliure viendo L’imperatiu categòric, escrita y dirigida por Victoria Spunzberg y con dos únicos protagonistas: Àgata Roca i Xavi Sáez.

Explica una historia de precariedad que, contrariamente a la asociación que se hace de ese estado en relación con gente joven o marginal, aquí se da en una mujer entrada ya en la cincuentena de años, ocupada laboralmente y que, además, trabaja en la Universidad como profesora de filosofía. No obstante, al ser profesora asociada, se empieza a entender durante la obra la precariedad que sufre, a punto de ser desahuciada de su piso, comprado por un fondo buitre, en el que de todos modos no podía dormir por el incivismo de unos vecinos extranjeros poniendo la música alta; y condenada a pagar un alquiler excesivo por un loft que es un cuchitril.

La angustia que sufre se ve agravada por los hombres con los que se relaciona a lo largo de la obra: un comercial de pisos, un profesor universitario del mismo Departamento, un doctor del servicio público de salud, un ligue de Tinder, el camarero del restaurante donde cena con el de Tinder y un mosso d’esquadra que la atiende cuando realiza al final de la obra una autoinculpación.  Todos los personajes masculinos, marcados cada uno en su ámbito por una actitud canallesca, son interpretados por Xavi Sáez en una camaleónica y frenética actuación pues va cambiando de registro a veces en pocos segundos.

La protagonista ve un mundo a lo largo de la obra muy alejado del imperativo categórico kantiano, lo cual la trastorna y hace que, teniendo un cuchillo en el bolso durante toda la obra que accidentalmente encuentra en el piso que le enseñan en la primera escena, caiga a los infiernos y abandone la rectitud e integridad con la que circula por la vida.

Todo ello en clave de comedia, aunque sea amarga, pero con diálogos y situaciones muy divertidas, muy buena escenografía e interpretaciones espléndidas de Roca y Sáez.

jueves, 21 de marzo de 2024

TAMBIÉN LOS ENANOS EMPEZARON PEQUEÑOS

 

También los enanos empezaron pequeños es una película de Werner Herzog realizada en 1970, siendo su segunda película y que, en su planteamiento, es difícil de olvidar.

Un grupo de enanos viven en una institución y provocan una rebelión contra todo orden establecido a partir de la cual deviene un régimen de anarquía, con actos de crueldad que dejan sin justificación los motivos de los enanos para haber caído en la insurrección.

Viendo la película, recuerdo alguna otra en que los enanos son protagonistas. Me viene a la cabeza Freaks, de Todd Browning, una inclasificable obra maestra en los albores del cine sonoro, con el inolvidable enano Hans como protagonista víctima de una vampiresa. O un western con enanos de protagonistas rodada en los años 30, The horror of tiny town, protagonizada por Billy Curtis, un enano que aparecería cuarenta años más tarde en Infierno de cobardes de Eastwood.

Pero una película que me ha recordado la visión de este filme de Herzog ha sido ¿Quién puede matar un niño?, de Ibáñez Serrador, rodada en 1975. Si en la película de Chicho la subversión, en el marco de una película de terror, venía dada por la actitud de los niños, aquí viene por parte de los enanos. Pero, además, como la película de Herzog está rodada en Lanzarote, y aunque esté rodada en blanco y negro, me han recordado sus casas blancas y cielos despejados el paisaje similar de la película de Chicho, en la que al rodarla en color destacaba una acentuada luminosidad. A veces, también la película de Herzog parece un filme de terror usando las risas de los enanos como elemento para intranquilizar al espectador, así como una música estridente, movimientos de cámara siguiendo las irracionales acciones de los enanos y, en definitiva, creando  un ambiente opresivo.

Está claro que Herzog trataba de hacer una alegoría y hay una clara crítica sobre la sociedad occidental, así como de la religión en una procesión que hacen los enanos con un mono crucificado.  Pero, si los enanos se han rebelado en una institución que era como una especie de prisión que los oprimía, todas sus acciones son incoherentes, anárquicas y violentas. Tal vez Herzog quería significar la imposibilidad de convivir racionalmente y que buscar eso es un objetivo inalcanzable.

En cualquier caso, lo más definitorio de la película es que, y esto no es una novedad en Herzog, es tediosa. El metraje no es excesivo, está sobre los 90 minutos, pero a mí se me ha hecho larga. Vale la pena verla por ser una rareza (incluyendo una banda sonora con isas canarias), pero se me ocurren un millón de títulos para pasarlo mejor que con los enanos de Herzog.

 

 

 

 

martes, 19 de marzo de 2024

NOS VEMOS ALLÁ ARRIBA

 

Leo Nos vemos allá arriba, de Pierre Lemaitre y disfrutó mucho con un libro que pertenece al mejor género de literatura: el que no aburre.

La acción se sitúa en noviembre de 1918, y en el mismo mes de los dos años siguientes. Empieza, pues, con el fin de la I Guerra Mundial y como un teniente llamado D’Aulnay-Pradelle, un tipo arribista y sumamente despreciable, ordena en los últimos días del conflicto una ofensiva para ganar méritos quedando heridos, en un confuso incidente, dos soldados llamados Albert Maillard y Edouard Péricourt. Mientras Maillard ha quedado enterrado es Péricourt el que, al caer sobre su compañero en el cráter formado por las bombas, le salva la vida al removerlo. Pero las heridas de Péricourt son más difíciles de sobrellevar en la postguerra pues ha quedado con el rostro horriblemente desfigurado, siendo desde ese momento una figura monstruosa que debe llevar máscaras. Albert se propone ayudar a Péricourt y, aprovechando el desmadre organizativo del final de la guerra y la desmovilización, intercambian una cartilla militar dando por muerto a Péricourt que adopta otra identidad. Luego se presenta en el frente Madeleine, la hermana de Edouard, para llevarse el cadáver de su hermano y Albert señala, con la siniestra connivencia de Pradelle, una tumba llevándose la chica un cuerpo que cree ser el de su hermano y será enterrado en el panteón familiar.

La acción salta unos meses y Albert, que es de origen humilde, convive con Edouard, que viene de familia adinerada pues su padre, al cual estuvo enfrentado, es banquero. Albert se encarga de cuidar de Edoaurd y proporcionarle la morfina que necesita para aplacar el dolor y a la que se acaba enganchando, como más tarde hará con el consumo de heroína. Mientras tanto, conocemos que Pradelle se ha casado con Madeleine Péricourt, hermana de Edouard, a pesar de la inquina que le tiene su suegro banquero y siendo su único propósito pegar un braguetazo pues tiene numerosas amantes.

A partir de ese momento, el motor de la acción en la novela serán dos monumentales estafas que hacen los protagonistas. Por un lado, Pradelle hace uso de sus contactos y monta una operación, a través de la adjudicación de fondos gubernamentales, para construir mausoleos y trasladar allí los miles y miles de cadáveres enterrados apresuradamente cerca del campo de batalla. La operación se realiza de manera chapucera y corrupta acabando en un auténtico escándalo pues, en las exhumaciones, no se guarda ningún rigor, se mutilan cadáveres para adaptarlos a minúsculos ataúdes, se llegan a utilizar soldados alemanes pues se cobra a tanto alzado por cadáver y se permite un mercado negro de objetos robados.

El otro timo lo diseña un resentido Edouard Péricourt que utilizará sus dotes artísticas para dibujar proyectos de mausoleos y captará fondos, con la ayuda de Albert, para supuestamente construir esos monumentos a la mayor gloria de los caídos. En realidad, el objetivo es trincar la pasta de ayuntamientos u hombres adinerados como el propio padre de Edouard, el banquero Péricourt, y huir con el dinero a algún lugar de las colonias francesas en ultramar.

La novela tiene un ritmo endiablado, una gran agilidad y dibuja de manera precisa a los personajes haciendo que, desde el principio, odiemos al despreciable Pradelle mientras nos compadecemos, a pesar del timo que van a dar, de Albert y Edouard. Y también tienen protagonismo, no solo el banquero Péricourt y su hija, la infortunada esposa de Pradelle, que tiene un hijo al final de la novela; sino que también hay varios personajes secundarios con mucha presencia e importancia en la trama.

La novela refleja el clima de miseria moral existente en esa postguerra. De los dos timos, el de captar dinero para hacer monumentos sin tener más objetivo que quedarse con el dinero es ficticio, aunque como dice Lemaitre pudo haber ocurrido. En cambio, los desmanes de Pradelle no son ficticios y, efectivamente, hubo un escándalo por exhumaciones militares que estalló en 1922 en una mecánica parecida a la que muestra la novela. Así pues, aparece esa crisis de moralidad a la cual no es ajena nuestra época. Si en aquel momento se traficaba y ganaba dinero con cadáveres, en los últimos años se ha hecho con mascarillas mientras había gente muriendo en la UCI. Como decía el comisario Guthrie McCabe, interpretado por James Stewart en Dos cabalgan juntos, siempre hay que estar atento a cómo está el mercado.

Francia ganó la guerra, pero perdió la paz. Conocemos, a través de Edouard y Albert que viven precariamente, la situación difícil a la que se enfrentaron muchos excombatientes, con un gran número de  lisiados, y que se enfrentaron a duras condiciones de vida en su readaptación a la vida civil. Pero esa triste realidad del Paris de postguerra convive con la corrupción en las esferas políticas y económicas del país. Si Italia perdió la paz y cayó en el fascismo en 1922, al estado francés le costó más, pero, sin duda, la I Guerra Mundial fue una losa que el país arrastró hasta su colapso en 1940.

Seguiré con la trilogía de Lemaitre ya que me lo he pasado muy bien.

 

lunes, 18 de marzo de 2024

ATLÉTICO 0- BARÇA 3

 

El Barça confirmó la buena línea y atropelló al Atlético en el Metropolitano. Es evidente que se ha recuperado la fortaleza defensiva. La irrupción de Cubarsí, la mejora del estado de forma de Koundé y el retorno tras la lesión de Ter Stegen ha sido clave para ello. Por ahora, se ha acabado el cachondeo de hace unas semanas, cuando el Villarreal te metía cinco goles o el Granada tres.

La primera parte fue bastante mala por ambos equipos que iban, sobre todo el Atlético, con la resaca europea a cuestas. El Barça tan solo creó una ocasión de Rafinha de cabeza y el Atlético ni eso. Pero, a poco de acabar la primera parte, los cracks del Barça hicieron una jugada soberbia. Gündodan fintó para romper líneas y realizó un gran pase hacia el interior del área donde Lewandovski, que estaba escorado, maniobró bien para pasar la pelota al corazón del área, cerca de la frontal de la pequeña y allí, un Joao Félix que no había tocado prácticamente ninguna pelota, cruzó con habilidad la pelota lejos de Oblak. 0-1 y a vestuarios.

El Atlético parecía que iba a poner toda la carne en el asador introduciendo en el campo a Memphis y Griezmann. Pero, a poco de empezar la segunda parte, una pérdida inocente en defensa fue castigada con un balón que llegó a Lewandovski, que se revolvió bien para cruzar la pelota convirtiendo el 0-2.

El Atlético ya no se recuperó del golpe y el Barça jugó a placer. Una jugada de Lewandovski por la derecha la cabeceó Fermín a la red dejando el marcador en el definitivo 0-3. Fermín volvió a demostrar que es un jugador vertical y letal llegando desde segunda línea, un mediocampista que puede mejorar en muchas facetas pero que, si se asienta, puede garantizar muchos goles por temporada y el Barça necesita jugadores que, en esa posición, tengan gol. En lo que lleva de temporada, y jugando relativamente poco, lleva más goles que De Jong en las últimas dos temporadas.

El resto del partido ya fueron minutos de la basura, con el Atlético que, por pundonor, tuvo alguna ocasión bien resuelta por Ter Stegen y un Barça que tampoco se relajó en demasía y pudo haber marcado el 0-4.

Además de la firmeza defensiva, buen partido de Sergi Roberto que, si no se lesiona, puede todavía ser un jugador útil en lo que queda de temporada. Ayer, el centro del campo Roberto-Gündogan-Fermín hizo un partido bastante correcto y constante. Si Pedri y De Jong se recuperan físicamente, Xavi ha de tener en cuenta si van a ofrecer un mejor rendimiento del que ayer dieron Fermín y Roberto.

Ahora, dos semanas de tranquilidad, necesarias especialmente para un Xavi que sigue tan nervioso que le volvieron a expulsar. Ni ganando este hombre puede estar tranquilo.

 

sábado, 16 de marzo de 2024

LA GRAN GUERRA

 

Alberto Crespi realiza una elección bastante obvia y, para hablar de la I Guerra Mundial en el cine italiano, escoge La gran guerra (1959) de Mario Monnicelli.  

La acción se inicia en un centro de reclutamiento y como allí se conocen dos personajes: un idealista anarquista de origen milanés llamado Giovanni y un timador proveniente de Roma llamado Oreste. Oreste fingirá poder interceder por Giovanni ante el oficial de turno y le sablea 20 liras en un inicio cómico. Cuando poco después se reencuentren, primero hay tensión tras una persecución por parte de Giovanni recriminándole el timo, pero luego comprueban que tiene en común una indiferencia hacia el conflicto, nulo patriotismo y ganas de escaquearse, por lo que se hacen camaradas.

El tono cómico prosigue con escenas como, por ejemplo, cuando están tendiendo unas líneas telefónicas y acaban contactando con el ejército austríaco en vez del italiano; pero también convive con describir la realidad del conflicto, las duras condiciones en el frente, así como las inevitables pérdidas humanas. Y, en algunos momentos, el tono es tragicómico, como cuando una gallina se pasea en la zona de nadie entre las trincheras italianas y austríaca siendo codiciada por los soldados de ambos ejércitos.

Giovani y Oreste, siempre dispuestos al escaqueo, se presentan voluntarios para una misión de mensajería y se duermen en un pajar. La ofensiva de los austríacos hace que, al despertarse, esa zona haya sido ocupada y son hechos prisioneros. Debido a la torpeza de Oreste, el comandante austríaco se entera que ellos conocen el lugar exacto en el que el ejército italiano construirá un puente. Amenazados con ser fusilados si no revelan el lugar, y con la misma dignidad que el general de la Rovere de Rossellini, preferirán ser fusilados. En una última gran escena, veremos el contraataque italiano, como los compañeros especulan sobre la posible deserción de los protagonistas y como yacen los cadáveres mientras avanzan las tropas italianas. Mientras que para todo el mundo fueron unos bribones simpáticos, nadie sabrá que murieron como héroes trágicos

Por supuesto, uno de los activos importantes de la película es contar con dos monstruos como Vittorio Gassman y Alberto Sordi, con un papel también para Silvana Mangano, interpretando a una joven prostituta que tiene una relación con Gassman. Y otro activo es el guion de Luciano Vicenzoni y la dirección de Monnicelli, con ese equilibrio entre humor y drama para explicar un acontecimiento histórico tan importante para Italia como la I Guerra Mundial, que influye directamente en el advenimiento del fascismo cuatro o cinco años después.

Crespi destaca el tratamiento de la película desmitificando la épica con la que la monarquía italiana, y luego el fascismo, trataron el conflicto. No solo  en los protagonistas, sino que tampoco en el resto de la tropa, ni en los oficiales, hay un ánimo patriótico por luchar y eso se podría extender a otros países en conflicto; los políticos iban por un lado llevando a Europa al desastre, pero la gente del pueblo fue la que, con poco entusiasmo, pagó el horror en el campo de batalla.

Por ello, fue una película incómoda y que tuvo dificultades para recibir apoyo en los medios oficiales del país hasta que el entonces ministro de Defensa, Giulio Andreotti, leyó el guion y allanó el camino para que se recibiera el apoyo logístico necesario por parte del ejército.

Crespi destaca otra cosa importante que muestra la película. Vemos que, de los dos protagonistas, uno es romano y otro milanés. Pero hay compañeros de otras regiones de Italia, y en la película se pone de manifiesto. Crespi explica la importancia que tuvo el conflicto para acercar gente de distintas partes de Italia que vivían muy aislados unos de otros. Siendo un país joven, con solo unos cincuenta años de existencia, el hecho que en el frente convivieran centenares de miles de soldados de toda Italia contribuyó a forjar una conciencia nacional en las trincheras del campo de batalla.

Película imprescindible por su importancia histórica y por ser una gran película.

 

viernes, 15 de marzo de 2024

NEVADA SMITH

 

El veterano Henry Hathaway dirigió en 1966 Nevada Smith, un western con Steve Mac Queen de protagonista y que explica la historia de una venganza.

Mac Queen da vida a Max Sand, un chico mestizo que vive con sus padres y ve como se presentan en la pequeña explotación minera en la que trabaja la familia tres malhechores interpretados por Karl Malden, Arthur Kennedy y Martin Landau. Sand no puede evitar que sus padres sean torturados y asesinados proponiéndose, desde el mismo momento del entierro, buscar a los tres hombres para vengarse. Ello le llevará bastante tiempo y toda la película.

En principio, Sand es un joven inexperto y conocerá a un comerciante de armas, interpretado por Brian Keith, que le adiestrará en el uso de las armas y otras cuestiones útiles para desenvolverse en el hostil mundo del Oeste en el que ha de encontrar la gente que anda buscando.

Cuando se separa del personaje de Keith, la película se estructura en tres bloques, cada uno dedicado a uno de los asesinos. En el primero, localizará a Martin Landau en un saloon jugando a cartas y, después de un intento de huida, luchará con él en unas cuadras de caballo asesinándolo de un cuchillazo. Posteriormente, comete un atraco para poder ser internado en un centro penitenciario de Louisiana donde sabe que se halla preso el personaje de Kennedy. Utilizando a una chica que morirá en la huida, elabora un plan para fugarse con Kennedy y, una vez fuera de presidio, consumará su  venganza pegándole un tiro en los pantanos por donde huyen.

Finalmente, se infiltrará en la banda del personaje de Karl Malden que no se fiará y tendrá la intuición que, quien se presenta como Nevada Smith, es en realidad Max Sand. A pesar de que Malden confirma sus sospechas y la identidad de Sand, no logra neutralizarlo y queda a su merced en el duelo final, comprendiendo entonces el personaje de Mac Queen la futilidad que, en realidad, tiene el acto de vengarse.

Rodada en los majestuosos parajes naturales del californiano Inyo National Forest​, y con fotografía de Lucien Ballard y música de Alfred Newman, la película tenía ingredientes para haber sido mejor película de lo que es.

Hathaway filma con eficacia y competencia la película que en ningún momento es aburrida pero la historia, basada en una novela de Harold Robbins, es un poco pobre y el guion no ofrece muchos alicientes, más allá de la venganza y la comprensión final por parte de Sand, tras trabar amistad con un religioso, que la venganza no le reportará más beneficio que colmar su odio, pero sin servirle de nada más.

Si el guion no es muy preciso dibujando la evolución del personaje, la interpretación de un actor poco dado a los matices como Mac Queen tampoco ayuda a hacer más interesante el personaje. Gran actor en el cine de acción, Mac Queen era limitado para ampliar sus registros. Afortunadamente, para la solidez de la película, los malvados están interpretados por secundarios de lujo, todos grandes actores que elevan el nivel del filme y se imponen a Mac Queen.

Un western insuficiente pero agradable de ver.

jueves, 14 de marzo de 2024

LA DISPUTA

 

El retorno de Flotats a Barcelona ha sido espléndido con la adaptación de La disputa, texto de Jean-François Prévand a propósito de un encuentro entre Voltaire y Rousseau, cuando el segundo irrumpe en casa del primero con el objetivo de saber quién es el autor de un panfleto anónimo en el que no quedado bien parado.

Nos lo pasamos bien en la hora y media que dura la representación, en la que se parte de un texto vivaz que combina el entretenimiento con la divulgación de la obra de los dos pensadores, sus diferencias y sus contradicciones, hablando de la educación, la religión, la libertad, la razón, …

Flotats está inmenso, a sus 85 años, dando vida a un Voltaire cáustico e irónico; pero le da muy bien la réplica Pep Planas interpretando a un Rousseau inconsolable, dolorido e incluso angustiado.

Lleno absoluto en la platea del Romea y diría que muy buena entrada en los anfiteatros. Gran noche de teatro. 

miércoles, 13 de marzo de 2024

BARÇA 3- NÁPOLES 1

 




El Barça venció y convenció accediendo, después de cuatro temporadas, a los cuartos de final de la Champions. Empezó con energía, presionando arriba y con mucha intensidad. Fermín, un jugador joven que aún tiene mucho que aprender pero que también tiene muchas virtudes a explotar, mostró su vocación ofensiva pisando área y rematando a la red una buena jugada de Rafinha por la banda izquierda, mucho más activo que cuando esa posición de ataque la ocupa Joao Félix, ayer suplente. A los tres minutos, Lamal, en una jugada de, como dijo Aguirre con cariño, rata, se llevó una pelota haciendo un sombrero y el muy sinvergüenza condujo unos treinta metros para, en un gran pase, habilitar a Rafinha delante del portero napolitano. El balón fue escupido por la madera, pero Cancelo, atento a la jugada, marcó el 2-0 cuando aún no habían transcurrido veinte minutos de partido.

 El Barça bajó un poco el ritmo, imposible de mantener, y el Nápoles entró en el partido pues hasta ese momento había sido barrido por el Barça. Sobre la media hora de juego, una buena combinación en ataque propició el 2-1 y la cosa se podía haber complicado pues Ter Stegen realizó una gran parada a un cabezazo de un delantero italiano mandando el balón a córner.

El balance al llegar al descanso fue positivo. El Barça había sido superior, jugado aceptablemente bien, con ganas e intensidad, aunque el Nápoles estaba tocado, pero no noqueado y se mantenía vivo en la eliminatoria.

En la segunda parte, los primeros minutos fueron del Nápoles y temíamos que se viera algo parecido al partido de ida, en el que el Barça dilapidó la ventaja y permitió el empate. Pero ayer Xavi acertó con los cambios, sobre todo con la entrada de Sergi Roberto por un ya cansado Fermín. Roberto dio consistencia al medio campo y el Nápoles empezó a ceder terreno, Gündogan adelantó la posición y se crearon ocasiones, haciendo intervenir en varias ocasiones al portero napolitano. No obstante, y pese a merecerlo, el tercer gol no llegaba y hubo un momento muy peligroso cuando el Nápoles pudo marcar el 2-2 en un remate de cabeza desde la frontal del área pequeña. Hubiera sido injusto porque el Barça tenía más ocasiones, pero cuando estás a un gol de empatar estás vivo en la eliminatoria.

Pero, a falta de unos diez minutos, llegó el tercer gol en una espléndida jugada. Gündogan filtra hacia el interior del área un balón a Roberto y éste, delante delportero, se saca una asistencia a lo Laudrup para Lewandovski que marca a placer. Con el tercer gol, quedó finiquitado el partido aunque Romeu, bastante desacertado, tuvo una pérdida que pudo ser el 3-2.

Ayer el equipo estuvo muy bien. Los jóvenes empujaron, Cubarsí se doctoró en Europa y muy buenas aportaciones de Lamal y Fermín. Los demás no desentonaron, mostraron ganas y sudaron la camiseta ofreciendo un digno nivel.  A esperar un sorteo benévolo y a soñar, que es gratis.

 

lunes, 11 de marzo de 2024

DIAZ: NO LIMPIÉIS ESTA SANGRE

 

Siguiendo con el libro de Crespi sobre la historia de Italia en 15 películas, veo Diaz: No limpiéis esta sangre, dirigida en 2012 por Daniele Vicari.

Crespi escoge esta película para el momento histórico del cambio de siglo. La película recoge, en un tono semidocumental, los sucesos que tuvieron lugar en la cumbre del G-8 en Génova, celebrada en julio de 2001, con una brutal represión policial que supuso, según declaraciones de Vicari que recoge el libro de Crespi, una suspensión de facto del Estado de Derecho. Después de un clima de tensión y algaradas en las calles, el punto más conflictivo vendría cuando la policía irrumpió de noche en una escuela, cedida para la ocasión por el Ayuntamiento genovés, en la que se hallaban descansando grupos que participaban en las protestas. La policía justificó con pruebas falsas su intervención, hubo muchas detenciones y se llegó a practicar tortura, un crimen que no estaba tipificado en el Código Penal italiano en aquel año 2001. Se incorporó posteriormente al Código Penal en el año 2017, con un tipo agravante si se producía por parte de un policía en un interrogatorio pero, según noticias de prensa de hace un año, Giorgia Meloni quería abolirlo. No parece que, ahora mismo, haya conseguido derogarlo, pero tan solo la propuesta de llevarlo a cabo es toda una declaración de intenciones de la primera ministra italiana.  

Aunque habían pasado diez años, Vicari prefirió no rodar en los escenarios donde tuvieron lugar los hechos y ser rodó en parte en Rumanía, reproduciéndose en ese país la escuela que fue asaltada por las fuerzas policiales italianas.

Como película, Diaz; no limpiéis esta sangre me resulta insuficiente. Vicari opta por crear un clima de horror, filmar la película de manera coral contribuyendo a hacerla más compleja y exponer de manera cruda alguna de las torturas, como cuando los policías desnudan y amedrentan a una joven manifestante en la comisaría.  Pero no me ha gustado la manera de narrar de Vicari, me parece atropellada, con flash backs que generan confusión y contribuyen a que sea dispersa.  Creo que es una película narrativamente espesa a pesar de que lo que expone es muy interesante.

Crespi explica que, catorce años después de los sucesos, el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo sancionó al Estado italiano y criticó esa falta de regulación del delito de tortura. El estado italiano subsanó dos años más tarde esa carencia y está por ver si Meloni se saldrá con la suya y logrará abolirlo. Parece que Crespi, que editó la última versión del libro en 2018, mucho antes de la llegada al poder de Meloni, escribe de manera profética al final del capítulo: Siamo un Paese in cui molti fantasma non sono morti e, come cantava Franco Califano, non escludono il ritorno. . 

domingo, 10 de marzo de 2024

LOS TRES PADRINOS

 

Considerada como un título menor de Ford, Los tres padrinos es una película no exenta de interés y que contiene en muchos momentos cine de alta calidad.  

Ciertamente, y comparado con otros westerns, es una historia muy sencilla. Tres ladrones de caballos (John Wayne, Pedro Armendáriz y Harry Carey jr.) deciden atracar un banco en una ciudad recién fundada en Arizona. Escapan, pero se adentran en el desierto y se les ha acabado el agua, con lo que su situación es muy mala ya que el sheriff del pueblo (Ward Bond) les persigue bloqueando los puntos del territorio que pueden contener agua. Vagando por el desierto, encuentran en un carromato una mujer que está a punto de dar a luz mientras su marido ha desaparecido. Asisten a la parturienta y, mientras ésta agoniza, le prometen que se harán cargo del neonato. Machacarán cactus para extraer agua y seguirán andando con el pequeño, intentando llegar a una ciudad y ponerlo a salvo, sacrificando cualquier situación personal en beneficio del menor. Armendáriz y Carey pagarán con la vida ese sacrificio y solo Wayne logrará poner al bebe a salvo y enfrentarse a un proceso judicial, muy peculiar en sus normas procesales, por el que será condenado a una pena suave de un año de prisión tras el cual se supone se hará cargo de su ahijado, provisionalmente cuidado durante ese año por el sheriff y su mujer.

Situada entre obras de mayor calado, Fort Apache y La legión invencible, parece que Ford escogió esta historia para hacer un homenaje a Harry Carey, desaparecido el año anterior, así como mejorar haciéndola en color una versión anterior que él mismo realizó en 1919. El hecho de rodar películas sencillas después de haber dirigido obras de gran complejidad fue un patrón que también vio nacer a Caravana de paz o La taberna del irlandés.

Aunque la historia sea sencilla, Ford llega a alcanzar un intenso lirismo al rodar una historia, con momentos tan dramáticos, apoyándose en la fotografía de Winton Hoch y los incomparables escenarios del californiano Valle de la Muerte. Así pues, se trata de una película muy brillante en el aspecto visual y con momentos muy emocionantes, aquellos en que los personajes ya no pueden soportar más la dureza del territorio, pero sienten un deber hacia el pequeño. Así, es Carey el primero que cae exhausto por haber renunciado a beber agua que necesita el pequeño; luego será Armendáriz quien accidentalmente caiga y se rompa una pierna ante lo cual, y como haría años más tarde en la vida real al saber que tenía un cáncer de estómago, se suicida pegándose un tiro.

Solo Wayne seguirá con grandes dificultades con el niño en brazos y, en unas escenas en que asoma el catolicismo de Ford y están admirablemente bien filmadas, se obrará un pequeño milagro y aparecerán unos animales de carga con los que podrán volver a la ciudad en que se había iniciado la acción y el pequeño quedará a salvo. El epílogo del filme es más relajado, aflora el sentido del humor de Ford y se celebra un juicio, siendo la sala de audiencias el propio bar del pueblo, en el que el juez condena con un gran margen de discrecionalidad al reo a un año de prisión e, inmediatamente después de golpear con un mazo dando fin al juicio, se pide un bourbon.

Una obra menor con momentos de obra mayor y, en cualquier caso, estimulante película de Ford. 

sábado, 9 de marzo de 2024

WHO IS ME PASOLINI

 

A partir del hallazgo, después de la muerte de Pasolini en noviembre de 1975, de un texto de poesía, Poeta de las cenizas, inédito en aquel momento; Àlex Rigola montó hace ya algunos años la obra Who is me Pasolini, en la que se da vida a esa especie de ajuste de cuentas que realiza el propio Pasolini hacia su propia persona cuando ha sobrepasado en poco los cuarenta años ya que el texto es de 1966.

Vemos el montaje en el Heartbreak hotel en unas condiciones singulares que no había visto antes en un teatro. Después de que, en el vestíbulo del teatro, Rigola nos haya hablado de la figura de Pasolini y explicado qué nos encontraremos, accedemos a una caja grande de madera, un contenedor de los que sirven para guardar obras de arte, con una capacidad para treinta espectadores. Allí ya nos espera el actor argentino Gonzalo Cunill que, vestido con el uniforme de la selección italiana de fútbol, se mete en la piel de Pasolini haciendo un monólogo de poco más de una hora de duración. El monólogo solo es interrumpido, accionando el ordenador el propio Cunill,  por una proyección de rostros que aparecen en las películas más significativas de Pasolini, un momento de El evangelio según San Mateo del principio de la película con la jovencísima Virgen María que escogió para la película y un rato en que Cunill dibuja en una gran lámina un esquema de una familia burguesa, para hablar luego de la obra y película Teorema, haciendo luego una bola con la lámina y dándole patadas contra una de las paredes, retumbando dentro de la caja cada impacto. Salvo estos momentos, el resto es un monólogo en el que el propio Pasolini desgrana algunos de los momentos más importantes de su vida, su pensamiento y su obra. Así explica la entrañable relación con su adorada madre, su incomodidad ante un padre fascista, el asesinato de su hermano por partisanos comunistas, sus primeras publicaciones en dialecto friuliano, cómo llega al cine buscando otra herramienta para explicar su universo al margen de las letras, … en definitiva, un repaso de la vida de un hombre entrado ya en la cuarentena de años

El texto es muy denso, así como muy interesante teniendo en cuenta la dimensión de Pasolini, un profeta cuyo pensamiento está siempre de actualidad en un momento en que el capitalismo más descarnado, la manipulación a la que está sometida la gente y la falta de valores caracterizan las sociedades occidentales y las llevan a un proceso de degeneración moral y corruptibilidad. Un texto que, situados ahora y tras saber las circunstancias de su muerte el día de todos los difuntos de 1975, adquiere carácter premonitorio cuando lo escribió nueve años antes.

Gran montaje, gran interpretación de Cunill y un momento para recordar a un hombre cuyo legado va reivindicando el paso del tiempo.

 

BARÇA 1- MALLORCA 0

 

El Barça de Xavi ganó 1-0 al Mallorca y sigue con respiración asistida en la Liga, no tanto por la distancia en puntos (a cinco del Real Madrid con un partido más) sino por el juego pésimo que exhibe.

La primera parte fue tan mala que casi ni me fije. ¡Vaya!, como si no la hubiese visto. Un juego espeso en ataque con pocas ocasiones, apenas el penalti que provocó Rafinha y marró Gündogan, y la única acción destacada del casi siempre decepcionante Joao Félix, en un chut ajustado al palo.

En la segunda parte se pusieron más ganas. Fermín, que salió al campo sustituyendo al lesionado Rafinha poco antes del descanso, agitó con su dinamismo habitual el partido junto a un bullanguero Tigrinho, sustituto del abúlico Joao Felix. Al jugador brasileño se le vio con muchas ganas y se agradece el esfuerzo frente a otros jugadores consagrados que sudan poco la camiseta.

Pero el factor diferencial volvió a venir de las jugadas de Lamal. Sin estar haciendo un gran partido, dejó dos destellos de super clase. En el primero, un chut muy potente hizo temblar el travesaño de la meta mallorquinista pero, en el segundo, tirando a colocar con la izquierda desde una posición parecida, la clavó en la escuadra y resolvió el partido.

Poco más a partir de entonces. Una buena combinación en ataque dejo a Gündogan en buena posición para el disparo pero, ayer, el jugador teutón tenía las piernas de mantequilla y el balón llegó manso al portero mallorquinista. Poco después, y para amarrar el resultado, Xavi retiró a Gúndogan y puso en el campo a Oriol Romeu.

Y el próximo martes, el partido más importante de la temporada. Las sensaciones son malas, pero hay que tener fe y pensar que el Nápoles también tiene sus carencias y limitaciones que le hacen transitar octavo en la liga italiana. 

jueves, 7 de marzo de 2024

YO, CAPITAN

 

Después de décadas sin pisar el Teatre Principal de Vilanova, voy con Jordi a ver Yo, capitán. No me acuerdo de la última vez que estuve en ese cine-teatro, pero sí de algunas películas que vi como 2001, una odisea en el espacio o El loco mundo del pato Donald.

Yo, capitán es una película italiana, dirigida por Mateo Garrone y que concurre como candidata por su país al Óscar a mejor película extranjera.

Explica la historia de dos adolescentes, Seydou y Mousa, que salen de su Dakar natal con la idea de llegar a Europa. Han estado ahorrando dinero para el viaje durante unos meses y se van sin avisar a sus familias.  El viaje empieza mal en Mali, donde no podrán engañar a unos soldados con pasaportes falsos, aunque podrán seguir adelante pagando un soborno. También pasan por Níger y las dificultades aumentan de manera dramática al pasar por Libia. Abandonados por los guías que los llevan en vehículos, los dos adolescentes, junto con un grupo de emigrantes que tienen el mismo objetivo, vagarán por el desierto y Seydou se verá impotente cuando una mujer caiga desplomada y todo el grupo sigue su marcha, cosa que deberá él también hacer con mucho pesar y sin acabar de prestarle el auxilio debido. Más tarde, serán atacados por una facción armada libia. Los miembros de la banda les robaran el dinero, los separarán, yendo a parar a distintas cárceles y la película se centra en Seydou, quien será vendido como esclavo junto a un emigrante que sabe de albañilería y conseguirán la libertad haciendo una fuente para un cacique local que tiene una casa lujosa en el desierto.

Una vez llegados a Tripoli, Seydou se despide del albañil ya que su prioridad es reencontrarse con su primo Mousa y culminar el viaje a Europa. Se emplea durante un tiempo como albañil esperando a Mousa que, finalmente, aparece en Tripoli pues ha podido escapar de una prisión, aunque ha sido herido en una pierna y necesita asistencia urgente siendo Europa el sitio ideal para acceder a ella por la gratuidad del sistema sanitario. Con el dinero ganado en la obra, Seydou se arriesgará y contactará con unos tipos que le ofrecen un pasaje en un barco para llegar a Sicilia y, como es menor de edad, le invitan a ocupar el puesto de capitán del barco a cambio de hacerles un 2 x 1 en la tarifa que incluya a Mousa.

En la parte final, se explica la travesía marítima, con dificultades para los pasajeros, como una mujer embarazada, y las llamadas por móvil desesperadas de Seydou ante las que no hay respuestas claras por parte de las autoridades. Pero, finalmente, el pequeño barco, atestado de inmigrantes, llega a Sicilia.

Garrone construye un filme potente, visualmente espectacular con los parajes naturales del desierto del Sáhara y narrando con buen ritmo una odisea con momentos odiosos de violencia, como si el infierno estuviera en la Tierra, pero también destacando otros de solidaridad entre los infortunados emigrantes y de Seydou hacia su primo.  Creo que la película logra un equilibrio justo, no se ignoran los peligros del viaje y la gentuza, sobre todo las incontroladas partidas armadas libias, con la que se encuentran los protagonistas; pero no hay una exhibición gratuita de la violencia en la parte en que los protagonistas pasan más dificultades y su vida está en peligro. Ante una situación dramática, y para explorar mejor a Seydou, el verdadero protagonista del filme, Garrone introduce unas secuencias oníricas que encajan bien en la película.

No es que la película explique toda la tipología de emigrantes que recorren esas rutas infernales, desérticas y marítimas, en el segundo caso infernales por culpa de los precarios medios de navegación de que disponen. Se centra en dos muchachos adolescentes con un relativo, dentro de lo que es Senegal, bienestar económico. Tienen 16 años, están escolarizados, tiempo libre como para trabajar sin conocimiento de las familias para ganar dinero y ahorrarlo para el viaje, así como disponen de teléfono móvil. Un móvil que, tanto aquí como allí, es un instrumento negativo y, en su caso, les muestra una imagen de Europa ensoñadora que los anima a arriesgar sus vidas en un peligrosísimo viaje.

Una película notable y necesaria. 

martes, 5 de marzo de 2024

NUBES PASAJERAS

 

Siguiendo con Kaurismaki, veo Nubes pasajeras, película rodada en un ya lejano 1996.

Es la historia de un matrimonio que no nada en la abundancia, han comprado a crédito una biblioteca y una moderna televisión en color con mando a distancia. Pero las cosas de complican cuando la mujer (Ilona), que trabaja como maître en un restaurante llamado Dubrovnik, pierde su empleo ya que la propietaria lo vende; y el marido (Lauri) es despedido de su empleo como conductor de tranvías ya que algunas líneas han dejado de ser rentables. El despido es especialmente cruel porque el empleador dice que ha de echar a algunos trabajadores y se juegan quién se va a las cartas.

Parece que Lauri encuentra un trabajo como chofer, pero es descartado al no superar el examen médico pues tiene problemas de audición en uno de los oídos. Ilona también encuentra trabajo, pero en un bar-restaurante en el que tiene que asumir todas las tareas y el propietario es un tipo siniestro, que no tiene los papeles administrativos en regla por lo que la policía se persona en el local para clausurarlo. Al haber dejado dinero a deber a Ilona, Lauri se presentará en casa del propietario con la intención de cobrar, pero el tipejo está con unos amigotes, igual de siniestros o más, jugando una timba y le darán una paliza dejándolo malherido en un muelle de Helsinki.

Hacia el final de la película, un antiguo trabajador del Dubrovnik se encontrará con Ilona y la convencerá que monté su propio restaurante. En principio, los bancos no quieren prestar dinero a gente tan insolvente, sin más capital que 8.000 marcos que Lauri ha conseguido vendiendo su coche pero, de manera providencial, Ilona se reencuentra con la antigua propietaria del Dubrovnik, que les presta capital para la puesta en marcha del negocio. En principio, parece que no tiene éxito pero, finalmente, hay un cierre optimista con el restaurante lleno de gente y los protagonistas mirando hacia las alturas desde la puerta del local. No obstante, también aparece antes el excocinero del Dubrovnik, que encuentra a Ilona casualmente y vemos como acaba en una clínica de desintoxicación alcohólica.

Kaurismaki ya tenía en 1996 el estilo que le ha acompañado siempre. Como declaración de intenciones, en un momento en que los protagonistas van al cine aparecen dos posters de películas: El dinero de Robert Bresson y L’Atalante de Jean Vigo.

Con diálogos escasos y cortos, y dirigiendo a los actores para que se muestren de forma inexpresiva, Kaurismaki lo fía todo al poder de las imágenes y consigue que nos metamos en la historia, empaticemos con este matrimonio al que no le salen las cosas, víctimas de una sociedad capitalista que los margina laboralmente y no les da oportunidades de promoción al negarles el crédito los bancos, y nos complazca que la película acabe con un halo de esperanza en esa última bonita escena con los dos protagonistas mirando hacia el cielo.

Si el humor aparece, como en otras películas del director finés, de forma fría y contenida; el dramatismo aparece igualmente de forma contenida, no hace falta enfatizar las situaciones ni sobrecargarlas, la exposición más sencilla es la que funciona mejor.  Y en eso Kaurismaki es un maestro.

 

lunes, 4 de marzo de 2024

ATHLETIC 0- BARÇA 0

 

Xavi y Laporta dijeron que el equipo estaba en buena racha y aún había Liga.  A pesar de que la buena racha se produjo ante Osasuna, Alavés, Granada, Celta y Getafe; ganando alguno de los partidos de manera penosa para acabar con 13 de 15 puntos posibles, se podía comprar, con mucho escepticismo por mí parte, el discurso y concederles el beneficio de la duda antes de una salida de las que diríamos difíciles, el campo del quinto clasificado de la Liga.

El resultado fue decepcionante. Mas que por no haber podido ganar, porque tampoco parece que se pusiera mucho empeño en la victoria y hasta dio la sensación de que se conformaban con el empate. Y es que el punto se podría considerar como bueno si se trata de consolidar una plaza en Champions, pues mantienes la ventaja con el Athletic y le ganas el gol average. Pero, si se trataba de apurar las opciones de ganar la Liga después del empate del Real Madrid en Mestalla, es incomprensible tan poca ambición, tanto dentro del terreno de juego como en la banda.

El Athletic demostró la misma falta de ambición respecto a ganar un puesto en Champions y da la impresión de que, con el gran objetivo de ganar la Copa tras cuarenta años, ya están cómodos en una quinta plaza y ven muy improbable quedar entre los cuatro primeros. Valverde cambió a varios jugadores respecto al partido de Copa, jugando con gente poco habitual y muy jóvenes. Sus declaraciones en rueda de prensa posterior al partido confirman esta impresión, calificó el punto obtenido de puntazo.

Lo único salvable del Barça fue el primer cuarto de hora en que pareció salir con más ambición e ideas claras. Pero fue un espejismo que duró poco y el partido se equilibró, el Athletic empezó a comerle terreno al centro del campo azulgrana, que ya había perdido por lesión a De Jong, y movía bien la pelota, intentando entrar por las bandas, pero con una evidente falta de calidad técnica en algunos de sus jugadores. El Barça solo creó peligro en una irrupción del animoso Fermín, que tapó el portero, y el posterior rechace que recogió Cancelo chutando de manera precisa desde unos cuarenta metros y obligando a, entre Unai Simón y un defensa, sacar la pelota prácticamente debajo de la línea de gol. Antes de que acabara la primera parte, enésima lesión de Pedri, que ya no deja dudas en cuanto a que sus reiterados problemas musculares son muy preocupantes.

La segunda parte fue tan mala que ninguno de los dos equipos llegó a chutar con peligro entre los tres palos. Y eso que el partido fue intenso, pero es que los jugadores no daban para más ni en uno ni en otro equipo. En el caso del Athletic, por falta de capacidad de los suplentes que casi conformaron el once inicial y, en el caso del Barça, porque llevan meses sin ningún plan de juego y solo cabía la esperanza de que, en un arranque de calidad individual de algún jugador como Lamal, se produjera una jugada de peligro que acabara en gol. 

Prácticamente inéditos los porteros, Xavi contribuyó con sus cambios a elevar el nivel de bochorno del equipo. Sin que constara ningún problema físico, realizó un incomprensible cambio sacando del equipo a un Cubarsí, cada día más asentado, para poner a Iñigo. Y remató la faena haciendo entrar al terreno de juego al inoperante Joao Félix, manteniendo en el campo al no menos inoperante Lewandovski (que frenó su racha goleadora a la que se encontró con una defensa con un poco más de nivel que en los cinco partidos precedentes) y un cambio hombre por hombre al entrar Romeu por Cristiansen, jugador éste último que también dejo ver las costuras como pivote defensivo cuando el rival tiene un poco de nivel ya que era incapaz de sacar jugada la pelota. Aunque parecía que era la última oportunidad de engancharse a la Liga, Xavi se siguió comportando como un cobarde, manteniendo la jerarquía de tener en el campo al desacertado Lewandovski antes que poner a Guiu, que le salvó el culo en el partido de ida en Montjuich cuando el partido parecía acabaría en empate a 0; o dar entrada a Tigrinho que, ya que va a costar 60 millones, se supone que ha venido a jugar minutos importantes.

Veremos qué pasa en los próximos compromisos, pero la marcha del equipo, al igual que las lesiones de De Jong y Pedri, no pinta nada bien.

 

 

 

domingo, 3 de marzo de 2024

LA ROSA PÚRPURA DE EL CAIRO

 

Rodada en 1985, La rosa púrpura de El Cairo me ha parecido, después de varias décadas sin verla, una de las mejores comedias de Woody Allen y en la que más claramente logró plasmar su gran talento.

A partir de la fantástica y descabellada idea que un personaje pueda salir de la pantalla de un cine e interactuar en la realidad con Cecilia, la desdichada protagonista para la cual el cine es una válvula de escape de una vida miserable causada por un marido maltratador y la realidad socioeconómica de la Gran Depresión, Allen establece un diálogo entre ficción y realidad; así como el poder del cine como el gran espectáculo de masas y evasión del siglo XX. Lo era en los años 30 en que se ambienta la película y lo seguiría siendo hasta prácticamente el final del siglo, antes que Internet y las plataformas televisivas lo hirieran de muerte y se encuentre agonizante en esta tercera década del siglo XXI.

Allen plantea una película con una excelente recreación de una ciudad de New Jersey en los años 30, una cuidada banda sonora y unas situaciones de comedia muy divertidas que no ocultan la dramática situación de Cecilia. Subyugada por un marido alcohólico, haragán, mujeriego y maltratador, Cecilia tendrá que escoger entre el personaje ficticio, el explorador Baxter, o el actor real que lo ha interpretado, Gil Sepherd; y escogerá a este último, es decir, el engaño y mentira asegurada que le vendrá impuesta por la cruda realidad frente a la fidelidad de un personaje que, en realidad, no existe.

Es una película de corto metraje, escasos 80 minutos, y es un acierto de Allen porque la película está muy bien, pero alargarla probablemente la hubiera estropeada. La idea da para hacer una estupenda película de esa duración pero, por la sencillez de la historia, hubiera pedido fuelle con más duración.

Mia Farrow, en un momento de su carrera espectacular con esas colaboraciones con Allen en los ochenta, está maravillosa en su interpretación de la sufrida, dulce, ingenua y soñadora Cecilia. Su rostro en el plano final, mientras ve a Astaire y Rogers cantando y bailando Check to Check, resulta conmovedor y da pie a un gran final de la película.

 

MÁS RÁPIDO QUE EL VIENTO

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