lunes, 9 de diciembre de 2024

LA VOZ. POR QUÉ IMPORTA SINATRA.

 

Pete Hamill no escribió con La voz. Por qué importa Sinatra una biografía al uso, que recorriera toda la vida del cantante a lo largo de sus 82 años de vida, sino que destacó los trazos más importantes para él a la hora de definir a un hombre como Sinatra, del cual fue amigo en la madurez del cantante pues se llevaban veinte años. En primer lugar, Hamill hace un retrato de Sinatra como un hombre que, al contrario que en sus primeros años, llega a tener buenas relaciones con periodistas como él, de la costa Este. Y ese retrato es el de un hombre al que califica de gran lector, aficionado a la pintura con algunas obras propias, seguidor de deportes como boxeo o beisbol, gran bebedor y, por supuesto, mujeriego. Un hombre con el que, sin llegar a tener una amistad íntima, sí llega a establecer una buena relación de amistad.

Para Hamill, Sinatra es uno de los italoamericanos más importantes del siglo XX porque, junto a Joe DiMaggio y Fiorello Laguardia, conforman los ejemplos de hijos de inmigrantes italianos que triunfan en América y dejan atrás la estigmatización en que una gran parte de la sociedad americana los tenía. Sinatra tenía presente esa estigmatización en episodios que quedaron en la memoria de los inmigrantes italianos, como un linchamiento que se produce en 1891 asaltando una prisión en Nueva Orleans al haber sido exonerados de culpa unos italoamericanos acusados de asesinar a un policía corrupto. Un linchamiento que, en la descripción que hace Hamill, recuerda el que ocurre en Furia, la película de Fritz Lang. Aunque eso sucediera mucho antes que Sinatra naciera, era algo que tenían presente los italoamericanos y también explica la sinceridad que tuvo al favorecer la lucha de los derechos civiles de la población negra. Él se había sentido de una minoría ninguneada, cuando no vejada, por los WASP.

Hamill nos habla de los padres y abuelos de Sinatra, provenientes de Sicilia por parte paterna y Génova por la materna. Luego recorre los inicios del cantante, su ascenso en los años de la II Guerra Mundial y su crisis a finales de los años 40. Desde que empieza a cantar, trabaja duro haciendo que el micrófono fuera el instrumento de su voz, se foguea en las orquestas de Harry James y Tom Dorsey y llega a Hollywood con un contrato en la MGM. Pero, llegado a esos últimos años de los 40, queda relegado en las listas de éxitos, sus fans se han hecho mayores, surgen nuevas modas, su vida personal es turbulenta tras separarse de su primera mujer y casarse con Ava Gardner, e incluso llega a perder durante un tiempo la voz por una afección. Y, contra pronóstico, remonta el vuelo. En una pequeña compañía de discos, Capitol, encuentra a Nelson Riddle, al que Hamill dedica unas páginas explicando su vida, porque es clave en el despegue de Sinatra. Sus arreglos de canciones, que en muchos casos ya había cantado Sinatra, hace que suenen nuevas y conecten con la figura del artista. Combinando de forma perfecta el ritmo adecuado, con partes suaves o altisonantes, alegres o tristes, la voz de Sinatra contagia emoción, nostalgia, soledad, vigor, ternura, felicidad, excitación, …

Con todo ello, Sinatra configura una nueva masculinidad que Hamill explica así: Sinatra encontró paulatinamente un camino para filtrar la ternura dentro de su actuación sin dejar de ser masculino. Cuando finalmente tomó las riendas de su propia carrera, perfeccionó el papel de Tierno Tipo Rudo legándolo a varias generaciones de estadounidenses. Ese arquetipo no existía antes de él en la cultura popular americana. Esa es una de las razones por las que sigue importando: Frank Sinatra creó un nuevo modelo para la masculinidad estadounidense. Como señala en otra parte del libro, Sinatra empieza teniendo más admiradoras que admiradores ( es, tal vez, el primer cantante que provoca y sufre el fenómeno de las fans, chicas que hacen colas kilométricas para asegurarse entrar en sus conciertos), pero acaba teniendo más admiradores que admiradoras. Se ganó a todos los públicos.

Hamill se para aquí, tras los éxitos con Capitol y la mejoría en su posición de actor en Hollywood tras De aquí a la eternidad. Como dice el autor: Todo lo que vino con el regreso – el Rat Pack, la fanfarronería, la arrogancia, la fortuna creciente, los cortesanos – es a fin de cuentas poco relevante.

Lo que importa es un italoamericano al que todos quieren parecerse en los EEUU y en medio mundo, que conecta con unas reivindicaciones decentes en la lucha por los derechos civiles, que estando en el pozo resurge hasta llegar a la cima y, como dice Hamill, al final, su expresión más perdurable está en esa música. 

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