Tras ver Historia de un
detective (1944), segunda adaptación cinematográfica de Adiós, muñeca,
una de las mejores novelas de Chandler, me decido a leerla de nuevo y
compararla con las dos adaptaciones que he visto, ésta dirigida por Edward Dmitryk
y la que firmó Dick Richards en 1975, con la leyenda Mitchum interpretando a
Philip Marlowe.
En Historia de un detective,
el actor que interpreta a Marlowe es Dick Powell, que hace un buen trabajo,
pero queda muy por debajo de la caracterización de Mitchum. Al igual que en el
filme posterior de Richards, en Historia de un detective Marlowe es
contratado por el gigantesco hampón Moose Malloy para encontrar, tras haber
pasado ocho años en prisión por un atraco, a su novia Velma Valento. En cambio,
en la novela, Marlowe se halla, accidentalmente por seguir un caso de divorcio,
en el mismo lugar al que acude Malloy para saber el paradero de su novia y ve
como el hampón mata al propietario de un bar en que trabajó Velma. Será por
cuenta propia que empezará a investigar lo que ha hecho Malloy tras la llegada
de un teniente de la policía llamado Nulty.
Ese bar, Florians, tanto en la novela como en
la adaptación de Richards es un local que, en los ocho años que Malloy ha
estado a la sombra, se ha convertido en un local de negros. En una película de
la RKO de 1944 se debía obviar que un local para blancos se hubiera convertido
en uno para negros. La película de Richards va más allá incluso en el tema del
racismo y resulta muy convincente su presencia en el retrato que hace de Los
Ángeles en el verano de 1941. Nulty llega tarde, tras el aviso de Mitchum de
que se ha producido el crimen, ya que no está especialmente interesado en
esclarecer quién ha matado un negro. En el guion de la película rodada en 1975,
se introduce el personaje de un trompetista blanco casado con una negra que se
inmiscuye en la trama al proporcionar a Marlowe una foto falsa de Velma
Valento. Un personaje le comentará a Marlowe que ello truncó su progresión como
trompetista al decirle “casarse con una negra le sacó de la profesión”.
Tanto en la novela como en la
película de Dmitryk, hay un personaje femenino ausente en la versión de
Richards. Es un personaje que encuentra a Marlowe, después de que este haya
quedado fuera de combate cuando acompañaba a Lindsay Marriott en el supuesto
rescate de una joya abonando una suma de dinero. En la película de 1944, esa
chica es la hija de Leuwen Grayle e hijastra de Velma, ahora con el nombre de
Helen Grayle, permitiendo que tenga lugar una parte romántica de la película
con Marlowe incluyendo un happy end.
En la novela, la chica es Anne Riordan, hija de un expolicía al que
echaron del cuerpo unos policías corruptos y que ayudará a Marlowe en algunos
otros momentos, insinuándose también una relación al final, pero sin la
contundencia de la película. La figura que ayuda a Marlowe en la versión de Richards
cuando está en apuros será, faltando ese personaje femenino, el vendedor de periódicos
con el que cruza las apuestas sobre el tiempo que permanecerá imbatido el
beisbolista Joe Di Maggio.
Otra diferencia importante es
el momento en que retienen varios días a Marlowe drogándolo. Tanto en la novela
como en la versión de Dmytrik, es por cuenta de un sanador psíquico llamado
Jules Amthor, aunque en la novela es derivado a un hospital privado dirigido
por un traficante de drogas llamado Dr. Sonderborg. En cambio, en la versión de
Richards, no existe el personaje de Jules Amthor, ni la conexión que tenía este
con Lindsay Marriott, y Marlowe es retenido en un burdel regentado por una
famosa proxeneta de Hollywood y solo puede escapar cuando se organiza un
tiroteo al liarse un sicario de Laird Brunette con una de las chicas de la
madame y provocar los celos de esta última.
Laird Brunette es un personaje
con más peso en la película de 1975 que en la novela de Chandler. En la
película, es un personaje más importante al tener conexión directa con Helen
Grayle y su búsqueda de Moose Malloy ofreciendo a Marlowe una cantidad
importante para que le dé noticias sobre su paradero. En su casino flotante se desarrolla la última
parte de la película y el tiroteo final entre Malloy y Velma. En cambio, en la
novela de Chandler, Laird Brunette es un matón dueño de un local, pero el
casino flotante únicamente aparece como pista donde pudiera estar oculto Malloy
y ni siquiera es propiedad de Brunette sino de otro hampón. Malloy no está en
el barco, pero Marlowe le logra hacer pasar un mensaje y, a la postre, reunir
en su domicilio a Velma y Malloy. En Historia de un detective, el
personaje de Brunette no existe, ni tampoco ningún casino flotante y la trama
se resuelve con más sencillez, aunque sí coincide en el hecho que Marlowe junta
en una casa a Malloy y Velma pero, en un final más melodramático, además están
presentes la hija de Grayel que tendrá el happy end con Marlowe y el propio Sr.
Grayle.
La policía tiene menos importancia
en el filme de Dmitrik, mientras que en la versión de Richards el personaje de Nulty,
interpretado por John Ireland, sí es bastante importante y es el único policía
que, junto a sus subalternos entre los que destaca un policía corrupto interpretado
con gran eficacia por Harry Dean Stanton, habla con Marlowe. En la novela,
Nulty es un personaje que aparece poco y, luego, aparece Randall, el policía
que investiga el asesinato de Marriott, quien tiene más intervención en la
novela. También aparecen unos policías corruptos de Bay City que son los que
llevan a Marlowe a ver a Jules Amthor, mientras la policía no interviene cuando
llevan a Mitchum al burdel en el que es encerrado y drogado, asunto del que se
encargan los sicarios de Brunette (Joe Spinelli y Sylvester Stallone).
En las dos películas, Velma
Valento, o Helen Grayle según su nueva identidad, muere tiroteada, pero en la
novela escapa al encuentro con Malloy y Marlowe. Tras matar a su exnovio, Marlowe
refiere más tarde a Anne Riordan que Randall le explica como Velma es identificada, al
cabo de unas semanas, en un night club de Baltimore por un detective, al cual
mata y luego se suicida cuando se ve acorralada.
Historia de un detective
es una película importante porque es la primera vez que aparece Marlowe en el cine y Dick Powell, que quería dar un giro a su carrera (también se
había postulado para hacer el papel de Fred MacMurray en Perdición), hace una
interpretación correcta. Dmitryk era un director eficaz y tampoco está mal una
actriz como Claire Trevor interpretando a Velma. Es una película solvente y
entretenida. No obstante, hay poco rastro del racismo y la corrupción que está
presente en la novela. Además, el final es muy convencional de acuerdo con los
cánones de una película de Hollywood de la RKO en los años 40.
Adiós, muñeca de Dick Richards
es una obra maestra en la que se juntó mucho talento. Dean Tavoularis en la dirección
artística, Joel Cox en el montaje, John A.Alonzo en la fotografía, David Shire
en la banda sonora … y un gigante como Robert Mitchum, un gran Marlowe salvo
que por edad era un poco mayor para el personaje, junto a secundarios de lujo
como John Ireland, Sylvia Miles, Harry Dean Stanton y una deslumbrante Charlotte
Rampling como Velma. El guion mejora en algunos aspectos la novela, al abordar
de manera más explícita, pero con sutilidad, el racismo en la sociedad americana
y, aunque haya menos personajes de la policía, igualmente retrata la corrupción
policial que tiene mucho protagonismo en la novela.
La novela de Chandler no es demasiada larga, creo que
otras de la serie lo son más, ofreciendo entretenimiento con unos diálogos
llenos de ironía y sarcasmo, de los que saca mejor partido en las películas
Mitchum respecto a Powell. Para algunos, Adios, muñeca es la mejor
novela de la serie Marlowe. En cualquier caso, una relectura de las novelas de
la serie Marlowe se tiene que hacer con un dato que no sabía hace treinta o
treinta y cinco años cuando las leí: para Chandler, Cary Grant era el actor
ideal para interpretar a su detective.