domingo, 30 de marzo de 2025

ENSAYO DE UN CRIMEN

 

No se puede dudar que Ensayo de un crimen es una de las películas más personales de Buñuel, dando rienda suelta a algunas de sus obsesiones adaptando la novela La vida criminal de Archibaldo De la Cruz de Rodolfo Usigli.

El inicio es espléndido con ese niño malcriado, de familia de clase muy adinerada, que ve morir a su niñera por una bala perdida durante la Revolución mexicana mientras le explicaba un cuento y sonaba la melodía de una caja de música, quedando su cuerpo mostrando las piernas, con sus medias, al descubierto, resbalando la sangre y provocando la asociación en el niño de erotismo y muerte. Después del inicio, un intento de Archibaldo de asesinar a una enfermera provocando que esta huya y se precipite por el hueco de un ascensor da pie a que, en un flashback ante un juez, el protagonista le explique todos sus intentos, no consumados, de matar a una mujer.

A partir de aquí, la película pierde un poco de fuerza, aunque es una película divertida, llena de ironía y con elementos surrealistas. Estando el protagonista en una tienda de antigüedades, escuchar la melodía de la caja de música, extraviada tras el saqueo de la casa en el período revolucionario, será la espoleta para activar el recuerdo infantil y que surja la pulsión criminal de asesinar a una mujer para sentirse satisfecho. Los intentos se frustrarán, aparte de por la caída de la enfermera, por un suicidio en el caso de una mujer bastante atrevida con la que tontea y, tras casarse con la chica a la que pretender matar, porque es asesinada por un amante anticipándose a Archibaldo. Estas historias, narrativamente, no son demasiado fluidas, las interpretaciones son mediocres y, por ello, no estamos ante un gran Buñuel pero, en conjunto, se trata de una película muy agradable de ver para los seguidores del genio de Calanda.  No obstante, la película se resiente de un final que no me ha gustado. Tras escucharle el juez y decirle que vuelva por donde ha venido porque el pensamiento no delinque, su encuentro en un parque con el único personaje femenino con el que se ha relacionado y no ha muerto propicia un happy end decepcionante. Este personaje es Lavinia, una guía turística de americanos y de la cual Archibaldo hace un doble en forma de maniquí. Una de las mejores escenas de la película es, frustrado porque la iba a matar y la llegada de unos turistas yanquis lo impide, ver como introduce en un horno crematorio el maniquí.

Archibaldo se parece a otros protagonistas de Buñuel no consiguiendo lo que quiere con lo que no puede culminar sus obsesiones. Eso le acerca al personaje de Fernando Rey en Ese obscuro objeto del deseo o Viridiana, Arturo de Córdoba en Él o Paco Rabal en Nazarín.

Resulta curioso que, en una película de humor negro en el que se producen situaciones divertidas en torno a intentos frustrados de cometer homicidios por parte de Archibaldo, la actriz de origen checo Miroslava Stern, que da vida a Lavinia, se suicidara antes de estrenar la película lo que supuso una gran tragedia. Además, en la vida real fue incinerada como el maniquí que representa su figura lo es en la película. 

sábado, 29 de marzo de 2025

LA VIDA POR DELANTE

 

Una película de Fernando Fernán Gómez que hace tiempo que no veía es La vida por delante (1958), comedia que tuvo éxito en su época y dio lugar a una secuela titulada La vida alrededor.

Es una comedia divertida que trata la vida de dos jóvenes licenciados universitarios, él en Derecho y ella en Medicina, que se enamoran, se casan y viven unos tiempos difíciles por culpa de la inestabilidad laboral de él y las dificultades de ella para ejercer la medicina.

Como comedia la película funciona muy bien. El final es muy divertido con el accidente que tiene Analia Gadé con su biscúter y la presencia de ella y los camioneros en comisaría para dar versiones contradictorias sobre el siniestro. Es como un mini Rashomon y aquí también hay un testigo de los hechos, el gran Pepe Isbert, que cuando le dejan hablar resulta que es tartamudo y no le dio tiempo a decir que él no había visto nada por lo que le habían llevado a comisaría sin que pudiera aportar ningún dato. Pero hay más escenas divertidas, protagonizadas por los padres de los novios o por alguno de los trabajos en los que se emplea Fernán Gomez, como uno en que es profesor en una escuela de chicas; o también son divertidas algunas consecuencias que tienen para los enfermos las recetas o indicaciones que da la recién licenciada en Medicina, así como la luna de miel a la Costa Brava en la que, por diversos incidentes, tal como llegan han de volver a Madrid.  

Todo ello no empaña una visión corrosiva y crítica de aquella sociedad española que se empieza a abrir y en la que comienza el desarrollismo. El personaje de Fernán Gómez no encuentra una buena salida laboral pese a ser licenciado universitario, al igual que alguno de sus compañeros. Y, al margen de la discutible pericia como doctora de Gadé, tampoco es fácil para una mujer abrirse camino en el mundo laboral. En definitiva, un par de licenciados con dificultades incluso para conseguir un piso. Han pasado más de sesenta años, pero esta parte de la película sigue muy vigente. Si en El verdugo una escena muy divertida era ver como mostraban a la pareja protagonista un piso en construcción, pero en un estado ya relativamente avanzado, aquí les “enseñan” un piso indicándoles como será mientras la cámara enfoca un espacio abierto entre dos inmuebles en los que se supone se edificará más tarde.

Dentro de un gran plantel de secundarios, destaca aquí Manuel Alexandre, compañero de facultad de Fernán Gómez, pero triunfador tras los estudios y que parece más bien un play boy conduciendo en descapotable con compañía femenina.

Si en Fernán Gómez se puede detectar una influencia del neorrealismo italiano al mostrar la ciudad y del cine americano en el ritmo que le da a la película, también vemos cosas aquí que luego han aprovechado otros cineastas. No sé si Woody Allen conocía esta película, pero su manera de dirigirse a la cámara en Annie Hall es muy parecida a como lo hace Fernán Gómez en La vida por delante.

Gran clásico del cine español.

viernes, 28 de marzo de 2025

EL DOCTOR JACK

 

Veo otra película de Harold Lloyd, titulada Dr. Jack, realizada en 1922, justo un año antes de El hombre mosca. Y me llevó una pequeña decepción pues la encuentro bastante floja.

Una chica es atendida periódicamente por su doctor, llamado Ludwig von Saulsbourg, que se inventa que tiene diferentes enfermedades y la mantiene en un régimen de aislamiento, impidiendo incluso que entre la luz solar a la casa. Un familiar decide contactar con otro doctor y así aparece el Dr. Jackson (Harold Lloyd) que vive la medicina de manera vocacional, con altruismo y sentido común. Afortunadamente, arreglará la situación que ha creado el villano von Saulsbourg.

Lo mejor de la película es la aparición de Lloyd, que encadena algunos buenos gags, como uno desayunando mientras anda hacia el trabajo o cuando conduce un rato su automóvil. Es un médico de buen corazón, capaz de hacer un masaje a una muñeca cuando una niña le ha llamado diciéndole que la muñeca ha muerto, o actuar como cómplice con un niño que finge estar enfermo para no ir a la escuela. Y también actúa con sentido común, a una mujer mayor que está alicaída le receta que llegue su hijo, cosa que mejora su estado de ánimo y es la mejor medicina.

Tras la presentación de Lloyd, todo es más aburrido cuando conoce a la chica y, finalmente, la cuestión cómica se desplaza a que, aprovechando que un loco se ha escapado de un manicomio, el doctor se pone una peluca y unos colmillos para simular que es él, dando lugar a situaciones que serían la parte más cómica mientras se resuelve desenmascarar al Dr. von Saulsbourg. Lo que pasa es que esta parte pretendidamente más graciosa a mi no me ha divertido y, en conjunto, Dr. Jack está lejos del ritmo de El hombre mosca, una comedia divertidísima, con mucho más ritmo en cuanto a gags divertidos y mucho mejor visualmente.  

martes, 25 de marzo de 2025

IRMA, LA DULCE

 

Tenía la idea que, de las seis comedias que realiza Billy Wilder en su período más fecundo en el género desde 1959 a 1966, Irma la dulce (1963) era la más floja y, verla de nuevo, me confirma lo que pensaba.

No es que se trate de una mala película, pero queda por debajo, incluso muy por debajo, de Con faldas y a lo loco, El apartamento, Uno dos tres, Bésame tonto y En bandeja de plata.

Es una película a la que, en principio, le falta ritmo debido a una duración que se alarga hasta los 140 minutos de duración cuando la historia no da para tanto. Eso hace que la película tenga algún bajón y llegue a cansar un poco.

Aunque Jack Lemmon era un actor perfecto para interpretar a un norteamericano medio, un hombre normal de la calle un poco bobalicón y con propensión a tener ensueños románticos con la mujer equivocada, trasladar ese modelo a un gendarme francés que patrulla por las calles del mercado parisino de Les Halles no resulta tan satisfactorio, como creo expresó el propio Wilder en alguna entrevista. A mí tampoco me acaba de convencer su doble interpretación como Lord X, que da lugar a situaciones divertidas como cuando se cambia el parche de ojo pero que también resulta demasiado inverosímil. En cambio, más encanto le veo a Shirley Mac Laine, que estaba en su mejor momento como actriz y, en esta película, le gana la partida a Lemmon con una interpretación mucho más ajustada a lo que requiere el personaje.

Me gustan más otras comedias de Wilder, con más ritmo y mordacidad, aunque aquí también hay buenas escenas de comedia y un personaje tan divertido como Moustache, abogado, médico, economista, … siempre dejando pendiente una historia qué contar. En cambio, un hombre con la comicidad de Cliff Osmond tiene un pequeño papel al principio y está desaprovechado.

Tenemos una banda sonora muy buena de Andre Previn, una dirección artística de Alexander Trauner recreando el ya desaparecido mercado, la fotografía de Joseph LaShelle, es decir, el habitual equipo de Wilder junto a su socio I.A.L. Diamond escribiendo la historia … pero aquí el maestro Wilder dejó una película un tanto desdibujada. 

lunes, 24 de marzo de 2025

ADIÓS, MUÑECA

 

Tras ver Historia de un detective (1944), segunda adaptación cinematográfica de Adiós, muñeca, una de las mejores novelas de Chandler, me decido a leerla de nuevo y compararla con las dos adaptaciones que he visto, ésta dirigida por Edward Dmitryk y la que firmó Dick Richards en 1975, con la leyenda Mitchum interpretando a Philip Marlowe.

En Historia de un detective, el actor que interpreta a Marlowe es Dick Powell, que hace un buen trabajo, pero queda muy por debajo de la caracterización de Mitchum. Al igual que en el filme posterior de Richards, en Historia de un detective Marlowe es contratado por el gigantesco hampón Moose Malloy para encontrar, tras haber pasado ocho años en prisión por un atraco, a su novia Velma Valento. En cambio, en la novela, Marlowe se halla, accidentalmente por seguir un caso de divorcio, en el mismo lugar al que acude Malloy para saber el paradero de su novia y ve como el hampón mata al propietario de un bar en que trabajó Velma. Será por cuenta propia que empezará a investigar lo que ha hecho Malloy tras la llegada de un teniente de la policía llamado Nulty.

 Ese bar, Florians, tanto en la novela como en la adaptación de Richards es un local que, en los ocho años que Malloy ha estado a la sombra, se ha convertido en un local de negros. En una película de la RKO de 1944 se debía obviar que un local para blancos se hubiera convertido en uno para negros. La película de Richards va más allá incluso en el tema del racismo y resulta muy convincente su presencia en el retrato que hace de Los Ángeles en el verano de 1941. Nulty llega tarde, tras el aviso de Mitchum de que se ha producido el crimen, ya que no está especialmente interesado en esclarecer quién ha matado un negro. En el guion de la película rodada en 1975, se introduce el personaje de un trompetista blanco casado con una negra que se inmiscuye en la trama al proporcionar a Marlowe una foto falsa de Velma Valento. Un personaje le comentará a Marlowe que ello truncó su progresión como trompetista al decirle “casarse con una negra le sacó de la profesión”.

Tanto en la novela como en la película de Dmitryk, hay un personaje femenino ausente en la versión de Richards. Es un personaje que encuentra a Marlowe, después de que este haya quedado fuera de combate cuando acompañaba a Lindsay Marriott en el supuesto rescate de una joya abonando una suma de dinero. En la película de 1944, esa chica es la hija de Leuwen Grayle e hijastra de Velma, ahora con el nombre de Helen Grayle, permitiendo que tenga lugar una parte romántica de la película con Marlowe incluyendo un happy end.  En la novela, la chica es Anne Riordan, hija de un expolicía al que echaron del cuerpo unos policías corruptos y que ayudará a Marlowe en algunos otros momentos, insinuándose también una relación al final, pero sin la contundencia de la película. La figura que ayuda a Marlowe en la versión de Richards cuando está en apuros será, faltando ese personaje femenino, el vendedor de periódicos con el que cruza las apuestas sobre el tiempo que permanecerá imbatido el beisbolista Joe Di Maggio.

Otra diferencia importante es el momento en que retienen varios días a Marlowe drogándolo. Tanto en la novela como en la versión de Dmytrik, es por cuenta de un sanador psíquico llamado Jules Amthor, aunque en la novela es derivado a un hospital privado dirigido por un traficante de drogas llamado Dr. Sonderborg. En cambio, en la versión de Richards, no existe el personaje de Jules Amthor, ni la conexión que tenía este con Lindsay Marriott, y Marlowe es retenido en un burdel regentado por una famosa proxeneta de Hollywood y solo puede escapar cuando se organiza un tiroteo al liarse un sicario de Laird Brunette con una de las chicas de la madame y provocar los celos de esta última.

Laird Brunette es un personaje con más peso en la película de 1975 que en la novela de Chandler. En la película, es un personaje más importante al tener conexión directa con Helen Grayle y su búsqueda de Moose Malloy ofreciendo a Marlowe una cantidad importante para que le dé noticias sobre su paradero.  En su casino flotante se desarrolla la última parte de la película y el tiroteo final entre Malloy y Velma. En cambio, en la novela de Chandler, Laird Brunette es un matón dueño de un local, pero el casino flotante únicamente aparece como pista donde pudiera estar oculto Malloy y ni siquiera es propiedad de Brunette sino de otro hampón. Malloy no está en el barco, pero Marlowe le logra hacer pasar un mensaje y, a la postre, reunir en su domicilio a Velma y Malloy. En Historia de un detective, el personaje de Brunette no existe, ni tampoco ningún casino flotante y la trama se resuelve con más sencillez, aunque sí coincide en el hecho que Marlowe junta en una casa a Malloy y Velma pero, en un final más melodramático, además están presentes la hija de Grayel que tendrá el happy end con Marlowe y el propio Sr. Grayle.

La policía tiene menos importancia en el filme de Dmitrik, mientras que en la versión de Richards el personaje de Nulty, interpretado por John Ireland, sí es bastante importante y es el único policía que, junto a sus subalternos entre los que destaca un policía corrupto interpretado con gran eficacia por Harry Dean Stanton, habla con Marlowe. En la novela, Nulty es un personaje que aparece poco y, luego, aparece Randall, el policía que investiga el asesinato de Marriott, quien tiene más intervención en la novela. También aparecen unos policías corruptos de Bay City que son los que llevan a Marlowe a ver a Jules Amthor, mientras la policía no interviene cuando llevan a Mitchum al burdel en el que es encerrado y drogado, asunto del que se encargan los sicarios de Brunette (Joe Spinelli y Sylvester Stallone).

En las dos películas, Velma Valento, o Helen Grayle según su nueva identidad, muere tiroteada, pero en la novela escapa al encuentro con Malloy y Marlowe. Tras matar a su exnovio, Marlowe refiere más tarde a Anne Riordan que Randall le explica como Velma es identificada, al cabo de unas semanas, en un night club de Baltimore por un detective, al cual mata y luego se suicida cuando se ve acorralada.

Historia de un detective es una película importante porque es la primera vez que aparece Marlowe en el cine  y Dick Powell, que quería dar un giro a su carrera (también se había postulado para hacer el papel de Fred MacMurray en Perdición), hace una interpretación correcta. Dmitryk era un director eficaz y tampoco está mal una actriz como Claire Trevor interpretando a Velma. Es una película solvente y entretenida. No obstante, hay poco rastro del racismo y la corrupción que está presente en la novela. Además, el final es muy convencional de acuerdo con los cánones de una película de Hollywood de la RKO en los años 40.

Adiós, muñeca de Dick Richards es una obra maestra en la que se juntó mucho talento. Dean Tavoularis en la dirección artística, Joel Cox en el montaje, John A.Alonzo en la fotografía, David Shire en la banda sonora … y un gigante como Robert Mitchum, un gran Marlowe salvo que por edad era un poco mayor para el personaje, junto a secundarios de lujo como John Ireland, Sylvia Miles, Harry Dean Stanton y una deslumbrante Charlotte Rampling como Velma. El guion mejora en algunos aspectos la novela, al abordar de manera más explícita, pero con sutilidad, el racismo en la sociedad americana y, aunque haya menos personajes de la policía, igualmente retrata la corrupción policial que tiene mucho protagonismo en la novela.  

La novela de Chandler no es demasiada larga, creo que otras de la serie lo son más, ofreciendo entretenimiento con unos diálogos llenos de ironía y sarcasmo, de los que saca mejor partido en las películas Mitchum respecto a Powell. Para algunos, Adios, muñeca es la mejor novela de la serie Marlowe. En cualquier caso, una relectura de las novelas de la serie Marlowe se tiene que hacer con un dato que no sabía hace treinta o treinta y cinco años cuando las leí: para Chandler, Cary Grant era el actor ideal para interpretar a su detective.

domingo, 23 de marzo de 2025

A MACBETH SONG

 

Gran noche de teatro en La perla 29 para ver A Macbeth song, dirigida por Oriol Broggi. Pero no solo de teatro, sino de una mezcla que también incluía cabaret a cargo del grupo inglés The tiger Lillies. Formado en 1989, este grupo está compuesto por Martyn Jacques (voz e intérprete de piano y acordeón, entre otros instrumentos), Adrian Stout (contrabajo, sierra musical y coros) y Jonas Golland (batería, percusiones y coros).  Caracterizados como clowns y con un estilo irreverente, su estilo lo han definido como dark cabaret, mezclando surrealismo y humor negro, recordando los tiempos en que estos espectáculos proliferaron en el Berlín de la República de Weimar.

El trío inglés asume el papel de las brujas de Macbeth para explicarnos la historia de la obra de Shakespeare, haciéndolo a través de las canciones compuestas por Jacques que implican incluso al público, arrastrado por la potencia artística del grupo. Junto a ellos, tres actores interpretan la obra: Enric Cambray, Màrcia Cisteró y Andrew Tarbet. Lo hacen de manera caótica, atropellados por las canciones del trío inglés, asumiendo diversos personajes de la obra e, incluso, intercambiando a Macbeth entre Cambray y Tarbet. En muchos momentos aflora el humor, como cuando Cambray y Tarbet reclaman a la vez el texto de Macbeth, o hacen bromas sobre el inglés de Cambray, no tan bueno como el de un actor estadounidense como Tarbet, con ese idioma como lengua materna. Se permiten lo que interpreto un homenaje a los Monty Phyton, cuando simulan que van a caballo con la ayuda del percusionista de los Tigger Lillies. Los tres están espléndidos logrando una vinculación de la parte actoral con los músicos que alcanza la excelencia. No sé si les ha supuesto a los dos actores catalanes un gran esfuerzo hacer la obra en inglés, pero los dos están magníficos.

También hay que destacar la escenografía. Con tintes macabros, esqueletos que acompañan el escenario y, en algún momento, adquieren más protagonismo y un humo que va invadiendo en gran parte de la obra el escenario, para acabar de dar un aspecto sombrío, mezclándolo con el humor, de la tragedia del ambicioso noble escocés. La obra también gana por la sala en la que se representa la función. Ese espacio con sus bóvedas de arquitectura gótica, patrimonio histórico de Barcelona, es un lugar muy bonito para hacer teatro, pero todavía lo es más con esta adaptación de Macbeth que sucede en una época, el siglo XIII, cercana a la que se debió construir el Hospital de la Santa Creu, tan sólo 100 o 150 años más tarde.

Y, entre tanta diversión, está la esencia de Shakespeare, con las frases de Macbeth e incluso de otras obras del genio inglés.  Hell is empty, and all the devils are here.

jueves, 20 de marzo de 2025

OPERACIÓN CICERÓN

 

La primera vez que vi Operación Cicerón (1952) creo que fue en 1986, en el ciclo dedicado los jueves en la 2 a Joseph L. Mankiewicz. Me gustó mucho, como casi todas las del ciclo. La debí volver a ver alguna vez mas, pero hace muchos años y ayer la vi de nuevo. Volví a disfrutar de una de las mejores películas de espías de la historia del cine.

Mankiewicz acostumbraba a trabajar con guiones sólidos y no es una excepción el que firma Michael Wilson tomando como base la novela L.C.Moyzisch. Además, los diálogos, puestos al servicio del genio interpretativo de James Mason, son afilados y mordientes ayudando a definir al amoral protagonista.

La interpretación de Mason como el arrogante, cínico, malcriado y completamente decadente ayudante de cámara del embajador británico en Ankara es magistral. Ya en 1986 conocía perfectamente a Mason, uno de los grandes actores del cine británico. Pero seguro que me pasó más inadvertida la protagonista femenina, Danielle Darrieux. Ahora estoy en condiciones de apreciar a la gran actriz francesa. Uno de los mejores papeles femeninos de la historia del cine es el suyo en Madame D de Max Ophuls y también aparece en una de mis películas favoritas, Les demoiselles de Rochefort, como la (todavía) muy atractiva madre de las hermanas Catherine Deneuve y Françoise Dorleac. En Operación Cicerón, interpretando a Anna, una condesa polaca de origen francés, está espléndida siendo incluso más cínica y sinvergüenza que el papel interpretado por Mason. Lástima que salga relativamente poco, prácticamente a media película pone pies en polvorosa hacia Suiza, una vez tiene gran parte del botín que están sacando a costa de vender los secretos de la embajada a los alemanes.

La película tiene uno de los mejores finales de la historia del cine. Es inolvidable la imagen de Mason, con traje blanco adecuado al clima de Río de Janeiro, carcajeándose con las libras esterlinas falsas que suelta al viento, complacido al saber que Anna ha sufrido la misma suerte que él.

Gran clásico de una época irrepetible.  

martes, 18 de marzo de 2025

EL ASESINO DE DÜSSERDOLF

 

La figura de Peter Kürten, el asesino en serie alemán conocido como el vampiro de Düsseldorf, dio lugar a, como mínimo, dos adaptaciones cinematográficas. Una es M, el vampiro de Düsseldorf, la obra maestra del Fritz Lang y otra es El asesino de Düsseldorf, una curiosa coproducción franco-hispano-italiana rodada en 1964 que, lejos de la excelencia del filme de Lang, sí me ha parecido una película estimable. Dirigida e interpretada en su papel principal por el francés Robert Hossein, con el resto del reparto mayoritariamente compuesto de actores galos, sí vemos la huella del equipo español en los títulos de crédito en el apartado técnico de la película y se dice que está rodada en exteriores de Madrid y París que, por tanto, simulan ser la ciudad alemana.

Aunque en la introducción una voz en off explica la realidad histórica de Alemania en la década de los 20 y, luego, se puede ver alguna escena en que unos camisas pardas rompen los cristales de una librería y sacan unos cuantos libros a los que prenden fuego, esta película de Hossein no tiene la intencionalidad política de la película de Lang y va más en la línea de un filme sobre un psycho killer, como la cercana en el tiempo Psicosis y antes de la avalancha de películas sobre asesinos en serie que vino más tarde.

Un policía entra la comisaría alertando que se ha producido un nuevo crimen. Se desplazan los efectivos policiales al lugar donde se halla un cadáver en un descampado a las afueras de la ciudad y vemos en una zona alejada un tipo con prismáticos que ve el desentierro. Es una buena presentación del asesino y, en general, hay un buen trabajo de planificación y puesta en escena durante toda la película.

Hossein no puede estar a la altura de un mito como Peter Lorre, pero crea un personaje lo bastante inquietante y repulsivo como para ser alguien con quien no te gustaría coincidir en un ascensor. Es un tipo introvertido y de buenos modales, que es tenido como huésped modelo por la dueña de la pensión en la que vive y que, en realidad, es un violento asesino de mujeres, todas mayores de edad a diferencia del personaje histórico y Lorre en el filme de Lang que asesinaban a niñas de corta edad. Incluso Hossein da una pista falsa en un momento en que el asesino coge de la mano a una niña, pero es una vecina a la que acompaña al edificio de la pensión y no pasa nada con la pequeña.

Aparte de sus ocupaciones criminales, Kürten se entretiene en ir a un tugurio tipo cabaré llamado El Dorado y allí le llama la atención Anna, la cabaretera del establecimiento, una joven atractiva que, en principio, lo desdeña pero luego le hará caso, tendrán una pequeña historia paralela a los crímenes que él perpetra y, accidentalmente, conocerá que quien la corteja es el asesino de mujeres que tiene en vilo a toda la ciudad.

Hossein se permite la licencia de, por un momento, hacer aparecer a un falso culpable. Le tienden una trampa al asesino, con una mujer preparada como cebo y, efectivamente, la policía detiene a un tipo que se le había acercado y quería irse con ella. Pero se equivocan porque el hombre no es el asesino y, cuando la mujer es liberada de su papel de cebo, se encuentra con el asesino de verdad que la acuchilla. Y es que la policía no está muy lúcida pues, una vez Anna ha comunicado a la policía que sabe la identidad del asesino, le tienden una trampa en El Dorado, pero Kürten improvisa unos cocteles molotov, crea una confusión en el local que se incendia y, en medio del caos, acaba con la vida de Anna antes de ser apresado.

Buena película de asesinos en serie. 

lunes, 17 de marzo de 2025

AGRADECIMIENTO A SOTO IVARS

 

 

Tenemos que agradecer que Juan Soto Ivars haya escrito un artículo sobre la entrevista a María Jesús Montero que emitieron ayer en Lo de Évole. Aunque, como él mismo dice, se tuvo que tragar la aberrante entrevista al nauseabundo personaje obligado porque para eso le pagan, ha hecho una estupenda crónica mientras otros veíamos el Atlético-Barça.

La afilada pluma del escritor murciano nos permite acercarnos al siniestro personaje y reírnos de ella y su flojedad mental. De Montero, tuve serias dudas sobre si estaba serena la noche que el PSOE perdió, pero ganó porque ya tenía pactada la inmoral ley de amnistía, las elecciones de julio de 2023.

Causa perplejidad que Montero dijera que el período de reflexión de cinco días de Sánchez era “el acto de honestidad más transparente que hemos visto en la historia de España”. Ni en Corea del Norte el culto a la personalidad puede llevar a decir sandeces de esa dimensión.

Parece que la entrevista fue un sinfín de tonterías, una detrás de otra y Évole tuvo el detalle, muy amable por su parte, de preguntarle si ella sería pareja de un defraudador fiscal. Ni el mejor pasador de la NBA da asistencias tan buenas. Pero me molesta especialmente que dijera, en relación con la hipotética vuelta de Puigdemont, que mejor estuviera ya en España. Según leo en otro medio, en concreto dijo que, con su vuelta, va a ser muy positivo que terminemos este capítulo que ha sido tan triste para Cataluña y para España. No se ha enterado, o sí, pero le da igual, que el procés ya acabó, en concreto en octubre de 2017. Luego vino el post procés que contuvo más violencia que el procés con los contenedores ardiendo en las calles de Barcelona como protesta a la sentencia del Tribunal Supremo. Los indultos y el hastío de la gente, algunos incluso descubrieron que les habían engañado, sofocaron el incendio pero quedan las brasas, hasta hace poco un rescoldo a punto de apagarse que gente como Montero, así como algunos contumaces terruños que circulan por aquí, intentan avivar de forma irresponsable.   

La entrevista debió ser lamentable pero la crónica de Soto Ivars me ha arrancado más de una carcajada. Espero que haya habido más lectores como yo que justifiquen el sacrificio que hizo viendo, aunque le remuneren, la entrevista de Évole a la vicepresidenta.

domingo, 16 de marzo de 2025

EL HOMBRE MOSCA

 

Tras muchísimos años veo una película de Harold Lloyd, pero resulta que he de empezar a amortizar un estuche de películas suyas que compré por Internet. Así que elijo El hombre mosca (1923), con la mítica secuencia de Lloyd suspendido de las agujas del reloj en su ascensión por el rascacielos.

Un chico de un pueblo pequeño se va a la gran ciudad para triunfar en la vida. Una vez llega a una gran urbe, las cosas no le van muy bien, tiene un modesto empleo en unos grandes almacenes aunque, por la correspondencia y regalos que envía a su novia, la engaña diciéndole que tiene un gran empleo. Las cosas se complican cuando la novia se presente por sorpresa en los grandes almacenes y Lloyd tenga que ingeniárselas para mantener el engaño. Por otra parte, Lloyd se entera que la dirección de la empresa planea una campaña publicitaria y se le ocurre la idea de promocionar los grandes almacenes con un hombre que escalará por el edificio desde la calle hasta la azotea, aprovechando que conoce a un amigo especialista en trepar por edificios. Pero, cuando llega el momento de la verdad, el amigo es perseguido por la policía y es Harold quien debe subir el edificio para cumplir con la campaña publicitaria.

La película encadena gags muy divertidos durante toda su duración y es muy entretenida. A Lloyd se le acumulan los problemas, pero siempre encuentra una solución. Si ve que llegará tarde al trabajo y quedará despedido, se las ingenia para hacerse pasar por enfermo y que le lleve una ambulancia. Si su novia quiere que le enseñe su despacho pensando que es el gerente de la empresa, aprovecha que este se va y sortea con ingenio una situación comprometida dando lugar a divertidos gags. En el ascenso final, el amigo le va diciendo que vaya escañando un piso más y él le suplirá pero, como no puede desembarazarse del policía, Harold sube todo el edificio. En esa escalada, los gags se combinan con un suspense que, aunque sepas que la historia acabará bien, te mantiene en vilo, como cuando se cuelga de las agujas del reloj o se le introduce un ratón por el pantalón estando en una delgada cornisa.

Película divertida y optimista de un americano medio triunfando en la gran ciudad en los felices años 20, escalando hacia la cima del edificio y de su posición en la empresa, con inolvidables gags y el beso final de su novia que le espera en la azotea. Un clásico y buena banda sonora escrita por Carl Davis creo que en los años ochenta. . 

sábado, 15 de marzo de 2025

KWAIDAN

 

Rodada en un Tohoscope que no puede ser aprovechado en una visión doméstica, Masaki Kobayashi rodó en 1964 Kwaidan, titulada en España como El más allá. La película se compone de cuatro historias:

El pelo negro"

Es la historia de un samurái que vive en precariedad económica por lo que decide divorciarse de su esposa y casarse con una mujer de familia adinerada. No obstante, su segundo matrimonio es de infelicidad, cosa que le hace arrepentirse y volver con la primera a la que recuerda ahora con cariño. Tras unos años vuelve con la primera esposa y todo va bien, se reconcilian, hacen planes de futuro pero, tras dormirse, a la mañana siguiente descubre que en realidad su mujer es un cadáver descompuesto. Huye horrorizado, pero le persigue el pelo negro de su mujer para atacarlo.

"La mujer de nieve"

Dos leñadores llamados Minokichi y Mosaku se refugian en una cabaña durante una tormenta de nieve. Mosaku es asesinado por un espíritu femenino que, en cambio, se apiada de Minikichi dejándolo con vida. Le advierte que nunca mencione lo que pasó, o ella lo matará.

Minokichi regresa a casa y nunca menciona esa noche. Conoce a Yuki, una chica muy guapa, con la que se casa y tiene hijos, viviendo felices. La chica no envejece y, un día, Minokichi ve un parecido entre el espíritu y Yuki, por lo que le explica la historia de la cabaña. Entonces, se revela que el espíritu y Yuki son la misma persona, no lo mata como prometió hacer pero desaparece en medio de una tormenta de nieve y se aleja del mundo terrenal.

"Hoichi el desorejado"

La historia empieza con una batalla del siglo XII entre dos clanes que es explicada con una narración de corte épico, acompañada de un rapsoda que interpreta con una especia de laúd.

La acción salta adelante en unos siglos y, cercano a un templo y cerca de donde tuvo lugar la batalla, Hoichi es un joven músico ciego que, con su laúd, se ha especializado en cantar esa batalla llamada de Dan-no-ura.  Un samurái espectral aparece y le dice que su señor desea tener una interpretación en su casa. El samurái lleva a Hoichi a una corte misteriosa y antigua, un mundo espectral al que acude varias noches hasta que sus compañeros de templo se dan cuenta y le advierten del peligro de acudir a ese mundo de ultratumba. Sus compañeros idean un plan y es escribir en todo el cuerpo de Hoichi un texto sagrado para repeler a los fantasmas. Pero olvidan escribir ningún signo en las orejas y, cuando viene el samurái del más allá, le arranca las orejas para que su señor vea que ha obedecido sus órdenes pero solo puede llevar esa parte del cuerpo de Hoichi.

Hoichi, desorejado, se convierte en una referencia y mucha gente rica se desplaza hacia el templo para oír su interpretación de la batalla al punto que el propio Hoichi se convierte en alguien adinerado,

"En una taza de té"

Un escritor relata la historia de Sekinai, un hombre que, mientras está bebiendo una taza de té, ve en el líquido la cara de un hombre llamado Heinai. En principio, no hace más caso pero, luego, Heinai reaparece y Sekinai lo hace saber a los acompañantes de su viaje que no le creen. Posteriormente, tres espectros asistentes de Heinai se aparecen ante Sekinai que lucha con ellos y está a punto de vencerlos pero, en ese momento, la historia se interrumpe y el escritor sugiere que el final de la historia quede a la imaginación del lector. Entonces llega un editor y le pregunta a la mujer del escritor dónde está su marido. El escritor ha desaparecido pero, primero la mujer y luego el editor, huyen aterrorizados cuando ven al escritor atrapado en una gran jarra de agua, al igual que pasaba en la historia que relataba.

 

Kobayashi se adapta aquí al cine fantástico en una película que preparó durante cinco años y que tiene un metraje que supera las 3 horas. Realizada con esmero, con una cuidadísima fotografía en color, gran trabajo de decorados  y banda sonora con instrumentos tradicionales, es irregular al haber cuatro historias pero, en conjunto, es una película de gran nivel.

La tercera historia, que es la más larga pues son unos 70 minutos, es la que más me ha gustado. El inicio, mezclando mapas y un decorado con colores muy subidos de tono para mostrar la batalla en el siglo XII junto al relato cantado por el intérprete del laúd, es espectacular. Hay unos momentos que, visualmente, son de los más intensos que he visto nunca en una película y se nota una dirección artística que alcanza la excelencia, aunque solo la pantalla grande haría justicia al trabajo artístico del autor y, por desgracia, es muy difícil verla en buenas condiciones salvo que la exhibieran en la Filmoteca. Por otra parte, Kobayashi filma con delicadeza, elegancia y provocando misterio esos espectros que se aparecen y rodean al ciego Hoichi para escucharle. Luego, pone en tensión al espectador con los compañeros de Hoichi escribiendo en todo su cuerpo salvo en las orejas y, finalmente, el espectro del samurái aparece y se las arranca. La acción de los fantasmas, mutilando a Hoichi, es, en realidad, el salto a la fama y adquiere la condición de lo que ahora llamamos celebrity en el Japón feudal.  Un episodio muy bonito.

Los dos primeros también están muy bien. El primero contiene una reprimenda moral sobre el samurái que antepone la riqueza material al bienestar que tenía con su primera mujer mientras que, en el segundo, se revela una imprudencia por parte de Minokichi que, como si se tratara de una historia de la mitología griega, condena a la separación a los personajes. Tal vez el último episodio, el más corto con menos de 30 minutos, es el más flojo o, mejor dicho, menos brillante.

En conjunto, un gran filme de  Kobayashi.  

viernes, 14 de marzo de 2025

HIMNO DE BATALLA

 

Himno de batalla (1957) es una de las muchas colaboraciones entre Douglas Sirk y Rock Hudson pero, aquí, el melodrama se da en un escenario de película bélica.

El coronel de aviación Dean Heass acabó traumatizado la II Guerra Mundial tras descargar por error una bomba en un orfelinato de una ciudad alemana causando la muerte de 37 niños. Han pasado cinco años desde el final del conflicto y, siendo pastor metodista, cree que ha fracasado en su misión apostólica y por ello está abatido. Con el estallido de la guerra de Corea, vuelve a ser movilizado, deja a su mujer Mary (Martha Hyer) en Estados Unidos y se hace cargo de una unidad que entrena a pilotos surcoreanos, teniendo como ayudante al sargento Herman, interpretado por un Dan Duryea que tenía dos tipos de papeles a interpretar, o como villano o, como sucede en este filme, tío simpático. 

Mientras entrena y organiza la unidad, también se dedica a proteger a un grupo de niños coreanos huérfanos con la ayuda de una chica coreana con ascendencia hindú llamada En Soon Yang (Anna Kashfi). En un momento en que Heass ha abandonado el campo de entrenamiento, conociendo además que se le traslada de vuelta a los Estados Unidos, el ejército norcoreano efectúa un ataque en el sector donde estaba el campo de entrenamiento de Heass y el coronel no duda en volver y luchar por poner a salvo, tras una odisea en medio de dificultades por los ataques del enemigo, a tres centenares de niños que se habían agrupado gracias a sus buenos oficios.

Basada en hechos reales (la operación de rescate de los niños se llamó Operation Kiddy Car), Heass exorciza su culpa por lo que pasó en la II Guerra Mundial protegiendo a esos niños coreanos. Gracias a ello, encuentra el verdadero sentido para acercarse de nuevo a Dios tras unos años, los pasados entre los dos conflictos bélicos, de desazón en sus convicciones religiosas.

Sirk, maestro del melodrama, contando además con su actor favorito, explica de manera perfecta, y en este caso con sobriedad, la historia del coronel. No obstante, el guion no es lo suficientemente poderoso como para llegar a la excelencia de otras películas de Sirk. Los personajes de Marha Hyer y Anna Kashfi son demasiado endebles y veo al papel de Rock Hudson demasiado solo para sostener la película. Su proceso de expiación a través de la protección de los menores coreanos es el núcleo principal de la película, subrayando la espiritualidad del filme aunque también se acompañen escenas de combates aéreos, pero a mí se me queda un poco corto el tema para tener la sensación de haber visto una gran película. 

jueves, 13 de marzo de 2025

NOSOTROS

 

Considerada madre de todas las distopías, leo la novela Nosotros de Yevgueni Zamiatin. Se ha remarcado su decisiva influencia en Un mundo feliz y 1984. Huxley dijo no conocer la obra de Zamiatin y, de hecho, su novela estaría un poco más alejada de Nosotros de lo que está la novela de Orwell, que sí admitió haber leído la novela del escritor ruso en lengua francesa. Hay muchas cosas en común entre 1984 y Nosotros, aunque en la primera creo recordar más opresión psicológica contra el protagonista, hay tres bloques en guerra en el planeta y es muy premonitoria e insistente en la introducción del concepto de neolengua.

Estamos en el siglo XVI y la acción tiene lugar en un Estado único, un estado totalitario surgido después de un gran conflicto bélico y regido con autoritarismo por el Bienhechor, un dictador. Es una ciudad de cristal y acero, en la que todo está diseñado siguiendo principios matemáticos y de acuerdo con tablas horarias, no solo el trabajo sino cualquier otra actividad, incluyendo tener relaciones íntimas. La individualidad se ha diluido en favor de la colectividad, de ahí ese nosotros que da título a la novela. Y, en ese Estado, se hace creer a la gente que el pensamiento individual es causa de infelicidad.

El protagonista es D-503, ingeniero y matemático que es uno de los responsables de construir la Integral, un cohete para realizar exploraciones en el espacio y llegar a otros planetas. Empezará a cuestionarse su papel en esa sociedad a través del amor, tras conocer a I-330. Esta mujer le hará ver un mundo nuevo, le dirá que hay gente viviendo más allá de un muro en libertad, gente enérgica que preparan una revolución. D.503 se unirá en principio a esa revolución que, finalmente, es abortada por los resortes del estado totalitario que han estado controlando al protagonista a través del agente S-4711, siendo eliminada a I-330 en la máquina del Bienhechor.

Es una novela muy entretenida y su influencia está acreditada. Es inquietante y premonitoria al explicar una sociedad futura con la gente sometida a un absoluto control. Efectivamente, cada vez estamos peor en ese sentido, nuestra privacidad se va esfumando mientras cedemos cada vez más datos, incluso biométricos. No nos gobierna un dictador como el Bienhechor, pero todo llegará, se han hecho encuestas en gente joven de países europeos y, en un porcentaje significativo, no veían inconvenientes a vivir en una dictadura. En esa sociedad distópica se ha anulado la individualidad y en la nuestra se hace al contrario, uno ya puede determinar el sexo a su conveniencia pero, en el fondo, esto no es más que una añagaza para dar una apariencia de libertad mientras las condiciones que imponen la política y la economía hacen que la población sea, en gran número, cada vez más uniforme en cuanto a sus actitudes y manera de pensar, en especial cuando la gente es más joven; y más conveniente con lo que pretenden quienes manejan los resortes del poder.

La edición del libro se completa con una carta de Zamiatin a Stalin, escrita en 1931, solicitando que pudiera salir del país para vivir en el extranjero. Gracias a los buenos oficios de Maxim Gorki, Stalin lo permitió y Zamiatin murió en París en 1937.

 

miércoles, 12 de marzo de 2025

GENTE EN DOMINGO

 

Gente en domingo es una película de 1930, rodada en Berlín, que cuenta con nombres que, luego, fueron muy importantes en el cine americano. Está codirigida por Robert Siodmak y Edgar Ulmer, con un guion firmado por Billy Wilder y Curt Siodmak . Al parecer, Wilder declaró que no se puede decir que la dirigiera nadie en concreto y que todos hacían de todo en una película experimental para estos jóvenes cineastas, incluyendo a Fred Zinemann como director de fotografía que no está acreditado.

En realidad, la película abarca 3 días. Empieza en un sábado, con el típico chico conoce a chica, citándose para hacer un picnic al día siguiente. La mayor parte del filme pasa en domingo, en ese picnic al que también se incorporan una amiga de ella y un amigo de él, taxista, que deja a su mujer deprimida en la cama. Tras el domingo, llega el lunes con la vuelta a la rutina.

La película tiene un tono semidocumental y, además, contó con actores no profesionales. Destaca como nos muestra la ciudad de Berlín, sus barrios, avenidas, tiendas, medios de transporte y transeúntes, con audaces y repetitivos travellings, combinados con un montaje ágil parecido a las anteriores Berlín, sinfonía de una ciudad y El hombre de la cámara.

Pero, aparte del lenguaje cinematográfico cercano a esos filmes de su misma época alemanes o rusos, en la segunda parte del filme hay una historia y cabe suponer la mano de Wilder en ella. Hay un sentido del humor en los episodios que protagonizan las dos parejas en ese domingo de picnic, siendo uno de los personajes un hombre casado que lanza una cana al aire durante ese domingo, como harán otros personajes wilderianos.

Es inevitable pensar que esa ciudad, con los protagonistas de clase trabajadora disfrutando de un domingo en el campo, bañándose y navegando, demostrando una alegría de vivir en ese día festivo, se iba a ver sumida en la destrucción más absoluta 15 años más tarde, convirtiéndose sus calles en un campo de batalla en las últimas horas de la locura de Hitler.

Interesante y agradable de ver, escuela para importantes cineastas europeos exiliados a Estados Unidos. 

lunes, 10 de marzo de 2025

EL APRENDIZ

 

Veo El aprendiz (2024) de Ali Abbasi, dedicada a explicar la biografía de Donald Trump por lo que se refiere a las décadas, aproximadamente, de los 70 y 80.

Es una película entretenida y que tiene mucho ritmo, no deja espacio para el aburrimiento lo que ya es de agradecer. Puede que el retrato de Trump esté sometido de manera fácil a un cliché que todos tenemos sobre el personaje, pero la película permite conocer aspectos que yo ignoraba.

Fueron nominados al Óscar como mejor actor Sebastian Sarn interpretando al magnate neoyorquino de Quenns y, como mejor actor secundario, Jeremy Strong dando vida a Roy Cohn. Lo más interesante de la película es este personaje, Roy Cohn, del que no había oído hablar nunca y que da pie a una gran interpretación de Strong.  

Cohn, nacido en 1927, fue un abogado, neoyorquino como Trump, que se convirtió en brazo derecho del senador Joseph McCarthy durante la caza de brujas y, también, fue una pieza clave como fiscal en la acusación de espionaje contra el matrimonio judío Rosenberg, que acabó con la pareja ajusticiada en la silla eléctrica en un turbio procedimiento judicial a principios de los años 50. Ya en los años 70, este abogado sin escrúpulos, defensor de mafiosos, asesora, tal como refleja la película, a Trump que era un promotor inmobiliario poseedor de miles de apartamentos en la ciudad de los rascacielos y fue acusado por el Departamento de Justicia de violar la Ley de igualdad de vivienda. Por supuesto que Trump había cometido la vulneración de esa ley, pero Cohn presentó una contrademanda contra el Gobierno y maniobró usando triquiñuelas legales para que Trump saliera lo más indemne posible llegando a un acuerdo con los abogados del Estado.

Lo más interesante de la película es ver la relación entre estos dos hombres. Al principio, Trump incluso parece un novato ingenuo al lado de todo un veterano como Cohn, bregado en actuar con ausencia de cualquier principio moral en el entramado jurídico y empresarial del país. Cohn es un tipo al que se le abren todas las puertas, también en el mundo de la noche codeándose con gente como Andy Warhol y muestra ese mundo al joven Trump. Pero el filme muestra como se da la vuelta a la situación, Trump aprende rápido, llega a la cima mientras que Cohn cae lastrado por haber contraído el SIDA, cosa que nunca reconoció y dijo estar afectado de un cáncer de hígado. Cohn fue un homosexual que no tuvo reparo en perseguir a otros gays y apartarlos de cargos representativos aliándose con políticos homófobos.  

Aunque al final Trump se deshace de él y, cuando aparenta recuperar su amistad, lo hace en plan cutre regalándole joyas falsas, parece que fue Cohn el que inspiró esos principios sobre los que se asienta su acción política y que vienen a ser algo así como: a) ataca primero, b) no reconozcas ningún error o mentira, y c) no reconozcas ninguna derrota.

También aparecen más elementos de la biografía de Trump: la relación problemática con su padre, también con su hermano fallecido a consecuencia del alcoholismo, su inicial romance con Ivana Trump y el posterior hastío de ese matrimonio, como se materializó el proyecto de la Trump Tower, la adquisición de casinos en Atlantic City … pero lo más destacable es la relación entre Trump y Cohn, y el duelo de interpretaciones de las escenas que comparten Sarn y Strong.

Muy interesante y amena para conocer mas cosas sobre el hombre de moda. 

sábado, 8 de marzo de 2025

EL GRAN TEATRO DEL MUNDO

 

Nos lo pasamos muy bien ayer en el Romea viendo El gran teatro del mundo, obra capital del Siglo de Oro, en un montaje de la Compañía Nacional de Teatro Clásico.  Gran texto en este auto sacramental de Calderón de la Barca en el que alguien (¿Dios?, sí, casi seguro que para Calderón es Dios, pero humanizado) conversando con el Mundo como creación se plantea hacer una obra de teatro. Aparecen unas personas de la nada, ansiosos de tener personajes que interpretar para representar la obra y quien actúa como director les asigna los papeles y vestuario que tendrá cada uno, los dirige y, por último, les enseña aquella puerta de salida en la que todos nos igualamos, ricos o pobres, niños o viejos, guapos o feos, nobles o plebeyos. Esa obra es una función que eleva al teatro como Mundo y del que los personajes pueden y deben aprender una máxima: Obrad bien, que Dios es Dios

Si al gran texto del dramaturgo madrileño se le une una buena dirección de Lluís Homar, junto a muy buenos actores de esa compañía, tenemos una gran tarde de teatro. Con acompañamiento de percusión y un dinamismo de los actores que aprovechan todo el teatro, el escenario pero también los palcos y el pasillo, he tenido la sensación de meterme mucho en la historia y disfrutar de la representación. 

jueves, 6 de marzo de 2025

MÁS ALLÁ DE MISSOURI

 

Más allá de Missouri (1951) es un western de William Wellman cuya acción se desarrolla en la tercera década del siglo XIX, aquellos tiempos primitivos del Oeste en que los primeros blancos que llegan a las zonas de las Montañas Rocosas comercian con pieles y empiezan a relacionarse con los indios.

Esta película es la historia de Flint Mitchell (Clark Gable), uno de aquellos tramperos que se adentra en territorio indio para cazar animales y comerciar con las pieles. La relación con los indios es ambigua, hostil con unos, como los seguidores de un jefe llamado Ironshite (Ricardo Montalbán) y comercial con otros, resultando de esto último una transacción que le proporciona a Mitchell une esposa india llamada Kamiah (María Elena Marqués) que, además, es bastante guapa.  Si bien al principio la adquisición de la esposa solo forma parte del tratado de comercio establecido con el jefe de la tribu, se enamorará de ella a pesar de que no se entienden en ninguna lengua y tendrán un hijo que, con su voz en off, es quien cuenta la historia. Un ataque de Ironshite cuando la expedición que comanda Mitchell vuelve de haber invernado en un fuerte desencadena la muerte de Kamiah y un caballo desbocado y sin jinete se lleva al bebé, siendo perseguido por Ironshite y Mitchell con la resolución final rescatando al bebé.

Es un western que se mezcla también con otros géneros, el cine de aventuras y la comedia, cosa que le da un tono muy relajado con pocos momentos de tensión, apenas la muerte de uno de los socios de Mitchell y el final con la muerte de Kamiah y el rescate del bebé. Pero en gran parte del metraje predomina la aventura y la comedia, un tono distendido en el que se mezclan gente proveniente de diferentes lugares y hay franceses, escoceses, americanos e indios confluyendo en esa temprana etapa de la expansión hacia el Oeste de los colonos.

Al parecer, la película tuvo problemas con su metraje, muy corto pues no llega a 80 minutos y fue troceada por la Metro. Eso hizo que Wellman no la apreciara mucho, pero, al margen de cómo hubiera sido con otro montaje que profundizara más en la historia, lo que quedó es bastante estimulante. Tenemos el estilo de Wellman, sencillo narrativamente pero muy eficaz, además del trabajo de escenografía de Cedric Gibbons, que con algunos planos exteriores y su trabajo en decorados nos transportan a esas Montañas Rocosas abruptas, llenas de cursos de agua y de exuberante vegetación. La historia es entretenida y, en cuanto a interpretación, está el carisma de Clark Gable en un papel muy apropiado para él, dando vida a un tipo simpático y jovial, además de grandes secundarios como Adolphe Menjou y J. Carrol Naish.

Buen western. 

martes, 4 de marzo de 2025

UNA GUERRA QUE NO SE PUEDE GANAR

 

Con un lenguaje más propio de La isla de las tentaciones que de mandatarios internacionales, ahora Zelenski, tras la bronca del pasado viernes, pide a Trump “arreglar las cosas”. No sé si, para empezar con buen pie, se quitará el disfraz, tal como decía hoy Albert Solé, de Madelman y hará caso a Vance en relación con el vestuario que llevará cuando le vuelvan a llamar.

Por más que algunos digan que Trump no está haciendo cosas muy diferentes a las que hizo en el primer mandato, en el cual habló más de lo que hizo, a mí me parece que ahora las cosas son distintas. Aunque suspendió por unas semanas la subida de aranceles a México, Canadá y China, los ha confirmado con carácter inmediato y parece que a Europa le tocará en abril. Leo que, antes de aplicarlos, y ante la perspectiva de esas subidas, en los propios Estados Unidos ya ha empezado a subir la inflación. Y, en el plano internacional, ha decretado la retirada inmediata de ayuda militar a Ucrania con Zelenski diciendo, o mintiendo, que tiene armas para 6 meses.

La presidencia de Trump está modificando muchas cosas solo con lo hecho hasta ahora. Como reacción a las acciones de Trump, Ursula von der Leyen presenta hoy mismo un ambicioso plan para rearmar Europa con un presupuesto de unos 800.000 millones de euros tras decir que la seguridad de Europa está muy amenazada. Calcula un 1,5% de incremento del PIB de cada país para gastos militares y es muy fácil saber de dónde van a salir esas partidas presupuestarias que se contraerán para dar cabida a ese aumento.

Además de rearmarse, que puede tener su lógica en el contexto actual, von der Leyen insiste en destinar directamente armas a Ucrania para prolongar la guerra. Como decía ayer De Prada en un artículo, la guerra está acabada. También Emmanuelle Todd publicó, hace yo creo más de un año, que esa guerra era imposible de ganar por parte de Occidente y que Putin resistiría.

Aunque la mayoría de los medios sigue alimentando un discurso probélico, se ha de imponer el realismo, buscar una paz “honorable” para Ucrania e intentar conseguir garantías para su seguridad, pero, si Europa destina más y más armas a ese conflicto, Ucrania puede acabar siendo la Vietnam de la Unión Europea. Hay que asumir las limitaciones que se tiene y hacer discursos posibilistas, como ha empezado a hacer Zelenski con lo de “arreglar las cosas”.

domingo, 2 de marzo de 2025

EL VIDEO DE BENNY

 


El video de Benny (1992) es un inquietante filme de Michael Haneke en el que muestra la frialdad y deshumanización de toda una familia, bien asentada económicamente, que viven en un país tan avanzado social y económicamente como Austria.

Benny es un adolescente, hijo único, al que sus padres le regalan dispositivos de video para grabar. Se pasa gran parte de sus jornadas yendo a un videoclub a buscar cintas del primitivo sistema VHS, con contenidos violentos, además de algún video casero familiar como una matanza de un cerdo que actúa de manera hipnótica para él, fascinado por la acción de matar al animal y el arma utilizada.

Un día conoce a una chica y van a su casa. Le muestra el vídeo, también la pistola y, provocado inconscientemente por ella sobre si fuera capaz de disparar, lo hace y mata a la chica. Con frialdad, limpia la sangre y guarda el cadáver en el armario. Al venir los padres, explica lo que ha pasado y la reacción de ellos es preocuparse de si alguien le puede relacionar con la chica y, como en realidad no se conocían, deshacerse del cadáver, cosa de la que se encarga el padre mientras Benny y su madre se van de vacaciones unos días a Luxor para, después, llegar a la costa egipcia del Mar Rojo. Al volver de las vacaciones, el padre se ha deshecho del cadáver y nadie puede relacionar el crimen con la familia pero, dentro de su errático modo de proceder, Benny denuncia a la policía lo que ha pasado y compromete a sus padres en la desaparición del cuerpo de la chica.

La película se inicia con el video en VHS de la matanza del cerdo y vemos el efecto que provoca en Benny. Es un chico extremadamente frío, con curiosidad por explorar la muerte y el arrebatar la vida a un ser vivo. Actúa con absoluta falta de empatía, de manera inhumana. Pero, viendo la película, más horror y perturbación causan los padres, personas en edad adulta que comparten con Benny todas esas características negativas. Tan solo el padre, en un momento dado, le pregunta por qué lo hizo y se conforma con un simple “no lo sé” dicho por Benny. Hay una violencia irracional e inútil totalmente soslayada por los padres, aparentemente gente de bien. Por lo demás, la única preocupación de los dos progenitores es borrar las huellas del crimen y hacer como que nada ha sucedido.

Haneke tiene una manera de rodar que traspasa la frialdad de sus personajes al espectador filmando la cotidianidad de los personajes y, más tarde, incluyendo actos horribles como algo indiferenciado de ese día a día y del estado de ánimo tanto del chico como de los padres. Ese es el auténtico terror que inspira el filme. A veces nos deja ver el horror y otras nos lo sugiere. El asesinato es la mejor escena de la película y vemos el primer impacto que sufre la chica, pero luego los protagonistas, ella malherida, salen de campo y la imagen se queda fija oyendo los gritos y demás disparos con lo que nos angustia más imaginar el final. Frialdad, normalidad y horror, todo junto en un entorno de una sociedad avanzada.

La película tiene un punto profético en el sentido que a Benny no le han hecho ningún bien los videos que ha visto y grabado, sin control parental, con contenidos violentos. Ahora hemos dejado atrás el ya arqueológico VHS y las posibilidades que tiene los adolescentes de ver, sin ningún control, contenido audiovisual violento, protagonizarlo e intercambiarlo son enormes y se han dado casos cercanos a los que se refleja en esta película.

Turbador Haneke, notable película. 

sábado, 1 de marzo de 2025

PELEA EN LA OFICINA OVAL

 

Lo de Zelenski y Trump de ayer podría ser una escena de El Padrino rodada por el Coppola actual, el que en horas bajas ha cosechado varias nominaciones a los premios Razzies. O el final de un concursante del programa El aprendiz, aquel reality que dio enorme popularidad a Trump (de aquellos polvos vienen estos lodos) y en el que el magnate (o mangante) despedía a los concursantes con la lapidaria frase You are fired.

Pero no, no era ficción, era realidad. Lo que está claro es que el matonismo de Stalin y Hitler en los años 30 del siglo pasado ha vuelto 90 años después con Trump y Putin. También hay que reconocer que Trump a veces parece un moderado comparado con su vicepresidente Vance. Y no hay que desdeñar a otros matones como Netanhayu.

Se acabó la diplomacia, se desdeña a la ONU, se impone la fuerza bruta y, paradójicamente, todo esto puede servir para poner fin a la guerra entre Rusia y Ucrania, no así a la de Gaza que responde a otras dinámicas. Biden no dejó de avivar el conflicto entre rusos y ucranianos desde mucho antes de la invasión y sostuvo abiertamente, con Europa yendo a remolque, la guerra desde 2022. Ahora lo tiempos han cambiado, Trump y su banda tienen unos intereses diferentes a los de Biden, ni mejores ni peores, pero igualmente siniestros. Trump le dijo a Zelenski que vuelva cuando esté dispuesto a firmar la paz. Ordeno y mando ante la impotencia de una Europa que, si ha de plantar cara a Estados Unidos con líderes tan desprestigiados en la política de sus países como Macron o Sánchez, está demostrando su decadencia y pérdida de influencia en el plano internacional a todos los niveles.

No lleva ni dos meses y la presidencia de Trump puede ser la que más cambie el mundo desde la de Roosevelt. Yo, de Zelenski, un tipo que también tiene muchas más sombras que luces en su carrera política, no me tomaría mal lo de ayer. Recuperando una frase de El padrino ha de ver qué es lo que más le conviene a su país, ahora en una posición de más debilidad, y tener claro que con Trump no se trata de cuestiones personales, solo negocios. Y ponerse un traje para la próxima reunión, que en eso Vance tenía razón. 

POBRES , PERO GUAPOS

  Dino Risi filmó en 1957 Pobres, pero guapos, una divertida comedia con un terceto protagonista en el que destaca la presencia de Renato Sa...