martes, 26 de agosto de 2025

LA LEGIÓN INVENCIBLE

 

La principal característica de La legión invencible, como segundo filme de la trilogía de la caballería, es ver otro tipo de mando militar, muy diferente al protagonista de Fort Apache. Si la institución militar es retratada de forma similar por un hombre como Ford que la tenía en gran estima, aquí tenemos en el personaje de John Wayne a un militar eficaz, competente, moderado, apreciado por sus hombres y, por tanto, lejos de las formas egocéntricas, megalómanas y traidoras de Henry Fonda en el primer título de la trilogía.

La legión invencible es el único título en color de la trilogía, y está bellamente fotografiado por Winton Hoch, colaborador habitual de Ford, con unos tonos expresionistas que acentúan las celebradas escenas en que el capitán Nathan Brittles explica las cosas que le suceden a su mujer, dirigiéndose a su tumba pues hace ya años que enviudó. El trabajo de Hoch fue recompensado con un Óscar de la Academia.

Dejando al margen el diferente carácter de los protagonistas de ambas películas, tenemos aquí a Ford transitando de la comedia (el personaje del sargento Quincannon calcado de Fort Apache, así como la trama amorosa en un triángulo que forman Joanne Dru, John Agar y Harry Carey Jr. ) a la acción y el drama ( el puesto de la diligencia salvajemente atacado por los indios en una última misión de Brittless que, en principio, supone un fracaso). De hecho, destaca bastante la violencia con la que actúan los indios, teniendo un claro indicio como ha quedado el puesto de diligencias y, luego, en su propio poblado, como se comportan cuando son espiados a corta distancia por Brittless y algunos de sus hombres. Entre estos hombres cercanos al capitán, destaca el papel interpretado por Ben Johnson, un sargento sudista cuya integración en el ejército de la Unión representa la reconciliación entre los contendientes de la guerra civil.

Fort Apache tiene la ventaja de contar con dos monstruos: Wayne y Fonda. Aquí solo tenemos a Wayne, pero el nivel de La legión invencible es parejo al del filme precedente. 

lunes, 25 de agosto de 2025

SEDUCIDA Y ABANDONADA

 

En 1964, tres años más tarde del rodaje de Divorcio a la italiana, Pietro Germi y Stefania Sandrelli volvieron a coincidir en Seducida y abandonada.

Sandrelli, igual de guapa y algo más crecida que en la película protagonizada por Mastroianni, interpreta también a una adolescente, a punto de cumplir 16 años, que es asediada, aunque luego medie consentimiento, por el novio de una de sus hermanas. La chica queda embarazada y su padre ha de defender el honor de la familia, aunque la primera que recibe la reprimenda es la chica que se pasa media película secuestrada por su propia familia.

La película entronca en varios puntos con el filme rodado tres años antes. Comparte escenario pues la película transcurre en Sicilia y Germi hace un retrato cómico y ácido de esa parte de Italia, un país de gente retrógrada, apegada al atavismo propio de siglos de inmovilismo y que configura una sociedad hipócrita y decadente, convenientemente auxiliada por la Iglesia.

Como en Divorcio a la italiana, el Código Penal juega un papel importante y divertido. Por un lado, un artículo faculta al ofendido en su honor para actuar contra el ofensor si la respuesta es inmediata. Como el padre ya conoce el embarazo, intentan que el hermano de la chica, suponiendo que se ha enterado y ha reaccionado a continuación sin haber premeditación, asesine al exnovio de la hermana en una escena muy divertida y, por supuesto, fallida en cuando al crimen pretendido.

El propio exnovio intenta utilizar otro artículo para, argumentando que el personaje de Sandrelli era una chica de moral distraída y lo sedujo, se pueda desligar de cualquier compromiso y responsabilidad. Pero otro artículo es utilizado por el abogado de la familia y es el que se refiere a relaciones con menores, en las que el acusado puede salvarse de la cárcel si se esposa con la chica ultrajada.

Todo esto da lugar a una serie de escenas muy divertidas en un filme con muy buen ritmo y buenas interpretaciones, con Saro Urzi como patriarca de la familia y Aldo Puglisi como quien acosa y obtiene satisfacción de Sandrelli al inicio de la película. Una subtrama en la que el padre busca novio para la hija que se ha quedado sin novio da oportunidad a que aparezca Leopoldo Trieste, interpretando a un barón siciliano que está totalmente arruinado y ya solo le queda una estancia de su palacio, vacía de muebles pues lo ha vendido todo. Trieste compone un personaje aristócrata hilarante contribuyendo a una película en que la trama principal, con la intervención del párroco, policía, abogados y juez, ya da lugar a escenas muy divertidas.

Otra gran comedia de Germi. 

viernes, 15 de agosto de 2025

LONDRES

 

Como continuación de la magnífica Guerra, L.F. Céline escribió Londres. Ambos libros fueron encontrados como textos inéditos, borradores sin acabar, en su casa no hace demasiados años. Al parecer, Céline dedicó más energía en dar finalización a Muerte a crédito. El borrador de Londres estaba más avanzado que el de Guerra y, en cambio, me gustó mucho más esta última novela.

Recuperando a Ferdinand como protagonista de Guerra, así como a otro par de personajes, su fulana Àngele y el protector de esta, el mayor Purcell; Céline retrata las andanzas de un grupo de proxenetas franceses en los bajos fondos londinenses durante, más o menos, los meses siguientes a la primavera de 1915. Mayoritariamente los personajes son de nacionalidad francesa, pero también hay espacio para Rodríguez, un tipo de nacionalidad indefinida; Yugenbitz, un médico judío del este de Europa; Lady, una bailarina norteamericana; o británicos, como el propio Purcell o el barón Lawrence Gift.

Capitaneada la banda por Cantaloup, como líder más carismático de los proxenetas franceses que operan en Leicester Square, al final quedará deshecha por el acoso policial y la delación de algún confidente. Pero la narración me ha parecido muy espesa, parece que la acción cuesta de arrancar y la novela se estanca a menudo. El lenguaje de Céline, todavía más obsceno que el de Guerra, pierde encanto aquí al estar al servicio de una historia contada de manera menos nítida. Todo parece más embarullado en esta novela que, sin estar exenta de interés, está lejos de las mejores obras de Céline.

jueves, 14 de agosto de 2025

EL INQUILINO

 

La adscripción al falangismo del director José Antonio Nieves Conde propició que, de manera sorprendente, se hicieran películas de calidad abordando cuestiones sociales que eran como patatas calientes, difíciles de resolver para el régimen franquista. Si el éxodo de la población rural a las grandes urbes era objeto de una visión descarnada en la magnífica Surcos, aquí tenemos El inquilino, que aborda la problemática del acceso a la vivienda.

Rodada en 1958, el protagonista es Evaristo (Fernando Fernán Gómez). un ATS, casado y con cuatro criaturas al que le llega una orden de desahucio y se le ordena que abandone la vivienda en la que malvive ya que el edificio ha de ser demolido. No tienen otro sitio donde ir a vivir, sus posibilidades económicas son modestas con el empleo de practicante de Evaristo, por lo que emprenden una carrera contrarreloj para no verse en la calle.

La película, aun explicando un drama, con también escenas de tensión entre el matrimonio en momentos en que se culpan de las desgracias que les pasan, se muestra como una comedia, muy amarga eso sí, con tintes negros.

Así pues, tenemos escenas muy divertidas. En la única escena en la que sale, José Luis López Vázquez interpreta a un vendedor de pisos que, además de intentar vender con una hipoteca a 30 años fuera de las posibilidades de Evaristo, enseña un piso tan mal fabricado que las puertas y tabiques se vienen abajo al menor golpe.

Otra escena muestra la burocracia del régimen cuando la pareja protagonista acude a una oficina ministerial pensando que les darán un piso. Después de darles como 25 formularios, les dicen que todo eso es para abrir ficha, y les enseñan unos ficheros mastodónticos donde se ponen las fichas para iniciar un largo recorrido burocrático, ante lo que Evaristo y su mujer desisten.

Viendo un reducido cortejo fúnebre, en otra escena la pareja se interesa por donde vivía el difunto para ver si pueden hacerse con el piso en que vivía. Pero esa misma idea la ha tenido más gente, gestándose una surrealista subasta entre varias personas que quieren acceder a una vivienda.

Tan desesperado está Evaristo que, alentado por una gente del bar de la calle entre los que están un limpiabotas y torero interpretado por el imprescindible Manuel Alexandre, se muestra dispuesto a hacer de Don Tancredo en un festejo taurino, con el consiguiente fracaso.

A partir de aquí, en la copia accesible desde Youtube, se puede ver tanto el final original censurado de la película en el que la familia acaba montando su casa con los muebles en medio de un solar, con un punto por tanto trágico; o el final que se admitió en 1958 en el cual, de manera inexplicable e inverosímil, la mujer de Evaristo ha encontrado un piso cuando este vuelve de hacer de Don Tancredo.

La cuestión es que, después de casi setenta años y a pesar del cambio de régimen, el acceso a la vivienda sigue siendo un quebradero de cabeza para la mayoría de la población y una barrera casi infranqueable si no se cuenta con la posibilidad de una herencia o ayuda familiar. Como pasa ahora, Evaristo tiene un empleo, se desplaza de domicilio a domicilio particular para poner inyecciones, pero estar empleado no significa tener acceso a una vivienda.

La película está muy buen rodada, el oficio de Nieves Conde es incuestionable. F.F. Gómez constituye una garantía, un grandísimo actor en un momento dulce, ya que por aquella época rueda también La vida por delante o El malvado Carabel. Él solo lleva la historia con total dominio, siendo más flojo el papel de su mujer interpretado por María Rosa Salgado. Y la escena con López Vázquez es muy buena, con este último tuteando a F.F. Gómez como grandes actores que eran los dos, consiguiendo una escena muy divertida.

Un título muy interesante del cine español.

 

miércoles, 13 de agosto de 2025

EL MARISCAL DEL INFIERNO

 

El mariscal del infierno (1974) de Leon Klimovski, es una película interpretada por el mayor referente del fantaterror, Paul Naschy, que también se encargó del guion y que aquí hace una cosa un poco rara, mezclar una película del género capa y espada tipo El halcón y la flecha, con una película de terror en el que el personaje principal está poseído por Satán.

Naschy interpreta al barón Gilles de Lancre, repudiado por el rey de Francia y obsesionado en encontrar, a través de la alquimia, la piedra filosofal. Manipulado por su mujer y el alquimista, el cual simula hablarle desde el infierno, instaura un régimen de terror con el que obtener sangre fresca para los experimentos que demanda el alquimista. Paralelamente, un noble militar galo y antiguo compañero de armas, Gastón de Malebranche, regresa tras varios años de cautiverio y se encuentra con esa situación por lo que, tras un breve y amistoso encuentro, se convierte en su enemigo para poner fin a la violencia sin freno del barón. Entre ambos personajes tendrá lugar el duelo final.

El barón es un personaje histórico y Naschy había leído sobre él, por lo que fue un proyecto personal suyo llevarlo al cine. No obstante, parece que tuvo problemas al escribir el guion y el barón era todavía más feroz, un asesino esquizofrénico y pederasta, cosa no aceptable en ninguno de los países de la coproducción, España y Argentina; por lo que lo suavizó al punto que Naschy es un villano muy malo, pero relativamente normal, obsesionado por la alquimia y sin reparar en el precio a pagar, pero sin añadir esos elementos tan siniestros. Así pues, se trata de un guion sencillo, llevado a cabo con las limitaciones propias de Klimovsky como realizador y Naschy como actor, aunque la película está entretenida y puede llegar a un aprobado justo. 

Hay una breve aparición de la actriz Sandra Mozarowsky, joven actriz muerta en extrañas circunstancias a los 29 años y que, tal vez, las próximas memorias que publicará el rey emérito en el otoño podrían aportar algún dato nuevo para esclarecer esa muerte. 


lunes, 11 de agosto de 2025

LA GRAN AMBICIÓN

 

 De manera semiclandestina y gracias a la ilusión que pone la gente del cine Maldà por mantener una sala de cine en un contexto difícil, estrenan La gran ambición, dirigida por Andrea Segre, película que se centra en unos años de la actividad política de Enrico Berlinguer.

La película explica la actividad política del dirigente del PCI desde 1973, cuando la película empieza en Bulgaria, tiene un encuentro con el máximo mandatario búlgaro Zhivkov y es objeto de un atentado en forma de accidente de tráfico; hasta el asesinato de Aldo Moro en 1978, tras las negociaciones que Berlinguer y el dirigente democristiano habían emprendido para, a través de mayorías parlamentarias, ponerse de acuerdo en algunos asuntos de interés nacional. Durante esos cinco años, vemos a un Berlinguer que lleva al PCI a los mejores resultados de su historia con un tercio de los votos, se enfrenta a la ortodoxia del bloque soviético encabezada por Bréznhev propugnando llegar al socialismo por vías democráticas y sufre la presión de quienes, dentro de Italia, se oponían a que el partido comunista y la democracia cristiana pudieran llegar a acuerdos, además de la presión de Kissinger y los servicios secretos americanos. Sus postulados políticos, aquel movimiento que se llamó eurocomunismo, levantaba desconfianza tanto en uno como en otro de los bloques en que se hallaba dividido el mundo hace cincuenta años.

Con un tono semidocumental, acudiendo a imágenes de archivo de aquella época, la película me ha parecido interesante por lo que explica, pero no he apreciado una realización especialmente creativa; simplemente se cuenta con oficio la actividad de un hombre muy importante en la historia política de la Italia del siglo XX tras la II Guerra Mundial. La visión que da de Berlinguer es muy complaciente por parte del director, sin cuestionarlo en absoluto y, cuando se quiere dar una imagen más completa del político retratando su vida familiar, tampoco da lugar a escenas especialmente interesantes. Desde un punto de vista cinematográfico, se trata de una película funcional, con una correcta realización e interpretación del actor Elio Germano como Berlinguer.

Acabada la película, se da cuenta, mediante rótulos y algunas fotografías, de hechos de los años 80. Se explica como Berlinguer, aquejado de una enfermedad, muere en 1984, cuando aún mantenía al partido en una posición fuerte y su entierro fue multitudinario. Vemos una foto de Gorbachov acudiendo al funeral,  el hombre que no puedo conservar el imperio soviético, así como, lógicamente al margen del entierro, fotos de Reagan y Thatcher, impulsores del neoliberalismo y el papel menguante del Estado como agente activo de la economía. Por tanto, tres figuras clave del mundo tal como conocemos hoy y que Berlinguer, por suerte suya, no llegó a ver ni, tal vez, a intuir

sábado, 9 de agosto de 2025

NOCHE EN LA CIUDAD

 

Noche en la ciudad (1950) es una película de cine negro, de la 20th Century Fox, que se distingue por el hecho de que la acción pasa en Londres en vez de en una urbe americana. El tratamiento que se da a la historia, su puesta en escena y su característica fotografía de filme noir convierten a la ciudad del Támesis en un escenario que nos recuerda las calles de Nueva York o Chicago.

Protagonizada por Richard Widmark y Gene Tierney, la verdad es que la guapísima actriz aparece poco, casi que podríamos decir que tiene un papel secundario frente al protagonismo absoluto de Widmark, su marido en la ficción. El rubio actor interpreta a Harry Fabian, un auténtico desgraciado, un granuja y vividor que está siempre trapicheando por los bajos fondos londinenses y que cree encontrar una mina de oro como promotor de combates de lucha libre. Pero, como no tiene dinero, buscará financiación en la esposa del dueño de un club mientras trata de manipular al padre de un luchador para tenerlo consigo, ante el enfado de un promotor mafioso que interpreta Herbert Lom. Todo lo que puede salir mal, sale mal, tanto el acoso de Lom como que el dueño del club descubra los negocios de su mujer con Fabian. La preocupación y amor que le profesa el personaje de Tierney a su marido no puede evitar un trágico final para Fabian, que tiene lugar junto a los muelles londinenses.

Dirigida con intensidad por el especialista en cine negro Jules Dassin, que tras esta película estuvo cinco años parado hasta hacer la espléndida Rififi,, lo mejor de la película es ver cómo se organiza en los bajos fondos la caza del hombre, una vez Fabian ha caído en desgracia. Al oficio que le pone Dassin en esa narración, Widmark pone todo su talento en una de sus mejores interpretaciones, como animal herido que se revuelve, pero no puede escapar a su destino.

Buena película, con un gran Widmark. 

miércoles, 6 de agosto de 2025

LA GENT BLAUGRANA

 

Hace unos meses, hubo una reacción histérica en las redes sociales a causa del fichaje de Thomas Heurtel por el Barça de básquet. Ciertamente, el base francés es un jugador que ha salido mal de varios sitios, incluyendo la selección de su propio país, pero el rechazo de produjo por el hecho de que había negociado con el Real Madrid mientras aún vestía de blaugrana en una etapa anterior, hace creo que tres temporadas. No está de más decir que la reacción del club tampoco estuvo a la altura, separándolo de la expedición del equipo en Atenas y dándole billetes para que regresara a Barcelona solo, cosa que causó estupefacción en los demás jugadores y clubs europeos.

El caso Heurtel es una nimiedad al lado de graves sucesos que han ocurrido en el entorno del club en los últimos meses. Y, sin embargo, no han ardido las redes sociales exigiendo rectificaciones y pidiendo responsabilidades.

Tal como publicó hace meses EL PERIODICO, en la construcción del nuevo Camp Nou, a cargo de la empresa turca LIMAK, se produjeron contrataciones de obreros al margen de la legislación laboral, contraviniéndola de manera grave y cebándose la vulneración de derechos en trabajadores inmigrantes que estaban en clara indefensión.

Ahora, tenemos el escándalo del patrocinio de la Republica Democrática del Congo en las camisetas de entrenamiento de los jugadores. Al parecer, la aportación económica es de algo más de 40 millones de euros por cuatro años. Ese país africano está a la cabeza de los rankings de corrupción y vulneración de derechos humanos. Por su demografía, más de 110 millones de habitantes, adquiere especial gravedad el gran número de atropellos a los derechos humanos que se da en ese país centroafricano. También, en este caso, la información ha aparecido en algunos medios, no muchos, pero parece que la gent blaugrana no ha hecho el más mínimo caso ante un claro incumplimiento del código ético del club, en el que Laporta y sus secuaces se mean encima.

En el universo blaugrana, las redes están para otras cosas, para posicionarse a favor o en contra de Ter Stegen que, me parece a mí, es un tema menor comparado a que el club colabore en la vulneración de derechos de los trabajadores en la inacabable construcción del Camp Nou; y también de derechos humanos, incluyendo población infantil, en un país africano.

Som la gent blaugrana. Pero luego no vayamos diciendo que som més que un club, porque la grandeza se demuestra, por parte de los dirigentes, comportándose decentemente y, por parte de socios y aficionados, exigiendo rectificaciones y responsabilidades. 

martes, 5 de agosto de 2025

HISTORIAS DE LA RADIO

 

Historias de la radio (1955) de José Luis Sáenz de Heredia es, sin duda, un clásico del cine español. Y lo es porque, siendo un filme desigual, en el primero de los tres episodios destaca la comicidad del gran Pepe Isbert y, el último de ellos, tiene un final antológico en el concurso de preguntas o doble o nada.  

La película gira en torno a la popularidad de la radio y, en todas sus historias, aparece la solidaridad entre las personas, de una manera un tanto empalagosa pero acorde con los tiempos del franquismo.

Así, en el primer episodio, un patrocinador ofrece 3.000 pesetas al primer radioyente que se presente en los estudios disfrazado de esquimal y con un perro. Un inventor (José Isbert) decide presentarse porque necesita el dinero para patentar un invento. Llegando a la emisora en taxi ve que, en otro taxi, otra persona disfrazada de esquimal tiene idéntico objetivo. Tras una lucha en las escaleras de la emisora, Isbert entra primero en el estudio, pero ve que otra persona ha llegado antes. Frustrado, da un discurso ante el cual se emociona la audiencia del estudio y los responsables del programa le dan también a él el premio para registrar la patente.

En el segundo episodio, un ladrón está desvalijando una casa cuando llaman al teléfono. Decide contestar y descubre que será agraciado con un premio de 2.000 pesetas si se presenta en el estudio. Pero, como él no es la persona que vive en esa casa, decide buscar a su víctima que, en realidad, es su casero, proponiéndole cobrar la mitad del premio. Cuando el casero se entere que él ha entrado a su casa a robar, tendrá que ser un párroco quien imponga con sus consejos la paz entre ambos hombres.

Y, en el tercer episodio, un maestro de pueblo se presenta a un concurso de radio porque necesita dinero para costear la asistencia médica de uno de sus alumnos en Suecia. El concurso es de preguntas y el maestro las contesta todas hasta la última, cuando los patrocinadores, buscando la típica pregunta imposible de contestar, le preguntan quién marcó el primer gol en un partido de futbol del equipo de los Ciclistas de San Sebastián celebrado en 1915.

El primer episodio tiene como atractivo principal a Pepe Isbert y como, con su bis cómica, es capaz de hacer reír disfrazado de esquimal en una inverosímil historia y, con su naturalidad y sencillez, ablandar a la audiencia del programa.

El segundo episodio es el más flojo y el tercero tiene momentos divertidos, como el personaje del guardia civil, de origen gallego, que tiene la idea de que el maestro se presente al concurso hasta llegar a un gran final, con el presentador del concurso (Juanjo Menéndez) teniendo una actitud mezquina en las últimas preguntas, hasta llegar a la última con la sorpresa de que el maestro da con la respuesta exacta.

A lo largo de la película, hay una confusa y poco atractiva trama en la que un presentador del estudio (Paco Rabal) y su novia tienen idas y vueltas en su relación, con escaso interés sin aportar nada destacable a la película.

Desigual, pero con escenas entrañables y divertidas. 

sábado, 2 de agosto de 2025

LA RICOTTA



En 1963, dentro de una película con otros episodios dirigidos por otros directores, Pasolini rodó La Ricotta. Se trata de un cortometraje, de poco más de media hora de duración, en la que se muestra el rodaje de un filme religioso sobre la pasión de Cristo. Alternando escenas en color y otras en blanco y negro, se dan situaciones de comedia, también trágicas cuando miembros del reparto que subsisten  aparecen por un poco de comida;  y otras propias de la Italia del desarrollismo, con unos jóvenes bailando mientras suena una especia de twist.
La supuesta película la dirige Orson Welles, actuando como alter ego de Pasolini, siendo entrevistado en lo que creo es uno de los momentos más interesantes, y narcisistas, de la trayectoria del director boloñés. En unas pocas preguntas revela bastante de su personalidad, una religiosidad de la que no puede escapar, lo que piensa de la sociedad italiana, su ambigua adscripción al marxismo y lo que le interesa de verdad, la poesía y ese Sono una forza del passato. De paso, lanza un pequeño dardo envenenado al gran Federico Fellini. 
 

viernes, 1 de agosto de 2025

DUELO EN EL ATLÁNTICO

 

Duelo en el Atlántico (1957) es un notable filme bélico que explica el enfrentamiento entre un destructor de la marina americana y un submarino alemán. De manera alterna, vamos viendo escenas de una u otra nave. Y se plantea una batalla táctica, a modo de juego de ajedrez, entre los mandos de cada navío, unos para torpedear y hundir al destructor, y los otros para hundir al submarino en el fondo del océano.

El capitán del barco americano está interpretado por Robert Mitchum, espléndido como siempre y que, al principio de la película, ve como su tripulación no confía en él, pero le acaban reconociendo más tarde su habilidad para afrontar la batalla. Mitchum es un marino mercante reconvertido por la guerra en capitán de un barco militar, mientras que el capitán del submarino alemán, interpretado de forma magnífica por Curd Jurgens, es un militar profesional que no tiene ninguna fe en Hitler, pero sigue luchando con gran profesionalidad.

Dirigida por el también actor Dick Powell, la película pone en tensión al espectador a lo largo del metraje en ese duelo de inteligencias de los capitanes. Si Mitchum maniobra con habilidad para esquivar un torpedo, Jurgens hace lo propio para evitar las cargas de profundidad que sumerge en el océano la tripulación americana.

La película acaba en empate, con parte de las tripulaciones y los capitanes rescatados por otro navío de guerra americano, con lo que Jurgens queda prisionero al final de la película. Y se produce el reconocimiento entre los capitanes que han estado realizando un duelo sin verse, se tratan con cortesía y, si hay que guerrear, sería bueno hacerlo de forma civilizada respetando, como por ejemplo ahora no hace Israel, la convención de Ginebra.

 

NOSALTRES, ELS SENSE NOM

  Con la ayuda de Joan Yago, la compañía Mos  Maiorum  han estrenado una obra ,  titulada   Nosaltres   els   sense   nom ,    que tiene com...