Duelo en el Atlántico (1957) es un notable filme bélico que explica el enfrentamiento
entre un destructor de la marina americana y un submarino alemán. De manera
alterna, vamos viendo escenas de una u otra nave. Y se plantea una batalla
táctica, a modo de juego de ajedrez, entre los mandos de cada navío, unos para
torpedear y hundir al destructor, y los otros para hundir al submarino en el
fondo del océano.
El
capitán del barco americano está interpretado por Robert Mitchum, espléndido
como siempre y que, al principio de la película, ve como su tripulación no
confía en él, pero le acaban reconociendo más tarde su habilidad para afrontar
la batalla. Mitchum es un marino mercante reconvertido por la guerra en capitán
de un barco militar, mientras que el capitán del submarino alemán, interpretado
de forma magnífica por Curd Jurgens, es un militar profesional que no tiene
ninguna fe en Hitler, pero sigue luchando con gran profesionalidad.
Dirigida
por el también actor Dick Powell, la película pone en tensión al espectador a
lo largo del metraje en ese duelo de inteligencias de los capitanes. Si Mitchum
maniobra con habilidad para esquivar un torpedo, Jurgens hace lo propio para
evitar las cargas de profundidad que sumerge en el océano la tripulación americana.
La
película acaba en empate, con parte de las tripulaciones y los capitanes rescatados
por otro navío de guerra americano, con lo que Jurgens queda prisionero al
final de la película. Y se produce el reconocimiento entre los capitanes que
han estado realizando un duelo sin verse, se tratan con cortesía y, si hay que
guerrear, sería bueno hacerlo de forma civilizada respetando, como por ejemplo
ahora no hace Israel, la convención de Ginebra.
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