lunes, 30 de octubre de 2023

SHADOWS

 


Shadows, opera prima de John Cassavettes, rodada entre 1957 y 1959 es una película corta (menos de 80 minutos) que se hace larga.

Entiendo que se trata de una especie de borrador de trabajo, de cine experimental que no iba a exhibirse inicialmente de cara al púbico. Y que ese blanco y negro, esos acompañamientos de jazz en la banda sonora y esos exteriores filmados en las calles neoyorquinas sientan las bases de un cine independiente en los Estados Unidos. Pero, dejando al margen su importancia como embrión del cual saldría una forma de filmar en otras películas que en aquellos momentos era una bocanada de aire fresco, Shadows es una película sin guion, con una trama improvisada y la mera puesta en escena no la salva de provocar más tedio que entretenimiento. Pese a que hay escenas que me parecen remarcables e interesantes, y un punto muy interesante como es el tratamiento del racismo, el conjunto global del filme no me satisface.

Por supuesto, películas mucho más consistentes y trabajadas haría Cassavettes en los años posteriores. Lógicamente, unas mejores y otras peores, y en general con un buen tono si bien en muchas de sus películas hubieran tenido más ritmo con menos metraje.

 

 


domingo, 29 de octubre de 2023

LA NOCHE DE LOS GIGANTES


 

 La noche de los gigantes fue un western dirigido por Robert Mulligan en 1968 y protagonizado por Gregory Peck y Eva Marie Saint. Me ha resultado bastante decepcionante volver a verlo después de varias décadas.  Es una película que va de menos a más y acaba aburriendo bastante.

Gregory Peck es un guía del ejército que se retira después de varios años de servicio y tras haber interceptado la patrulla a la que sirve un grupo de indios escapados de una reserva. Entre ese grupo está una mujer blanca que fue secuestrada diez años antes y ha estado viviendo con los indios. Le acompaña un niño de unos nueve años que es el hijo de un jefe indio que anda descontrolado por la zona cometiendo asesinatos. En principio, Peck aceptará acompañar a la mujer y su hijo hasta un pueblo en que puedan subirse a un tren y llegar a un destino lejano. No obstante, la mujer en realidad no tiene a dónde ir y Peck piensa en retirarse a un rancho que compró con un socio por lo que le propone que le acompañe y asuma las tareas domésticas de su propiedad. Lo que marcará la película será que el jefe indio se convierte en un perseguidor implacable pues quiere recuperar a su hijo, asesinará a diversas personas que se hallan en el puesto de diligencias por donde pasaron Peck, Saint y su hijo; y los perseguirá hasta el mismo rancho con el lógico enfrentamiento en el desenlace del filme.

El primer tercio del filme está bastante bien, se presentan a los personajes y la trama parece interesante una vez que Peck deja el ejército y, tras hacerse cargo de Saint y su hijo,  se descubre que el padre del niño es un jefe indio extremadamente peligroso y quiere a toda costa reintegrarlo con los suyos. Pero después la película va perdiendo fuelle porque el guion no profundiza en los personajes. Poco sabemos de Eva Marie Saint, nada se dice y hubiera sido interesante de su convivencia con los indios y acaba como un personaje bastante plano que aporta poco a la película. Algo parecido sucede con el personaje de Gregory Peck, me esperaba que después de un buen inicio se iba a escarbar qué hay detrás de su decisión de arriesgar su vida ante la certeza que el jefe indio va a por ellos, pero la trama en general de la película resulta poco tratada, superficial.

Así que todo queda fiado al suspense de cuándo se producirá el definitivo asalto del jefe indio al rancho para llevarse a su hijo, cuestión que se alarga demasiado ante la falta de otros puntos de interés que ofrezca la película. Así que me he acabado aburriendo y considero que es un filme de Mulligan fallido.  

 

 

 

 

BARÇA 1 - REAL MADRID 2

 

(crónica futbolística escrita a petición de Júlia)

Gundogan rompió la autocomplacencia que pareció instalarse en algunos ambientes y personajes del mundo blaugrana tras la derrota de ayer en Montjuich.  Varios protagonistas del entorno barcelonista hablaron de la proverbial suerte del equipo merengue, del penalty de Tchoumani a Araujo e incluso, de una manera temeraria, Xavi afirmó que el equipo había dado un paso adelante. Más certero me parece al análisis de Gundogan al indicar que al equipo le faltó carácter. En el terreno de juego vimos inconsistencia del equipo en los momentos decisivos de la segunda parte y, por lo que afirma el futbolista germano, detectó falta de rebeldía y carácter ya en el vestuario.

Si una de las lecturas del partido es que el R.Madrid jugó muy poco a fútbol, resulta especialmente preocupante que con ese poco se llevará el partido. La primera parte resultó poco atractiva pero el Barça estuvo mejor que el rival. El centro del campo blaugrana controló el ritmo del partido y el R.Madrid estaba, como muchas veces, a verlas venir. Tampoco esa superioridad del Barça generó un alud de ocasiones de gol. El gol de Gundogan es sobre todo fruto de las vacilaciones de la defensa blanca y el palo de Fermín nace de una presión adelantada de Gavi. Sin noticias en este primer tiempo de Joao Félix, Tiburón Torres y Cancelo. Al Barça le falta gol.

En la segunda parte el Barça pudo sentenciar a los pocos minutos en un remate de Iñigo, cabeceando un centro de Fermín tras la segunda jugada después de botar un córner, que se fue al palo y el posterior rechace de Kepa al disparo a quemarropa de Araujo. Después de esta jugada que pudo cambiar el partido, llegó el turno de los entrenadores moviendo el banquillo.  La conclusión es clara: Ancelotti mejoró a su equipo con los cambios y al Barça le pasó lo contrario con los que hizo Xavi.

El Barça perdió el centro del campo y la pelota empezó a moverla el Madrid, sobre todo tras la entrada de Modric y Camavinga en el terreno de juego. Y, en ese momento, apareció el jugador que, de no lesionarse, puede salvar la temporada de un Madrid con una plantilla muy corta en ataque y con un delantero centro cedido por el Espanyol. Bellingham, borrado por Gavi durante todo el partido, se sacó un latigazo a unos 35 metros que, a pesar de los esfuerzos de un Ter Stegen que tal vez pudo hacer más, se coló en la portería. Está claro que, enredado Vinicius en sus absurdas guerras ajenas a lo futbolístico y con un Rodrigo intermitente y superado en la responsabilidad de ser un referente ofensivo en un equipo grande, el jugador diferencial del Madrid es Bellingham.

Tras el empate, el Barça había perdido el control del partido, tenía las líneas más separadas y ninguna de las cuatro entradas ( Lamal, Lewandovski, Rafinha y Romeu) tuvo un impacto positivo en el partido al punto que parece cuestionable que alguno de ellos, casi milagrosamente recuperado, estuviera físicamente en buen estado para jugar ayer.  Aculado en campo propio y defendiendo sin balón, cosa que no sabemos hacer, ya dábamos por bueno el empate cuando, en una jugada afortunada, la pelota apareció en la frontal del área pequeña y allí estaba Bellingham para marcar a placer.

Cuatro puntos, quedando 81 por disputar, no son importantes y perfectamente recuperables. Pero las sensaciones no son buenas. La confección de la plantilla sigue arrojando muchas dudas y todavía genera más la solvencia del entrenador, especialmente por su lectura de los partidos que me lleva a cuestionarme seriamente la existencia de universos paralelos.

Y empezamos una semana complicada. Hay que gestionar la derrota en el clásico (me adapto a regañadientes a llamar así al Barça-Madrid), sofocar el incendio de Gundogan y con un partido aparentemente complicado en sábado en Donosti.

 


viernes, 27 de octubre de 2023

LA NOSTRA CIUTAT

 

Vamos al Lliure a ver La nostra ciutat, y le digo a Jordi cuando acaba que la obra me ha sugerido una frase de la canción El ángel exterminador de Los Ilegales: el mundo es basura pero me gusta estar vivo.

Escrita en 1938, esta obra de Thorton Wilder, a través de 3 actos, describe unos personajes que viven en Grover’s Corners (New Hampshire) en 1901, 1904 y 1913.  La localidad es una pequeña ciudad de 2.642 habitantes y su vida apacible, aburrida y tradicional es descrita en los dos primeros actos de la obra, en clave de comedia costumbrista y destacando la música como elemento de cohesión de la comunidad con sus himnos religiosos y la participación de los ciudadanos en el coro local. Hay dos núcleos familiares encabezados por un doctor y un director del periódico local junto a sus mujeres que se dedican a las tareas del hogar y sus hijos. Un pueblo muy corriente y normal del cual una narradora nos va introduciendo en la historia y participa también ocasionalmente dando vida a algún personaje. Mientras en el primer acto se describen situaciones absolutamente cotidianas (un almuerzo, la llegada de los niños de la escuela, …); en el segundo acto el tema central, siguiendo con retratar a ese mundo tan tradicional, es la boda de George y Emily, los hijos de las dos familias.

Y el tercer acto es el mejor, sube la intensidad dramática porque la obra pasa de lo local a lo universal para tratar el tema de la muerte y el más allá. Se abre directamente mostrando varias sillas con un actor “muerto” sentado que simulan ser tumbas y la llegada de un cortejo fúnebre para enterrar a Emily, que ha muerto dando a luz a su segundo hijo. Emily aparece en el escenario ya separada del mundo de los vivos pero dispuesta a hablar con los muertos los cuales le dicen que su presencia tiene por objeto olvidarlo todo, ir extinguiéndose poco a poco. Emily no quiere separarse de la vida, pide recrear un día feliz de su vida, su duodécimo aniversario y la narradora, como Deus ex machina, le concede esa gracia. Emily se angustia cuando ha podido retroceder hasta ese día y lo comparte con su madre y demás familiares; sabe que está muerta, como también lo está su hermano al que se le perforó el apéndice y comprende el valor que tiene la vida, el aprovechar cada momento. Definitivamente angustiada, pide cesar esa recreación de 16 años atrás y dice: No puedo, no puedo seguir. Todo es tan rápido. No tenemos tiempo de mirarnos bien. No lo sabía. Así que todo eso estaba pasando y nunca nos dimos cuenta. Lléveme a la colina, a mi tumba. Lléveme a la colina, mi tumba. Pero antes: espere. Déjeme mirarlo una vez más. Y entonces ve Grover’s Corners por última vez.

Parece que Wilder nos dice que hemos de aprovechar la vida, aunque sea un sitio tan aburrido como Grover’s Corners. Y el globo terráqueo está lleno de Grover’s Corners, ya sea en el ámbito rural o en el urbano, y ya sea en pequeñas o grandes ciudades.

Muy buena escenografía, algunas muy buenas interpretaciones de los 15 actores participantes y buena tarde de teatro en Montjuich.

La obra fue objeto de una adaptación cinematográfica, dirigida por Sam Wood e interpretada por William Holden y Thomas Mitchell, que supongo debe ser difícil de localizar.

 


lunes, 23 de octubre de 2023

LOS ASESINOS DE LA LUNA


 

Después de El irlandés, Martin Scorsese reincide en una película de larga duración, por encima de los 200 minutos, y se estrenó el pasado viernes Los asesinos de la luna.

Basada en hechos reales, la película se centra en la desaparición de varios miembros de la tribu de los osage, una comunidad india desplazada en el siglo XIX a Oklahoma, durante la década de los 20 una vez se habían enriquecido cuando se había descubierto petróleo en unas tierras que parecían de poco valor en el momento en que les fueron asignadas por la Comisión de Asuntos Indios del gobierno estadounidense.

William Hale, un cacique local interpretado por Robert de Niro, utilizará a su sobrino Ernest Burkhart (Leonardo Di Caprio) junto a otros secuaces para hacerse con las tierras de los indios. La trama principal se desarrolla a partir del hecho que Burkhart se casa con una india osage llamada Molly (Lily Gladstone) y es constantemente manipulado por Hale para ir liquidando a los parientes de Molly e intentar acabar también con ésta para conseguir todas las tierras del grupo familiar indígena.

En la película hay un gran duelo interpretativo entre De Niro y De Caprio. Si el primero está soberbio actuando como tirano déspota y sin escrúpulos, aunque dando una imagen exterior de apacible amigo y protector de los indios; también lo está el segundo en un papel más complejo ya que aparece como un débil mental, incapaz de tomar decisiones y calibrar adecuadamente la realidad, influenciable e incapaz de adoptar decisiones de forma autónoma. Si toda la interpretación de Di Caprio está bien, me ha gustado especialmente su última escena con Molly, en la que le asegura que le estaba administrando insulina cuando le ponía inyecciones por su diabetes.

El ritmo de la película es lento (como también lo era una buena película como Silencio) pero necesario para mostrar de manera profunda todos los personajes, especialmente el de Di Caprio y sus contradicciones. Lento, pero no aburrido; es una película con poca acción porque los asesinatos se liquidan con planos cortos, como fogonazos brutales, y la película se centra en los personajes. Además, la trama va subiendo en interés en su parte final con la lenta manera utilizada para deshacerse de Molly y la llegada de los investigadores que tratan de resolver la autoría de los crímenes sucedidos.

Si en algunas películas de Scorsese se retrataba el mundo del crimen organizado en las décadas posteriores a la II Guerra Mundial, aquí también se retrata una organización criminal, pero ajustando cuentas con ese pasado incómodo que es el trato dispensado a los indígenas norteamericanos.

Otra cosa destacable es que, si las formas de actuar de Hale son brutales, tampoco los métodos de los investigadores que, como antecedentes del FBI, son enviados por Washington para investigar los asesinatos y desapariciones son ortodoxos, sino que actúan sin ceñirse a un procedimiento legal y actuando de manera arbitraria. Tampoco parece que, en las escenas del juicio, haya un gran miramiento por los derechos procesales.

El final de la película me ha parecido logrado. En una trasmisión radiofónica situada a finales de los 40, se informa de lo que les sucedió, a partir del juicio, a los personajes principales y, además, es un momento que Scorsese aprovecha para darse un cameo.

 

¿QUÉ PASA EN CATALUÑA?

 

¿Qué pasa en Cataluña? es un libro del periodista andaluz Chaves Nogales en el que explica sus impresiones sobre el panorama sociopolítico catalán en los años de la II República. El libro se compone de una serie de artículos fechados en febrero y marzo de 1936, justo después de la victoria del Frente Popular, una entrevista con Companys y otra con Macià, ésta última con fecha de diciembre de 1932.

Mucho ha llovido desde entonces, y algunas observaciones de Chaves es lógico que después de 90 años no tengan ahora lugar, pero escribe una frase que se puede suscribir al 100% hoy en día: El separatismo es una rara substancia que se utiliza en los laboratorios políticos de Madrid como reactivo al patriotismo, y en los de Cataluña como aglutinante de las clases conservadoras.

Efectivamente, en esta última década se ha espoleado desde aquí al patriotismo español al punto que el gran “éxito” del independentismo catalán ha sido que VOX sea un partido que haya llegado a tener casi 70 diputados en el Congreso de los diputados y tenga ahora mismo creo que 11 en el Parlament de Catalunya. Y, aun estando peleados entre ellos y se puedan introducir matices, ERC, Junts, e incluso la CUP, han llevado a cabo una revolución conservadora, a base de victimismo y distorsión de la verdad que parece haberse inspirado en Trump y sus seguidores.

De todos modos, el período que analiza Chaves es bastante tranquilo y refuerza la idea que tengo en el sentido que, tras la victoria del Frente Popular, y una vez restablecido Companys en la presidencia de la Generalitat, hay bastante calma en Catalunya durante el medio año siguiente.  

Por la entrevista que le concede, y una vez los ultras de Estat Català han quedado desarticulados año y medio antes, Companys parece dispuesto a gobernar de forma razonable sin lanzarse a aventuras insensatas. Chaves también conversa con Duran i Ventosa y Amadeu Hurtado, los cuales tampoco vaticinan, a pesar del triunfo de las izquierdas, grandes convulsiones ni una revolución marxista.  Después de hablar con estos y otros personajes Chaves escribe: El triunfo electoral de las izquierdas no dará a Cataluña una orientación revolucionaria, aunque muchos hombres de izquierda, desde luego todos los de la derecha, puedan creerlo todavía. En Cataluña hay, por encima de todo, un hondo sentido conservador que se impondrá fatalmente.

Lamentablemente, el Alzamiento de julio de 1936, y la tensión larvada a pesar de esa calma que relata Chaves en los primeros meses de ese año, provocaría una auténtica revolución con momentos de anarquía y descontrol que dejaron triste huella en tanta gente.

 

 

 


martes, 17 de octubre de 2023

DESTINO FATAL


 

Robert Aldrich siempre fue un director muy competente, con algunas obras maestras en el cine bélico (Ataque) y western (La venganza de Ulzana). En 1975 dirigió Destino fatal, un filme policíaco que, aun lejos de sus mejores títulos y a pesar de sus detractores, sí es interesante ver y resulta bastante ameno.

La aparición del cadáver de una chica joven en una playa inicia la acción de la película. Burt Reynolds es el teniente de policía que empieza a investigar el caso y se llega a la conclusión, después de la autopsia, que la chica ha muerto por una sobredosis de barbitúricos. Ben Johnson, el padre de la chica, no quedará conforme con la versión del suicidio y presionará para que el caso se investigue más. Por parte del Departamento de policía, hay una evidente desidia en seguir investigando, ni lo ve oportuno Reynolds, ni su jefe interpretado por Ernst Borgnine y solo su compañero de color, un sargento interpretado por Paul Winifield, cree que hay que seguir investigando.

Reynolds mantiene una relación sentimental con una prostituta de lujo francesa interpretada por Catherine Deneuve, marcada por una gran atracción física y sentimental pero la distancia que le provoca a Reynolds el trabajo que ejerce su chica. Dentro de la cartera de clientes de Deneuve, figura un millonario interpretado por Eddie Albert, aficionado a pagar los servicios de chicas muy jóvenes y que después se sabrá está relacionado con la chica que apareció muerta y que había ido a alguna de sus fiestas. Albert, como después le referirá Reynolds aunque no puede probarlo, en el autor de un asesinato de tres hombres a los que se cargó con un explosivo en un vehículo por causa de un sucio asunto de intereses empresariales.

La acción se precipitará cuando Johnson sepa que su hija, que se marchó de casa y se dedicaba a exhibirse en locales de streaptease y participar en películas porno como la hija de George C.  Scott en Hardcore, se relacionó con el millonario Albert. Acudirá a su casa armado con un revólver dispuesto a matarlo. Cuando lleguen Reynolds y su compañero, el primero tendrá una idea digamos que de justicia poética. Manipulará el escenario de tal forma que parezca que ha habido un tiroteo entre Johnson y Albert de manera que lo que fue un asesinato a sangre fría se convierta en un caso de legítima defensa. Solucionado este tema, y también su relación con Deneuve que pasa por altibajos y momentos tempestuosos antes de decidir hacer un viaje juntos, Reynolds no puede escapar al título español de la película, que en EEUU se tituló Hustle.

Es una película profundamente pesimista en el que prácticamente todos los personajes son negativos, unos más, otros menos y, en general, bastante infelices. Una película que destila amargura, como otras de Aldrich de su última década como realizador (La venganza de Ulzana o Rompehuesos).  A pesar de ser relativamente larga, unos 120 minutos de metraje, Aldrich no  pierde el pulso a la película que tiene buen ritmo.

Reynolds no era un actor brillante pero no hace una mala interpretación en esta película. Forma sin duda una extraña pareja con una actriz demasiado europea para la película y que, de hecho, no se asentó nunca en Hollywood. Respecto a los secundarios, tener a Borgnine, Johnson y Albert es un lujo que beneficia a la película.

 

 

domingo, 15 de octubre de 2023

WINCHESTER 73

 

Anteayer, en el programa de Garci dan Winchester 73. Sigo gran parte del coloquio y luego veo otra vez la película.

Señalan los tertulianos que un gran número de elementos del western están ahí. Y, efectivamente, es cierto: Wyatt Earp y sus hermanos, Bat Masterson, el 4 de julio fecha en que se inicia la película, el propio rifle Winchester, las diligencias, alusiones a Little Big Horn y la guerra civil, una ciudad emblemática del western como Dodge City, el traficante de armas, la presencia amenazante de los indios, el atraco a un banco, el ejército asediado por los indios, forajidos, una chica de saloon y el héroe, aquí James Stewart. Aunque, como en otras películas de Mann, Stewart es un personaje complejo que casi sería más un antihéroe, obsesionado aquí por un deseo vengativo y sin aportar nada a la comunidad como hacen muchos héroes del western, el Alan Ladd de Raíces profundas o el Henry Fonda de Pasión de los fuertes.

Como dicen los tertulianos, hay algo de tragedia griega o reminiscencias bíblicas en la historia, esa lucha cainita en la que Stewart persigue a su hermano, que mató al padre de ambos, con la ayuda de un amigo interpretado por Millard Mitchell.

También hay un elemento que parece propio de una epopeya homérica. El rifle es un objeto maldito. Una vez ganado en el torneo de tiro por Stewart en el inicio de la película, todos sus poseedores acabarán siendo asesinados. John Mc Intire, Rock Hudson, Charles Drake, Dan Duryea y, por último, Stephen MacNally poseerán en algún momento el rifle, pero todos encontrarán la muerte de forma violenta.

Sobre la interpretación de Stewart, creo que ningún héroe del western ha tenido una mirada tan llena de odio, venganza, ira y cólera. Realmente da miedo. Cuando reduce a Dan Duryea antes que éste desenfunde y lo tiene contra la barra del bar sujeto y con la mano presionándole la cara, lo que transmite con esa mirada no lo consigue con tanta fuerza ni el Ethan Edwards de Centauros del desierto.

Y el duelo final recuerda a las películas de Boetticher. Esas rocas áridas y escarpadas, y ese largo duelo con disparos de rifle, con las piedrecitas que saltan de las rocas impactando contra los cuerpos de los hermanos y que está rodada de un modo que parece que estemos allí en medio del tiroteo.

El final deja una duda. Shelley Winters quiere, como muchos personajes del género, un lugar donde asentarse. No sabemos, ni hay pistas, de qué va a hacer el personaje de Stewart cuando culmine su venganza. Aunque tiene abrazada a Winters, intercambia unas ambiguas miradas con Mitchell y el último plano de la película es para ese maldito rifle que ha matado a todos sus anteriores poseedores.

En fin, festival de cine el pasado viernes con Garci. Y creo que bonito, aunque involuntario homenaje a su amigo el gran Carlos Pumares, que se marchó el día anterior y seguro era uno de sus muchos filmes favoritos. 



sábado, 14 de octubre de 2023

EL ARTE DE SER HUMANOS


 

Compro en condominio El arte de ser humanos, un libro del neerlandés Rob Riemen recientemente publicado que trata de dar la voz de alarma ante una sociedad cada vez más deshumanizada y apela, a través de cuatro estudios, a estudiar ese arte en el que conviven gente que se comporta de una manera justa y otros que lo hacen con total indignidad y vileza.

Riemen repite un par de veces durante el libro  unos versos de Dante en La divina comedia, coincidiendo con la aparición de Ulises, que ilustran sus propósitos al reflexionar sobre el hombre:

Considerar vuestra ascendencia

para vida animal no habéis nacido

sino para adquirir virtud y ciencia.

A lo largo de los cuatro estudios van apareciendo diversos personajes, unos que encaminan su existencia a procurar la justicia y ennoblecer su espíritu, y otros que no, que se quedan en la animalidad.

Entre los primeros, sus familiares internados en un campo de concentración japonés durante la invasión de Indonesia en 1942; el escritor Thomas Mann y el filósofo Edmund Husserl en el marco de la cultura europea de las primeras décadas del siglo XX y su resistencia contra las mentiras nazis; el escritor Émile Zola denunciando el caso Dreyffus y el escritor MIjail Bulgakov combatiendo el estalinismo con su novela El maestro y Margarita.

Entre los segundos, los brutales comandantes japoneses del campo de internamiento; el pangermanista y apologista de la raza aria Houston Chamberlain; los altos mandos del ejército francés que encubren a quienes realmente vendieron los secretos militares a los alemanes y Stalin y todo su régimen de terror.

Unos adquirieron virtud y ciencia y otros no. Procuremos estar entre los primeros.


viernes, 13 de octubre de 2023

DISPARARON AL PIANISTA

 

Dispararon al pianista es un interesante filme de animación estrenado la semana pasada y que cuenta la importancia del pianista Tenorio Junior en la música brasileña, así como su trágica desaparición en el marco de la Operación Cóndor de la dictatura argentina.

Un periodista americano pretende hacer un libro sobre la bossa nova e irá a topar con la figura de Tenorio Junior, cosa que le hará cambiar su plan inicial para centrarse en la figura de este pianista. Escribe el libro y lo presenta en una librería de Nueva York explicando en flashback su proceso de elaboración, con un tono de documental en el que aparecen muchos personajes, entre ellos algunos músicos brasileños muy famosos, relatando su relación con el personaje; y sus viajes a Buenos Aires, Sao Paolo y Rio de Janeiro buscando material y entrevistando a esos personajes.

La película aborda como uno de sus ejes dar a conocer la bossa nova y reflexionar sobre la importancia que hubiera tenido sobre el género la presencia de Tenorio, desaparecido prematuramente a la edad de 34 años.

Y otro eje gira en torno a su desaparición. Tenorio era el pianista de Vinicius de Moraes y se encontraba, en marzo de 1976, en Buenos Aires para una serie de actuaciones. Salió de su hotel para comprar algo de noche y, probablemente por equivocación y por su aspecto presuntamente izquierdista al llevar poblada barba y pelo muy largo, fue secuestrado por la policía política argentina. Parece que, en el centro de detención, y puestos en contacto con la embajada brasileña, se dieron cuenta que aquel sujeto no tenía actividad política pero, para que no quedara libre y pudiera hablar de los centros de detención al volver a Brasil, fue liquidado de un tiro en la cabeza. Dado que Brasil era en aquel momento una dictadura, no fue un asunto que a los miembros de la embajada brasileña les importara mucho. Dejó tres hijos y su mujer embarazada de un cuarto, además de un vacío en la bossa nova que denuncia la película a través de muchos testimonios que alaban la calidad de su trabajo.  

La banda sonora está muy bien, la historia tiene momentos muy conmovedores y creo que Fernando Trueba y Javier Mariscal han dirigido el proyecto con eficacia. Manejan bien la historia hasta llegar al clímax cuando, a través del testimonio de uno de los policías argentinos, se explica el triste desenlace en la siniestra Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) en la que los militares argentinos perpetraron todo tipo de atrocidades.


jueves, 12 de octubre de 2023

LOS VIOLENTOS AÑOS 20


 

Raoul Walsh estaba en plena forma cuando dirigió Los violentos años 20. En el  final de la década de los 30 y al principio de los 40 rueda varias obras maestras: Gentleman Jim, Murieron con las botas puestas, El último refugio, Objetivo Birmania, …

Los violentos años 20 explica la historia de tres compañeros de armas en la I Guerra Mundial y lo que les sucede durante los aproximadamente 14 años después.  De forma semidocumental, una voz en off va dando cuenta de la historia de los EEUU en esa década de los 20, sobre todo explicando lo que supuso la ley seca en cuanto al aumento de la delincuencia organizada.

De los tres compañeros, el protagonista es James Cagney que, si en las primeras tres cuartas partes del metraje hace una interpretación excelente, en el último cuarto simplemente está sublime. Cagney es un buen chico, pero no se puede readaptar a la vida civil en la posguerra, siguiendo el tono de denuncia social de la Warner en los filmes de aquella época, y acabará siendo un hampón importante dedicado al tráfico ilegal de alcohol. De los otros dos compañeros, uno es un estudiante de Derecho interpretado por Jeffrey Linn y el tercero es un individuo sin escrúpulos y retratado de forma inhumana interpretado por un Humphrey Bogart que iba cogiendo galones (aquí es el tercero en el casting) preparándose para el estrellato.

Cagney comete el error de enamorarse de la chica equivocada (Priscilla Lane) a la que ayuda en su carrera de cantante. A su vez, la chica está enamorada del compañero abogado de Cagney, con el que no ha perdido el contacto y le presta su ayuda como asesor legal, aunque es reticente a meterse en los negocios sucios de su amigo. En cambio, el personaje de Bogart está desaparecido gran parte de la película, pero reaparece para formar una sociedad con Cagney presidida por la desconfianza mutua. Tras la crisis de 1929, y el final de la ley seca, Cagney cae prácticamente en la indigencia mientras Linn consolida su carrera como fiscal y Bogart sigue siendo un hampón implacable y malvado que, al querer acabar con Linn, desencadenará el final del filme con la intervención de Cagney, todavía enamorado de Lane, y dispuesto a inmolarse para que el matrimonio de Lane y Linn, que ya cuentan con un hijo de 4 años, tenga una apacible y feliz vida familiar.  

Walsh lo filma todo de manera trepidante, sin dar un respiro al espectador, siempre pasa algo importante y la trama avanza de manera fluida, apoyada por un guion en el que, de tres autores acreditados, sobresale el nombre de Robert Rosen. Pero, a la vez, rueda con una puesta en escena inmejorable, con multitud de detalles, esas miradas de los personajes a través de las cuales se explica la atracción amorosa de Lane y Linn y la ceguera de Cagney, ese vaso de leche con esa luminosidad tan acusada que es la bebida de Cagney durante toda su película antes de su caída a los infiernos; o esa música que empieza a sonar en el bar de la mala muerte donde está Cagney y que provoca rectifique su inhibición inicial y se enfrente con Bogart para proteger a sus amigos.

Para terminar, ese maravilloso travelling de un Cagney acribillado caminando por las nevadas calles de Nueva York hasta caer en las escaleras de una iglesia, mientras es llorado por Panamá, la única mujer que le ha comprendido y querido, y la cámara que en otro travelling se aleja de las escaleras antes de que aparezca el THE END de esta obra maestra.

 

martes, 10 de octubre de 2023

GENERACIÓN



 

Generación (1954) es la primera película de Andrzej Wajda y está ambientada en 1942, en plena ocupación alemana de Polonia.

Arranca con un plano secuencia aéreo muy largo en el que la cámara se va desplazando hacia un arrabal de  Varsovia que se ve depauperado por los efectos de la guerra. Tres jóvenes, más por hacer una gamberrada que por oponerse al ejército germano, intentan tirar carbón de un tren que lleva ese mineral al frente del Este y uno de los jóvenes muere trágicamente. Stach sobrevive al acoso de los soldados alemanes y, desde ese momento, empieza a adquirir conciencia de clase poniéndose en contacto con obreros miembros del partido comunista, entre ellos una atractiva chica llamada Dorota. El personaje va madurando durante la película al mismo tiempo que se retrata la brutalidad de la ocupación y la división de la oposición polaca con un grupo predominante y activo como el comunista, pero enfrentado a sectores más tradicionales. Stach y sus amigos (uno de ellos interpretado por Roman Polanski) se adentran en el mundo de la guerra pese a su corta edad y ejecutan en un bar a un mando nazi; aunque un plano de unos postes telegráficos con cuerpos de opositores polacos colgados dan muestra de la implacable represión nazi.  También se produce una incipiente relación amorosa entre Stach y Dorota que quedará frustrada ante la detención de la chica en una parte final muy intensa.

Wajda filma mucho en exteriores y, con la crudeza del mundo obrero que muestra, está cercano en ese aspecto al neorrealismo italiano. La película está narrada de manera vigorosa, los personajes son creíbles y la brutalidad coincide con un inquebrantable optimismo de Dorota que parece transmitir a Stach en el final de la película. Leo que Wajda nació en 1926, así que la película es un homenaje a la gente que tenía su edad durante la ocupación alemana, momentos duros de vivir, proyectos de vida que se frustran y un espíritu de lucha que no abandona el protagonista.


lunes, 9 de octubre de 2023

HISTORIA DE UN ALEMÁN

 

Historia de un alemán, de Sebastian Haffner, es un libro en el que, en primera persona, el autor explica su vida desde el inicio de la I Guerra Mundial hasta el año 1933, cuando abandona Alemania y se encamina hacia el exilio en Francia y luego Inglaterra. Como él dice, su libro no habla de los detalles de los grandes acontecimientos históricos y políticos sino de cómo les afectó todo ello a gente corriente como él y sus amigos o conocidos.

Haffner tiene 7 años cuando estalla la I Guerra Mundial y narra como la gente consultaba el parte diario que colgaban en edificios públicos explicando como se movía el frente y las bajas sufridas hasta que, el 11 de noviembre de 2018, desparecieron los partes. Siendo él ya un adolescente, narra momentos muy convulsos para Alemania: la revolución espartaquista, los reaccionarios putschs de Kapp y Hitler; así como el período de la hiperinflación, acabado de forma sorprendente para el adolescente Haffner cuando un día se comenta que pronto volvería a haber dinero “de valor constante” y luego el rumor se hizo realidad, volviendo la confianza y la estabilidad económica de 1924 a 1929 (al fin y al cabo qué otra cosa es una moneda sino una ficción).

Aunque toda esta parte está bien, más interesante es la última parte del libro en la que explica sus vivencias en el primer año del nazismo. Haffner es en aquel momento un estudiante de Derecho que oposita para formar parte de la burocracia judicial. Desde pocas semanas después del nombramiento de Hitler el 30 de enero, los nazis pasan a la acción. Después del incendio del Reichstag se empieza a perseguir a opositores políticos y judíos. El cambio fue muy rápido, de pocos meses y, ya en verano, Haffner ve como empiezan a exiliarse amigos, entre ellos algunos judíos. Haffner asiste impotente a este hecho así como que su padre, para cobrar una pensión, tenga que rellenar un formulario vergonzoso explicando a qué partidos o asociaciones había pertenecido, cuál era su contribución a la nación y comprometerse a un “apoyo sin reservas al Gobierno de alzamiento nacional”. También observa como se resquebraja la relación con mucha gente, algunos efectivamente piensan como él y están contra el régimen pero otros muchos se adaptan a los cambios políticos y los justifican aun cuando en principio no eran nazis.

Haffner se pregunta como los nazis, que en las últimas elecciones llegaron al 40% de los votos, pudieran cometer todo tipo de tropelías casi sin oposición cuando los no nazis, aun divididos, eran un 60%. Ciertamente, y como buenos fascistas que eran, fueron audaces y desacomplejados a la hora de imponer un régimen de brutalidad. Con esa política anestesiaron a buena parte de la sociedad alemana. Haffner escribe una frase atribuida a Hitler que tal explique mucho de lo que pasó: “Todos los que desean combatirnos están prestando servicio… en el ejército del Reich”.

Antes de exiliarse, Haffner había prometido a su padre hacer un examen para el ingreso a los cuerpos estatales y debía asumir ese compromiso. Los nazis, en verano de 1933, y antes de que se examinen, reúnen a los opositores en una especie de campamentos comandados por escuadras de las SA. Allí reciben instrucción militar, pero sobre todo ideológica, exaltando el nacionalismo germano a base de canciones y proclamas y discursos de Hitler. Por un lado, el autor describe el miedo al otro, a no manifestarse como antinazi aunque a lo mejor estás compartiendo campamento con alguien que piensa como tú. Y, por otro lado, como esta serie de prácticas fomentaron entre sus compañeros un sentimiento de camaradería, de pertenencia a un grupo, que tan bien les fue a los nazis para anular cualquier conducta individualista y que la gente siguiera en el rebaño, como también paso en las Juventudes Hitlerianas y otras organizaciones nazis.

Desgraciadamente, lo que explica Haffner está mucho más de actualidad de lo que pudiera parecer y nuevas formas de fascismo avanzan en todo el mundo, estando muy cercanas algunas de ellas.  

 

 

 


sábado, 7 de octubre de 2023

GOLPE EN LA PEQUEÑA CHINA


 

A caballo entre la comedia, el cine de aventuras y el género fantástico, creo que, con Golpe en la pequeña China, John Carpenter pretendió hacer una especie de anti Indiana Jones; una película con un antihéroe que se ve envuelto en una delirante cadena de sucesos misteriosos y disparatados, aun más inverosímiles que en las películas de Jones y con más sentido del humor.   

Kurt Russell es Jack Burton, un conductor de camiones vulgar, caradura y con un punto hortera, que acompaña a un amigo chino a recoger a su novia al aeropuerto de San Francisco; allí su novia será interceptada por una banda de chinos que buscan a una chica con ojos verdes para resucitar al fantasma de un malvado chino que busca casarse con ella para volver a tener forma corpórea después de haber vagado su alma errante durante siglos; también aparecerá por allí una chica rubia, también con ojos verdes, para que el fantasma pueda casarse con las dos y estimule aun más a Burton que se dedica en cuerpo y alma durante la película a ayudar al amigo chino en su afán por recuperar a su novia.

A pesar de sus intenciones, de su buena mano en las escenas de acción, del tratamiento de la amistad entre los dos personajes masculinos con ecos de su admirado Hawks, de la música tan característica de sus películas y de un buen diseño de producción; Carpenter no logra hacer una buena película. El guion es endeble, abundan hasta cansar las escenas de acción, la trama de tan retorcida llega a un punto de confusión y ni siquiera que el metraje no llegue a 100 minutos salvan a la película de poderse considerar fallida.

lunes, 2 de octubre de 2023

CERRAR LOS OJOS

 

Acudo a un cine de estreno para ver Cerrar los ojos y la experiencia es inmejorable porque veo una película soberbia. Por lo que veo, ha cosechado muy buenas críticas, aunque no de forma unánime y ha sido criticada muy negativamente por Carlos Boyero. A mí me ha parecido una gran película, a la altura de El sur y El espíritu de la colmena.

Cuando una película veo que dura dos horas y cincuenta minutos temo que no se me vaya a hacer larga, pero, en esta ocasión, el tiempo pasa rápido y ese es el mayor elogio a la película. El  interés no decae en ningún momento e incluso la historia te atrapa yendo de menos a más.

Uno de los aspectos que más me gusta es ver la película como un homenaje al cine en esas dos bobinas de un filme perdido e inacabado que abren y cierran la película. Y esos recuerdos del protagonista cuando pasa las hojas de un cuadernillo reproduciéndose los fotogramas de la llegada al tren de Lumière, o cuando coge la guitarra para cantar una canción de un indispensable clásico del cine americano.

Luego está la historia del protagonista, un director llamado Miguel Garay (Manolo Solo) que, buscando a su amigo Julio Arenas (José Coronado), desaparecido hace 20 años, hace balance de su vida. Director con solo una película acabada y una segunda, sin terminar, y en la que desapareció sin dejar rastro el actor Julio Arenas; y escritor no parece que con demasiado éxito, vive de manera más bien precaria en un asentamiento costero del sur de España. La oportunidad de colaborar con un programa de TV del tipo quién sabe dónde le da la oportunidad de localizar a un amnésico (o algo parecido) Julio Arenas en un asilo donde realiza labores de mantenimiento. Nadie sabe muy bien como Arenas llegó a la localidad donde se encuentra el asilo, sin documentación, sin saber su identidad y con pocas pertenencias, entre las cuales hay  un par de objetos relacionados con la película que estaba rodando junto con Garay. La película alcanza su punto culminante cuando Garay exhiba en la sala de cine del pueblo (recientemente cerrada dice de manera triste el propietario) esas dos bobinas y se abra la posibilidad que la magia del cine encienda el click, active la memoria y se recupere una amistad y una relación paterno-filial.

Película reposada, con excelentes diálogos y planificada al milímetro, supone la despedida a lo grande, y manteniendo un gran nivel, del cine de Víctor Erice.

 

 

 


domingo, 1 de octubre de 2023

LA LOCA HISTORIA DEL MUNDO

 

Siguiendo con Mel Brooks, veo La loca historia del mundo, primera parte. Es una película de 1981 menos conseguida que algunas de sus películas hechas en los años 70 pero que sí contiene momentos muy divertidos.

Empieza en la Edad de Piedra con unos cavernícolas haciendo algunas payasadas y el gag más divertido es cuando uno de ellos crea el arte dibujando un bisonte en la pared de una cueva. Junto con el artista nace el crítico, otro cavernícola que se adelanta al resto, pone cara inquisitiva y acaba orinando sobre la pintura.

Después de un breve momento por el Antiguo Testamento, en el que sale la bajada del monte Sinaí y como Moisés entrega al pueblo las tablas de los diez mandamientos porque se le cae una que contenía cinco mandamientos más; se abre la parte de metraje más larga de la película que es la dedicada al Imperio Romano. En esta parte los protagonistas son un cómico filósofo interpretado por el propio Brooks y un esclavo negro interpretado por Gregory Hines. Después de varias disparatadas situaciones en las que intervienen el César y su mujer, Brooks y Hines emigran a Judea. Allí Brooks encuentra trabajo en una posada como camarero y, cuando va a servir la cena en una de las salas, se encuentra a Jesús justo en el momento en que dice que uno de sus discípulos le va a traicionar. Seguidamente, entra Leonardo da Vinci con sus útiles para pintar La última cena.

La siguiente etapa histórica en abordar la película es la época de la Inquisición española. En realidad no hay diálogo sino un largo número musical, al más puro estilo de Broadway y Hollywood, en el que Brooks interpreta a un Torquemada que canta y baila con un ballet masculino de religiosos; aunque luego se incorporan unas monjas que se quitan los hábitos y se lanzan a la piscina en un número calcado de las coreografías de Esther Williams.

La última etapa histórica es la Revolución Francesa. Brooks interpreta aquí dos papeles: el de Luis XVI y el de un hombre que lleva un orinal para que los nobles que están en palacio puedan orinar en ellos cuando pasean por los jardines.  Intuyendo que estallará la Revolución, algunos asesores aconsejan al rey que huya y ponga a su doble como rey. Efectivamente, estalla la Revolución, y el falso rey, junto a una chica a la que ha ayudado a liberar a su padre de la Bastilla, intenta huir pero son detenidos. A punto de ser guillotinados, serán salvados por Gregory Hines que vuelve desde el Imperio Romano y huyen todos en una cuadriga acabando la película.

Como en otras películas de Brooks, el humor es muy obsceno, con muchas alusiones a órganos sexuales, al apetito sexual insaciable del César, la emperatriz y Luis XVI hacia los cortesanos que les rodean y a la comicidad de uno de los miembros de la corte del César por su homosexualidad, cosa que ahora sería muy políticamente incorrecta.  También está el humor escatológico con, por ejemplo, el César romano eructando y lanzando ventosidades. Otro aspecto a destacar es esa vena mordaz e irónica, como los romanos que pasan por la oficina de desempleo o el rey Luis XVI que practica el tiro no al plato sino al pobre, lanzándole personas de clases bajas a las que pueda disparar. Y no faltan algunas referencias humorísticas a las religiones, en especial la judía como, cuando acaba la película y anuncian la segunda parte, unas naves especiales tipo la guerra de las galaxias que tienen la forma de la estrella de David. En definitiva, esas características por las que Jeremy Dauber ponía a Mel Brooks como ejemplo de humorista judío.

Y no hubo La loca historia del mundo, parte segunda. Al menos estrenada en cine. Parece que, justo hace unos meses, se ha estrenado esa segunda parte en forma de serie de TV en los Estados Unidos después de 40 años de espera. Y uno de los guionistas es Mel Brooks. Cercano a ser centenario, parece que sigue dando guerra.

 

 

 

 


MÁS RÁPIDO QUE EL VIENTO

  Más rápido que el viento (1958) es un western que tiene muchos puntos atractivos. Dirigido por un competente Robert Parrish, vi que en el...