Shadows, opera prima de
John Cassavettes, rodada entre 1957 y 1959 es una película corta (menos de
80 minutos) que se hace larga.
Entiendo que se trata de una
especie de borrador de trabajo, de cine experimental que no iba a exhibirse inicialmente
de cara al púbico. Y que ese blanco y negro, esos acompañamientos de jazz en la
banda sonora y esos exteriores filmados en las calles neoyorquinas sientan las
bases de un cine independiente en los Estados Unidos. Pero, dejando al margen
su importancia como embrión del cual saldría una forma de filmar en otras
películas que en aquellos momentos era una bocanada de aire fresco, Shadows
es una película sin guion, con una trama improvisada y la mera puesta en escena
no la salva de provocar más tedio que entretenimiento. Pese a que hay escenas
que me parecen remarcables e interesantes, y un punto muy interesante como es
el tratamiento del racismo, el conjunto global del filme no me satisface.
Por supuesto, películas mucho más
consistentes y trabajadas haría Cassavettes en los años posteriores. Lógicamente,
unas mejores y otras peores, y en general con un buen tono si bien en muchas de
sus películas hubieran tenido más ritmo con menos metraje.
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