A caballo entre la comedia, el
cine de aventuras y el género fantástico, creo que, con Golpe en la pequeña
China, John Carpenter pretendió hacer una especie de anti Indiana Jones;
una película con un antihéroe que se ve envuelto en una delirante cadena de
sucesos misteriosos y disparatados, aun más inverosímiles que en las películas
de Jones y con más sentido del humor.
Kurt Russell es Jack Burton, un
conductor de camiones vulgar, caradura y con un punto hortera, que acompaña a
un amigo chino a recoger a su novia al aeropuerto de San Francisco; allí su
novia será interceptada por una banda de chinos que buscan a una chica con ojos
verdes para resucitar al fantasma de un malvado chino que busca casarse con ella
para volver a tener forma corpórea después de haber vagado su alma errante durante
siglos; también aparecerá por allí una chica rubia, también con ojos verdes,
para que el fantasma pueda casarse con las dos y estimule aun más a Burton que
se dedica en cuerpo y alma durante la película a ayudar al amigo chino en su
afán por recuperar a su novia.
A pesar de sus intenciones, de su
buena mano en las escenas de acción, del tratamiento de la amistad entre los dos
personajes masculinos con ecos de su admirado Hawks, de la música tan
característica de sus películas y de un buen diseño de producción; Carpenter no
logra hacer una buena película. El guion es endeble, abundan hasta cansar las
escenas de acción, la trama de tan retorcida llega a un punto de confusión y ni
siquiera que el metraje no llegue a 100 minutos salvan a la película de poderse
considerar fallida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.