John
Houston dirigió una mezcla de western y comedia al realizar El juez de la
horca en 1972. Se trata de un biopic sobre el juez Roy Bean, con guion de
John Milius, música de Maurice Jarre e interpretado por Paul Newman, contando
además en el reparto con rostros populares de la época: Jacqueline Bisset, el
propio John Houston, Stacy Keach, Anthony Perkins, Roddy MacDowall y Pamela
Ewing, también conocida como Victoria Principal.
Tras
ser expulsado violentamente de una pequeña población junto al río Pecos en
Texas, Roy Bean, ayudado por Maria Elena, una chica de origen mexicano, vuelve
a esa localidad para vengarse. Revólver en mano, perpetra una matanza y se hace
dueño del lugar autonombrándose juez. Los diálogos son muy divertidos y Bean
cree que es quien está mejor preparado para ser juez ya que “conozco bien
las leyes porque las he violado todas”. Su manera de impartir justicia es
peculiar y comenta a cuenta de un intruso en el pueblo “aquí los
linchamientos se hacen de acuerdo con la ley”. Cuestionado por el abogado Frank Gass.(Roddy
MacDowall) sobre la aplicación de unos preceptos legales, los deroga arrancando
las páginas que los contienen del libro de leyes que le muestra el letrado.
Bean se asienta en el territorio, decora el saloon con posters y fotos de su admirada actriz Lillie Langtry y convierte en alguaciles a una serie de forajidos para que le sirvan como guardia pretoriana, mientras los amanceba con un grupo de prostitutas con lo que se origina la fundación de una pequeña ciudad, con unos pobladores mucho menos políticamente correctos que los que aparecen en westerns clásicos fundando comunidades.
De
los personajes secundarios, el más interesante es Gass porque, después del
encontronazo inicial y una tortura consistente en meterle en una jaula con un
oso que es un gran bebedor de cerveza, se hacen socios, pero el abogado tiene claro que se vengará en un futuro,
cosa que consigue cuando se puede imponer como alcalde y expulsar al juez. Gass
es un capitalista que tiene intereses en el lucrativo e incipiente negocio de
las explotaciones petrolíferas en Texas y representa los nuevos tiempos, con
modernos medios de locomoción y una mayor urbanización de la zona, confrontando
con los tiempos más primitivos en que Bean era el amo del territorio.
Bean,
que desaparece veinte años al ser destituido, reaparece, se encuentra con una hija
que tuvo con María Elena y que no llegó a conocer, dando cumplida venganza al
contencioso que tiene con Gass ya que lo asesina, aunque él fallece poco
después en un incendio que se produce en medio de los disturbios que marcan esa
lucha contra los petroleros. Pero la ciudad ha cambiado, definitivamente los
tiempos en que un hombre imponía su ley han desaparecido y un nuevo orden, presidido
por los intereses de las grandes corporaciones, se abre paso.
Como
epílogo, Lillie Langtry, interpretada por Ava Gardner, visita el saloon que un
amigo de Bean ha conservado tal como lo tenía él, es decir, como un santuario
en el que se refleja la devoción que tuvo hacia la actriz.
Reproduciendo
muchos detalles reales del juez Bean, como que tenía a un oso como mascota que
bebía cerveza, se trata de una película simpática y muy entretenida, con un
Newman que hace una composición muy divertida del juez. La película podría tal
vez haber profundizado en una reflexión sobre el primitivo mundo del Oeste y los nuevos
tiempos aparentemente menos salvajes, pero opta por ser un film desenfadado y
amable de ver. Tiene algunas escenas demasiadas estridentes, como el tiroteo e
incendio provocado al volver Bean desaparecido misteriosamente durante veinte años,
y algún bache narrativo, pero en conjunto es un buen y ameno entretenimiento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.