martes, 1 de abril de 2025

LA VÍA LÁCTEA

 

La vía láctea (1936) es una de las últimas películas de Harold Lloyd y dio lugar a una nueva versión que, unos años más tarde, rodó Danny Kaye en una de sus películas más populares que se tituló El asombro de Brooklyn.

Dirigida por Leo MacCarey, la película es como una versión cómica de la posterior Más dura será la caída. Lloyd es un lechero que, por casualidad, noquea a un boxeador profesional que, junto a un colega, molestaban a la hermana, convirtiéndose en noticia periodística. Eso hace que un avispado y poco escrupuloso mánager, interpretado por Adolphe Menjou, se sirva de Lloyd para amañar combates y promocionarlo como nueva figura del boxeo, organizando una gira por diversas ciudades del país hasta un último combate con el título en juego.

La película, dirigida por Leo MacCarey solo un año más tarde que Sopa de ganso, es dinámica y explica esa trama del falso boxeador promocionado por un mánager desvergonzado, junto a la historia de amor de su hermana con uno de los boxeadores y también cabe un chico conoce chica para que Lloyd encuentre su media naranja. Así que la película explica bastantes cosas en un reducido metraje de unos 85 minutos, con situaciones bastante divertidas.

No obstante, queda claro que la comicidad de Lloyd aquí luce poco. Hay algunos gags visuales, pero tienen poca importancia en la película y la figura de Lloyd podría haberse sustituido por cualquier otro cómico de poco talento. Lo suyo no era buscar el efecto cómico a partir de los diálogos, siendo sus aportaciones más divertidas cuando boxea como si se tratara de un bailarín o su preocupación por el caballo que tira el carro con el que reparte leche, animal que da pie a uno de los gags más divertidos del filme cuando se las ingenia para hacerlo pasar como pasajero en un taxi.

Entretenida pero ilustrativa de la decadencia de Lloyd. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.

CADENAS ROTAS

  Veo Cadenas rotas (1946) de David Lean, adaptación de Grandes esperanzas de Dickens. Como no he leído la novela, no puedo comparar, pero...