Hijos de los hombres es
una película de Alfonso Cuarón en la que se explica una distopía, basándose en una novela de P.D.James. Rodada hace
casi veinte años, el filme se sitúa en 2027 y resulta que hay una crisis de
fertilidad general en todo el planeta no habiendo nacido nadie desde hace 18
años. En vez de contar la gente más vieja del mundo como hacemos ahora, en esta
distopia cuentan quien es el más joven del planeta y la película empieza con la
noticia de la muerte en Buenos Aires de un chico de 18 años y pocos meses.
La acción se sitúa en
Inglaterra, país en el que se supone hay estabilidad comparada con otros
lugares del mundo donde reina la anarquía y el caos según se refiere en flashes
informativos. Pero esa estabilidad la proporciona un sistema militarizado y
carente de derechos y libertades, que deja al margen a numerosos grupos de
inmigrantes que quieren acceder al país y son internados en campos de
concentración.
El protagonista del filme es
Theo (Clive Owen), un hombre que se separó de su mujer tras la muerte de su
hijo por una pandemia de gripe de 2008. Es un burócrata del régimen político
autoritario que es secuestrado por un grupo terrorista que lucha por los
derechos de los inmigrantes y al que pertenece su exmujer Julian (Julianne
Moore). Este grupo terrorista, llamado Los Peces, protagoniza atentados que
justifican la represión policial y que se viva en un permanente estado de
excepción.
La trama es enrevesada pero, en
síntesis, el grupo terrorista ha secuestrado a Theo para que consiga un
pasaporte para una joven llamada Kee que está embarazada y llevarla al
"Proyecto Humano", un supuesto grupo científico dedicado a curar la
infertilidad, ubicado en las Azores. Acosados por las fuerzas del gobierno,
Julian muere en un tiroteo y Theo descubre que, en realidad, el grupo
terrorista planea utilizar al bebe que nazca para su lucha política. Por ello,
con la ayuda de un viejo amigo interpretado por Michael Caine, Theo se deshará
de Los Peces y pasará las de Caín para cumplir con la misión de entregar a la
chica, que da a luz en medio del caos y sin asistencia sanitaria, a ese
proyecto. Caine morirá entreteniendo a las fuerzas que les persiguen, pero Theo
contara con la ayuda de una integrante del grupo terrorista y de una inmigrante
de etnia gitana. Al final, su esfuerzo, aunque lo pague con la vida, da su
fruto y se abre una esperanza para la Humanidad.
La película es vibrante, pasan
muchas cosas y la factura de la realización es buena, se describe con crudeza y
verosimilitud un futuro cercano, amenazador e inquietante. Pero, tal vez, pasan
demasiadas cosas, hay muchas persecuciones con situaciones de riesgo para los
protagonistas, pero poco espació para la reflexión sobre la distopía que
muestra. Ese plus de acción que tiene la película la convierte en más
comercial, pero quizás desde una narración más pausada se hubiera llegado con
más profundidad a desarrollar qué supone esa distopía.
Theo es un personaje marcado
por la muerte. Su presentación se da mientras está en un bar de la City
siguiendo la noticia por televisión de la muerte del chico argentino. Al salir
del bar en el que ha pedido un café, estalla una bomba puesta por el grupo
terrorista de su exmujer. La muerte le acecha y no será extraño su final, pero
tiene la suerte de morir con la esperanza de haber dejado al bebe con su madre
junto al barco del “Proyecto Humano”, aunque no se sepa muy bien qué es eso. Simplemente,
se sacrifica con la esperanza que es decisiva la llegada del bebe y su madre a
ese extraño buque científico del que no se da ninguna noticia cierta.
Leí la referencia de esta
película en el libro El espíritu de la esperanza de Byung-Chul Han. El
filósofo coreano la mencionaba en su libro y exponía como, desde la
desesperanza, nace la esperanza más íntima. Theo es un personaje resignado y
acomodado al nuevo orden establecido, carcomido interiormente por la ruptura
familiar que supuso la muerte de su hijo y separación de su mujer, y le serían
aplicables, en su evolución a lo largo de la película, estas palabras sobre la esperanza que Han escribe en el libro unas
páginas antes de referir la película: La esperanza supone un movimiento de
búsqueda. Es un intento de encontrar anclaje y rumbo. Tal vez sea por eso por
lo que nos lanza hacia lo desconocido, hacia lo intransitado, hacia la
apertura, hacia lo que todavía no es, porque no se queda en lo que ha sido ni
en lo que ya es. Pone rumbo hacia lo que ha de nacer. Sale a la búsqueda de la
novedad, de la diferencia total, de lo que nunca ha existido.
Le sobra un poco de acción pero es una película notable.
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