LES ENFANTS DU PARADISE

 

Les enfants du paradise es una superproducción francesa de principios de los 40. Muchos meses de rodaje y unos grandes decorados, con movilización de centenares de extras, sirvieron para recrear el Boulevard du Crime, la calle más animada, en cuanto a actividad teatral, de París en 1828. La película tiene dos partes diferenciadas de hora y media, máximo metraje que permitían los alemanes, saltando en la segunda parte la acción unos seis o siete años.  

El personaje más importante de la película es Garance (Arletty) porque es la protagonista femenina en la que convergen los cuatro principales papeles masculinos que la desean.  Por un lado, están un actor de teatro llamado Frederick Lamaitre (Pierre Brasseur), un mimo llamado  Baptiste Debureau (Jean Louis Barralt), un hampón llamado Lacenaire (Marcel Herrand) y el conde Edoaurd de Montray (Louis Salou). Como papel femenino secundario más importante tenemos a Nathalie (María Casares) que se casa con Baptiste, pese a que él ama a Garance, teniendo un hijo en común. Baptiste es un hombre tímido que no se atreve a declarar su amor a Garance, que es seducida por el mucho más decidido Lamaitre que la convierte en su amante. También es codiciada por Lacenaire, aunque cuando acaba la primera parte Garance desaparece del barrio popular en que se desarrolla la acción y pasa a ser una mantenida del conde.  

Muy bien escrita por Jacques Prévert, con unos espectaculares decorados hechos por el diseñador de producción Alexandrer Trauner y el buen hacer en la dirección de un realizador como Marcel Carné, la película es un espectacular melodrama. Y también es un gran homenaje al mundo del teatro, Carné coloca la cámara fija delante del escenario y nos deja algunos minutos viendo lo que pasa en el mismo, ya sea Lamaitre interpretando a Otelo o Baptiste en situaciones cómicas explotando su habilidad como mimo, enfocando luego al público que está en la parte más alta del aforo y que son los protagonistas del título del filme.  

Es una película larga, que con las dos partes suma tres horas y toda la película está muy bien, pero incluso me ha gustado más la parte final. Garance acude de incógnito al teatro para ver a Baptiste, la acción se precipita y Lacenaire mata a Lamaitre que se preparaba para batirse en duelo con el conde mientras, ajenos a todo esto, Garance y Baptiste pasan la noche juntos.  Pero el final no puede ser feliz, Garance huye del lado de Baptiste y este la sigue, pero no puede avanzar por la multitud que en el boulevard celebra ese día el carnaval. Baptiste ve impotente, rodeado de gente que celebra la alegría del carnaval, como pierde al amor de su vida.  

Gran clásico.