martes, 28 de enero de 2025

SIEMPRE ESTOY SOLA

 

Con un elenco de lujo encabezado por la maravillosa Anne Bancroft, junto a Peter Finch y James Mason, además de un guion de Harold Pinter basándose en una novela de Penelope Mortimer, Jack Clayton dirigió en 1964, con un resultado meritorio y notable, Siempre estoy sola, titulada en inglés The Pumpkin Eater.

La protagonista es una mujer, llamada Jo, que se ha casado dos veces y tiene seis hijos. Después de un breve flirteo, contrae matrimonio con un tercer individuo, un guionista llamado Jake, con el que tiene otro hijo. Entonces las cosas empiezan a ir mal, la pareja comienza a desintegrarse con sospechas de infidelidades de Jake incluidas. Entonces aparece Bob, un hombre dotado con un cinismo que el gran James Mason sabe crear como nadie, para aproximarse a Jo al mismo tiempo que destapa que Jake tiene una relación con su propia mujer. Jo sigue defendiendo su matrimonio y realizará lo impensable al iniciar la película dado su inquebrantable sentido de la maternidad. Se queda embarazada y, por satisfacer a su marido, aborta la criatura. Tras una fuerte discusión y una situación que parece de separación definitiva, Jo está en una casa de campo y aparece Jake con toda la prole. Un final que me pareció blando por ser aparentemente feliz pero, luego, lo veo más bien como siniestro; Jake, interpretado toda la película como un hombre antipático por Finch, no parece ser un hombre redimible ni el matrimonio, a la larga, se puede reconducir.

La interpretación de Bancroft es descomunal y ya justificaría ella sola la película. La realización de Clayton, regalándole abundantes primeros planos, pero no gratuitos sino para realzar el estado de ánimo del personaje, potencia sus grandes dotes como actriz. La película empieza con un gran movimiento de cámara en que se ve la casa de la protagonista, podemos ver sus objetos, el mobiliario, hasta acabar con un plano de Bancroft de espaldas, mostrando ya a una persona angustiada. Recordando en flashback cómo se conocen y se plantea el matrimonio, la película gana mucha intensidad en su segunda mitad, Hay una gran escena en el zoológico con Bob descubriendo a Jo su desaprensivo juego poniendo en conocimiento el adulterio de Jake con su mujer, pero, además, insinuándose. También tenemos como buenas escenas aquellas en las que Jo se halla en la clínica tras haber abortado y, de manera especial, la tensa escena con su marido Jake que parece presagiar una ruptura definitiva.

Buen e intenso melodrama, filmado con elegancia por Clayton, 

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