La novia era él fue la
penúltima colaboración entre Cary Grant y Howard Hawks. Contaron con la
presencia de Ann Sheridan para el papel femenino y se trata de una comedia
divertida.
Cary Grant es un capitán
francés y Ann Sheridan una teniente americana. Ambos coinciden en la Alemania
ocupada tras la II Guerra Mundial y, en la primera parte de la película, han de
colaborar de manera obligada en una misión de contraespionaje, pero los
personajes se caen mal, ella le hace unas cuantas trastadas en medio de
diferentes gags y situaciones divertidas. No obstante, finalmente y como no
puede ser de otra manera, se enamoran y hacen planes de boda.
En la segunda parte de la
película, una vez se han casado, el problema será trasladarse a Estados Unidos
en una época con restricciones para moverse. La manera que encuentran es
acogerse a una ley del Congreso que favorece la llegada a los Estados Unidos de
las esposas extranjeras de militares americanos. Como que la norma no
específica sexo del cónyuge que puede viajar, se acogerán a ella dándose una
serie de situaciones divertidas que culminan con Grant travistiéndose para
poder subir a bordo del barco que los lleva a América.
La película es una screwball
comedy con la batalla de sexos, como en otras películas de Hawks, como elemento
más destacable y funciona, en gran parte, gracias a la vis cómica de Cary Grant
en un momento ya maduro de su carrera. Hay situaciones divertidas, pero se echa
a faltar un guion con más mordiente, algo más ácido porque la historia está muy
contenida. Por otra parte, Ann Sheridan no es Katherine Hepburn. Sin ser una
mala actriz no era lo bastante grande para dar la réplica a un monstruo como
Cary Grant.
Sin llegar a la excelencia de La fiera de mi niña o Luna nueva, un Hawks relativamente menor es mucho Hawks y la película se mantiene como divertida y amena 75 años después de su filmación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.