Leo Sobre la tiranía, veinte lecciones que aprender del siglo XX, de Timothy Snyder, catedrático de Historia de la Universidad de Yale. Sus veinte lecciones consisten en explicar episodios del siglo XX, sobre todo relacionados con el régimen estalinista y nazi, para alertar de que podemos volver a caer en errores de décadas pasadas en el siglo XXI. Si el período de entreguerras supuso el derrumbamiento material de las democracias liberales ( Italia o Alemania) o moral (Francia), además de la instauración de la dictadura comunista en 1917 en Rusia, bien pudiéramos estar en un proceso parecido.
El libro, muy ameno, está escrito en 2017. Si bien Snyder no llega a escribir su nombre, hace numerosas referencias a Trump teniendo muy fresca la campaña electoral de 2016 y su toma de posesión en enero de 2017, explicando sus numerosísimas mentiras, el veto de periodistas en sus mítines, los insultos hacia sus rivales, etc. El libro hace un certero análisis de los peligros a los que nos enfrentamos en los próximos años, pero se quiere agarrar a la esperanza que las democracias, al contrario de lo que pasó en el período de entreguerras, no se desmoronen y se conviertan en regímenes populistas, fascistas y autoritarios. El problema es que los escasos ocho años desde que el libro fue escrito no han hecho otra cosa que empeorar la situación. El innombrable Trump ha vuelto a ganar, parece que puede tener las manos libres para enfocar de una manera diferente y más nociva su presidencia; y tenemos una guerra en la misma Europa, que en febrero llegará a su tercer año con participación exótica, pero preocupante, de norcoreanos y hutíes del Yemen; además de otro conflicto en Oriente Medio que se ha recrudecido. Ayer mismo, en lo que parecía una democracia relativamente asentada como Corea del Sur, hubo un confuso intento de asonada. Sumémosle la inestabilidad actual en las dos principales economías de la Eurozona: Alemania y Francia, con partidos de extrema derecha potentes. Definitivamente, vamos a peor.
Me gustaría aplicar en la
práctica algunas de las las lecciones, pero no puedo. En la tercera lección encabeza el
capítulo diciendo: Cuidado con el Estado del partido único y luego
recomienda: Así pues, apoya el sistema multipartidista y defiende las normas
de las elecciones democráticas. Vota en las elecciones locales y estatales
siempre que puedas.
Los partidos políticos, como
leía este fin de semana en un artículo, son todos unas sectas, oficinas de
colocación de palmeros reconvertidos a incompetentes diputados de un parlamento
o concejales de algún ayuntamiento, cuando no comisionistas espabilados
medrando por donde haya dinero público. Un ejemplo es el congreso de este fin
de semana del PSOE en Sevilla. Salió aclamada la catedrática Begoña. Para estos
casos, siempre hay que hacer uso de la frase del gran Bernd Schuster: no
hase falta desir nada más.
Me es ya imposible votar a ningún partido cuando se convoquen las próximas elecciones generales. Lo siento por Snyder, pero si viviera en España igual también se abstendría
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