sábado, 9 de noviembre de 2024

SALVE MARÍA

 

Repensando la idea de maternidad. Esa es la propuesta que hace Mar Coll en su última película, Salve María, mención especial en el Festival de Locarno.

Para expresar cómo vive la maternidad la protagonista, Coll hace un thriller psicológico, con toques de cine de terror, consiguiendo un clima asfixiante. María Aguirre (Laura Weissmahr) es una joven madre, escritora de novelas con un bebé de meses, que vive con su pareja Nico (Oriol Pla) una vida que debiera aparentemente ser feliz. Pero Coll ya desde el principio introduce elementos que desequilibran a la protagonista y una ventana mal cerrada propicia que se cuele un cuervo en la casa haciéndole pasar un mal rato. Ese clima de desasosiego está presente a lo largo del filme.

Luego viene el factor que desencadena la acción de la trama y es cuando María ve, en el telediario, como una madre de gemelos, de nacionalidad francesa y residente en Catalunya, ha protagonizado un infanticidio ahogando a sus dos pequeños de 10 meses. A partir de ese momento, la sombra del infanticidio la sacudirá mientras vemos una adaptación complicada al hecho de ser madre, preocupándose de manera exagerada por los vómitos de un bebé de pocos meses, así como el presunto rechazo del bebe hacia su leche. Su pareja parece un hombre preocupado por atender a su pareja y el bebe, si bien posterga el permiso de paternidad y no se llega a dar cuenta hasta el final del tormento que vive María.

Buscando respuestas a la pregunta de por qué mató la ciudadana francesa a sus gemelos, María engañará a Nico e irá sola a la Vall de Bohí, lugar de residencia de la filicida. En ese momento el clima se vuelve más asfixiante, adquiere un tono más terrorífico y fantástico, siendo interrumpido por la llamada de una conocida (que tiene otra actitud respecto a la maternidad) a la cual había dejado el bebe y que le informa que ha de volver a Barcelona ya que el pequeño tiene fiebre alta y está ingresado en urgencias. En el hospital, se reencontrará con Nico y se asiste al final en un epilogo situado un tiempo después.

Si había oído hablar de la depresión postparto, es un concepto que se queda corto ante lo que sufre la protagonista. Coll dinamita convencionalismos sobre cómo vive la maternidad una joven madre y lo hace de una manera audaz que, tal vez, no convenza a todas las madres que vean la película. Pero me parece una apuesta interesante y que cuestiona, desde el punto de vista maternal, si el acto creativo de traer un ser al humano implica poner en peligro o destruir la individualidad de la protagonista, aquí una mujer cuyo oficio es crear historias como novelista.

Muy buena interpretación de Laura Weismahr, intranquila y nerviosa desde el primer minuto de la película contagiando, con la banda sonora de Zeltia Montes y la realización de Coll, una atmosfera opresiva que se transmite al espectador. En el epílogo, el ambiente se relaja pero llegamos a una conclusión que tiene un carácter subversivo: ¿es aceptable un cambio de roles en la crianza de un hijo?

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