Más rápido que el viento
(1958) es un western que tiene muchos puntos atractivos. Dirigido por un
competente Robert Parrish, vi que en el guion participaba Rod Serling, el
creador de la mítica serie The twilight zone. También me sorprendió ver
a un actor en el reparto como John Cassavettes, del cual no conocía su
participación en ningún western.
Con banda sonora compuesta por
otro grande del género como fue Elmer Bernstein, la película trata de la
historia de dos hermanos, Steve Sinclair (Robert Taylor) y su hermano menor
Tony Sinclair (John Cassavettes), que se llevan bastantes años de diferencia
con lo que Steve ha sido una figura más paternal que fraternal pera Tony.
Steve Sinclair tiene un pasado
turbio y violento, cosa que queda clara en la primera escena cuando un tipo con
malas pulgas pregunta por él y lo espera en el bar del pueblo. No obstante,
Steve ha reconducido su vida y lleva una explotación ganadera estando en buena
relación con el mayor terrateniente de la zona, un hombre ya mayor interpretado
por Donald Crisp. En cambio, Tony vuelve al rancho acompañado de una joven
guapa con la que quiere casarse (Julie London) y, a pesar del respeto y
admiración que siente hacia su hermano, se muestra como un tipo nervioso y
desquiciado con ganas de bronca. La aparición de unos agricultores que quieren
establecerse en esas tierras, encabezados por un personaje interpretado por
Royal Dano que es exoficial del ejército nordista, hará que la reacción de Tony
sea violenta, absurda y desproporcionada, conduciendo finalmente la tensión a
un enfrentamiento fratricida entre él y Steve.
El guion de la película es
bueno, así como la dirección de Parrish. Hay la típica lucha entre ganaderos y
agricultores, así como se nota el peso de la guerra civil habiendo personajes
que estuvieron en uno y otro bando, pero además los personajes tienen todos
mucha presencia, incluso los secundarios como Dano y Crisp; y, por supuesto,
Taylor y Cassavettes. Destaca este último en un papel de hombre rebelde, conflictivo,
impulsivo y nervioso, mientras que Taylor representa el hombre que se ha
reformado tras un pasado turbulento. Tal vez me ha parecido desaprovechado el
personaje de Julie London, una chica que huye con Tony de una situación que se adivina difícil y que canta una canción demostrando su buena voz, pero
que parece quedar en tierra de nadie dentro de la trama.
Un buen western en un momento
que el género estaba en la mayoría de edad y enfilando los últimos años del
período clásico. El guion ayuda a construir unos personajes que dan una
estructura consistente a la película, destacando especialmente a un John
Cassavettes que deja su impronta en el género con un último duelo memorable contra el personaje que interpreta Taylor.
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