viernes, 9 de febrero de 2024

POBRES CRIATURAS

 

Veo Pobres criaturas, multinominada a los Óscar, con críticas favorables de manera casi unánimes, alabando al director Yórgos Lánthimo, del cual no había visto ninguna película y, en definitiva, la película de moda y gran favorita para ganar esos premios Óscar pues creo que puede ser del gusto de la gente de la Academia.

Es una película de cine fantástico, con muchos toques de comedia, en la que un científico estilo barón Frankenstein recoge el cuerpo muerto de una mujer, que se ha suicidado estando embarazada, y la revive insertando en su cerebro el del nonato feto que portaba. Esa mujer adulta, con cerebro de bebe, se llama Bella e irá madurando a lo largo de la película, evolucionará desde la más absoluta inocencia con ganas de descubrir y experimentar; abandonará a su creador y viajará por el mundo con un abogado libertino que la introducirá en el mundo del sexo, muy presente en toda la película, y ejercerá de protector controlando su vida. Más tarde, empezará a perder ese control sobre Bella, de manera ingenua ella entregará todo el dinero a los miembros de la tripulación de un barco y, estando sin medios económicos, se prostituirá en París. Localizada por el ayudante del científico y de vuelta a Londres, dará con ella el marido que tuvo cuando se suicidó que manifiesta, en realidad, se llama Victoria y ella se irá con él para descubrir cosas sobre su pasado dándose cuenta de que el suicidio fue por huir de su marido por su conducta violenta. Al final, todo se arregla, volverá a tiempo para dar el último adiós al científico, casarse con su ayudante, convertir al que fue su marido en una cabra y llevar una tranquila y apacible vida familiar.

Lánthimo rueda con gran ampulosidad, mezclando el color con el blanco y negro, usando el gran angular en planos para distorsionar el espacio, con unos decorados y vestuario estrambóticos, y con muchos movimientos de cámara. Todo esto me parece bastante pretencioso porque, detrás del envoltorio, alargado de manera excesiva hasta los 144 minutos, hay una historia que no me interesa demasiado. Hay un exceso de artificio en la película para explicar lo oprimida que estaba esa mujer en la Inglaterra vitoriana y su proceso de empoderamiento femenino, muy acorde a estos tiempos que vivimos, con particular atención al desacomplejado modo en que la protagonista  afronta su vida sexual.

Es una película que puede tener algunos méritos, como el elenco de actores comenzando por Emma Stone en un papel apropiado para lucirse, pero creo que está sobrevalorada aunque, tal vez por eso, le auguro muchos premios en la ceremonia de los Óscar.

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.

MÁS RÁPIDO QUE EL VIENTO

  Más rápido que el viento (1958) es un western que tiene muchos puntos atractivos. Dirigido por un competente Robert Parrish, vi que en el...