jueves, 8 de febrero de 2024

EL JARDIN DE LOS FINZI CONTINI

 

De manera simultánea, leo la novela de Giorgio Bassani El jardín de los Finzi-Contini y veo la adaptación cinematográfica que rodó en 1970 Vittorio de Sica.

La novela se desarrolla en Ferrara retratando miembros de la comunidad hebrea de la ciudad, siendo los protagonistas el hijo de una familia de clase media burguesa llamado Giorgio, y los hermanos Mikól y Alberto que son los hijos de una acaudalada familia que vive en una mansión con un gran jardín, pista de tenis incluida, que da título a la novela. En la primera parte, situada a finales de los años veinte, los personajes son niños que no tienen gran relación entre ellos y se encuentran sobre todo en la sinagoga, estableciéndose entre ellos contacto visual, salvo en un momento en que Girorgio pasa por al lado del muro del jardín y Mikòl está en lo alto, iniciándose un diálogo corto pero que marca la fascinación que siente el primero por la chica y que se convertirá en el motor de la novela.

La acción da un salto de varios años para situarse en 1938, año en que Mussolini promulga las leyes raciales y la comunidad hebrea empieza a sufrir hostigamiento, como ser expulsados del club de tenis, aunque el padre de Giorgio perteneciera al partido fascista. En este período sí que hay relación social entre los personajes que están en edad universitaria, frecuentemente jugando a tenis durante el verano, y añadiéndose otros personajes entre los que destaca Giampiero, un milanés ya más próximo a los 30 que trabaja como químico. La novela describe la pasión de Giorgio hacia Mikól, que no puede materializar pues ella se deja querer para rehuirle constantemente, sus encuentros y desencuentros mientras se produce el estallido de la II Guerra Mundial y el clima se hace más irrespirable para la comunidad hebrea. Una noche que Giorgio vuelve a casa, después de haber salido con Giampiero que lo lleva a un prostíbulo, tiene una conversación con su padre en la que éste le dice que se olvide de Mikòl, que no puede haber nada entre ellos por la diferencia de clase social. Giorgio se resigna, aunque va a parar al muro del jardín en el punto en que habló por vez primera con la chica, sube por una escalera y se introduce en el jardín, teniendo la intuición que Mikól tiene una relación con Giampiero y que éste último accede a la casa por ese mismo punto.

En el epílogo, Giorgio, que ha narrado la novela en primera persona, informa del destino de los personajes. Alberto había muerto por un tumor maligno antes de que la familia fuera apresada en septiembre de 1943, Mikól incluida, y llevados a Alemania tras haber estado previamente en campos de concentración italianos; mientras que Giampiero, ferviente comunista, desaparece en el frente ruso.

La novela entrelaza una historia intimista, de obsesión erótica no correspondida, con el retrato de la comunidad judía de Ferrara en un momento especialmente triste de la historia italiana cuando la promulgación de las leyes raciales parecía un punto de no retorno, como así fue, en la actitud de Mussolini arrastrando a la ruina a la nación.

La adaptación cinematográfica de De Sica tiene un buen nivel, aunque inferior a otras obras del gran director italiano.  Básicamente, sigue el argumento de la novela si bien la relación entre Mikól y Giampiero, que en la novela es sospechada de manera razonable por Giorgio, aquí se muestra de manera muy explícita. Por otro lado, introduce una escena en que los partidarios de la República Social de Mussolini llevan una lista con los miembros de la comunidad y se muestra como apresan a casi toda la comunidad judía de la ciudad, entre ellos la familia de Mikòl, menos su hermano Alberto, muerto previamente, y que es el último miembro de la familia enterrado en el panteón.

La película es irregular, carga más el aspecto político como una escena que hay un desfile fascista que no está en la novela. Parece que De Sica necesite con esos añadidos subrayar la condena del fascismo y la posición que tuvo respecto a la comunidad hebrea, mientras la novela no necesita tanto mostrar ese contexto, que igualmente queda bien reflejado en la obra escrita, y da mayor protagonismo a la evolución del narrador, su desengaño amoroso y el tránsito de la juventud a la madurez con sus ilusiones rotas por motivos personales y políticos.

El elenco de actores, compuesto por Dominique Sanda, Lino Capolichio, Helmut Berger y el exconcursante de Gran Hermano VIP Fabio Testi, era mejorable, ninguno consigue hacer una gran interpretación y no parece que tengan la fuerza que tenían otros personajes en anteriores películas de De Sica.  Son actores bastante mediocres. Además, la música, algunos zooms propios de los años 70 o la introducción un poco abrupta de algunos flashbacks juegan en contra de la película para hablar de una obra redonda. La película está bien, pero no está entre las más memorables de De Sica.

 

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