Una jornada particular (1977)
es una película de Ettore Scola en la que dirige un gran duelo
interpretativo entre Marcello Mastroianni y Sophia Loren, absolutos
protagonistas en una cinta con pocos personajes secundarios.
Unas imágenes en blanco y negro
de archivo introducen el día en que transcurre la acción y que es el 3 de mayo
de 1938, día en que Hitler realiza una visita oficial a Roma. En una comunidad
de vecinos, casi todo el vecindario acude con entusiasmo a los desfiles de
bienvenida al dictador germano menos una ama de casa, interpretada por Sophia
Loren, que se queda en casa, ocupada en labores del hogar, tras haber visto
como su marido y seis hijos acudían al desfile. Loren es una mujer amargada en
su matrimonio, sumisa respecto a un marido de aspecto rudo, que no le presta
atención y le es infiel; y dedicada a atender a su numerosa prole, además de
ser afecta de manera acrítica al régimen fascista.
Al escaparse un pájaro de su
jaula e ir a parar a una cornisa de un balcón de la otra parte del edificio,
Loren conocerá a un hombre que vive solo en un piso. Ese hombre es Mastroianni y
es un locutor que ha sido purgado y despedido de la emisora en que trabajaba
por ser homosexual con lo que, obviamente, está en contra del régimen de
Mussolini. Loren descubre en Mastroianni a un hombre culto, refinado y traban
conocimiento con una atracción mutua, no en el aspecto sexual para él, que
tendrá un momento de crisis cuando Loren pretenda tener sexo y descubra en ese
momento la homosexualidad de su vecino que la rechaza y manifiesta airadamente
su condición utilizando la palabra maricón. Loren vuelve a acudir arrepentida al
apartamento de Mastroianni, siguen juntos hablando, intimando, abriéndose él
más sobre su orientación sexual y llegan a tener una relación, por la
insistencia de la Loren y la complicidad que se establece en un momento muy
determinado, ya que Mastroianni le dice que ha sido bonito pero no puede haber
nada más. El final del desfile hace que vayan volviendo los vecinos del
inmueble y, de manera definitiva, los protagonistas se separan pues Mastroianni
hace la maleta y abandona Roma. Un final triste y desolador, anticipando lo que sucederá en Italia en los siete años siguientes que dejarán al país arrasado.
Mientras la pareja protagonista
está en sus apartamentos o en la azotea del edificio, la banda sonora son las
canciones militares, discursos y ovaciones que llegan de lo que sucede a unos
metros de allí en la bienvenida a Hitler.
Lo más destacable de la
película, y que la convierte en un filme para recordar, es la interpretación de
los dos protagonistas, dos grandes que llenan la pantalla, hacen creíbles los
personajes y contagian emoción, con una muy sensual Sophia Loren. Scola se apoya en ellos para explicar un
momento negro de la historia de Italia, con una parte de la población
anestesiada por el fascismo y otra parte como víctimas del régimen.
Es una película apropiada para
hacer una adaptación teatral, con prácticamente dos únicos personajes en 3
escenarios, los dos pisos y la azotea. Y fue el propio Ettore Scola el primero
que llevó la obra al teatro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.