lunes, 22 de enero de 2024

UNA JORNADA PARTICULAR

 

Una jornada particular (1977) es una película de Ettore Scola en la que dirige un gran duelo interpretativo entre Marcello Mastroianni y Sophia Loren, absolutos protagonistas en una cinta con pocos personajes secundarios.

Unas imágenes en blanco y negro de archivo introducen el día en que transcurre la acción y que es el 3 de mayo de 1938, día en que Hitler realiza una visita oficial a Roma. En una comunidad de vecinos, casi todo el vecindario acude con entusiasmo a los desfiles de bienvenida al dictador germano menos una ama de casa, interpretada por Sophia Loren, que se queda en casa, ocupada en labores del hogar, tras haber visto como su marido y seis hijos acudían al desfile. Loren es una mujer amargada en su matrimonio, sumisa respecto a un marido de aspecto rudo, que no le presta atención y le es infiel; y dedicada a atender a su numerosa prole, además de ser afecta de manera acrítica al régimen fascista.

Al escaparse un pájaro de su jaula e ir a parar a una cornisa de un balcón de la otra parte del edificio, Loren conocerá a un hombre que vive solo en un piso. Ese hombre es Mastroianni y es un locutor que ha sido purgado y despedido de la emisora en que trabajaba por ser homosexual con lo que, obviamente, está en contra del régimen de Mussolini. Loren descubre en Mastroianni a un hombre culto, refinado y traban conocimiento con una atracción mutua, no en el aspecto sexual para él, que tendrá un momento de crisis cuando Loren pretenda tener sexo y descubra en ese momento la homosexualidad de su vecino que la rechaza y manifiesta airadamente su condición utilizando la palabra maricón. Loren vuelve a acudir arrepentida al apartamento de Mastroianni, siguen juntos hablando, intimando, abriéndose él más sobre su orientación sexual y llegan a tener una relación, por la insistencia de la Loren y la complicidad que se establece en un momento muy determinado, ya que Mastroianni le dice que ha sido bonito pero no puede haber nada más. El final del desfile hace que vayan volviendo los vecinos del inmueble y, de manera definitiva, los protagonistas se separan pues Mastroianni hace la maleta y abandona Roma. Un final triste y desolador, anticipando lo que sucederá en Italia en los siete años siguientes que dejarán al país arrasado.

Mientras la pareja protagonista está en sus apartamentos o en la azotea del edificio, la banda sonora son las canciones militares, discursos y ovaciones que llegan de lo que sucede a unos metros de allí en la bienvenida a Hitler.

Lo más destacable de la película, y que la convierte en un filme para recordar, es la interpretación de los dos protagonistas, dos grandes que llenan la pantalla, hacen creíbles los personajes y contagian emoción, con una muy sensual Sophia Loren.  Scola se apoya en ellos para explicar un momento negro de la historia de Italia, con una parte de la población anestesiada por el fascismo y otra parte como víctimas del régimen.

Es una película apropiada para hacer una adaptación teatral, con prácticamente dos únicos personajes en 3 escenarios, los dos pisos y la azotea. Y fue el propio Ettore Scola el primero que llevó la obra al teatro. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.

MÁS RÁPIDO QUE EL VIENTO

  Más rápido que el viento (1958) es un western que tiene muchos puntos atractivos. Dirigido por un competente Robert Parrish, vi que en el...