Parecía que era el día en que,
desde el lejano mes de septiembre, el Barça ganaría por más de un gol, sin
sufrir y sin pedir la hora; pero nada más lejos de la realidad, se hizo el ridículo
con un equipo de 2ª REF. Tal vez Xavi deba buscar los resultados del Barbastro
en esta categoría y, si ha perdido pocos puntos en casa o está imbatido, sacar
pecho y decir que se ha ganado en un campo de gran dificultad.
Hemos de hacerle a Xavi el eterno
reproche: dijo que no valía solo ganar, sino el cómo. Pues lleva cuatro meses
ganando de pena, sin gobernar los partidos, por la mínima y al borde del desastre en varios de
ellos.
El Barça salió con ganas, sin
clarividencia y poco fútbol siguiendo la tónica habitual, pero de manera
agresiva. Dadas las circunstancias, incluso la primera parte podría ser aceptable,
sobre todo para los parámetros de exigibilidad de Xavi. El mejor fue Fermín,
con ganas, verticalidad y haciendo el único gol en la primera parte. Rafinha y Torres
pusieron algo de intensidad, Fort cuajó una buena actuación y los demás jugadores,
aun con un nivel discreto, parecían más o menos enchufados al partido.
En cambio, la segunda parte fue
vergonzosa. A pesar del gol de Rafinha
tras un buen centro de Fort, el Barça empezó a perder duelos y el partido se equilibró.
El débil Barbastro pisaba más el campo azulgrana y una desafortunada acción de
Joao Félix dio lugar a un córner en el que, probablemente de manera ilegal por
mano de un defensa del Barbastro que subía a rematar, el balón llega al delantero
centro del equipo local que batió a Peña. A partir de este momento, hubo un
apagón bastante generalizado del equipo, sobre todo Romeu y De Jong, y se palpaba como una posibilidad real que el Barbastro diera la campanada. Mención especial merece la actuación
de Joao Félix en la segunda parte, con una actitud indolente ( todavía más que la habitual) que presagia una
cesión que acabará como el rosario de la aurora.
Un penalty al filo del minuto
90 transformado por Lewandovski después de una clara mano en el área del
Barbastro parecía asegurar ganar por más de un gol de diferencia. Pero no nos
escapamos ni de dejar de sufrir los minutos de descuento. En la jugada siguiente,
un jugador del Barbastro se adelantó al despeje de Fermín en el área y provocó
un penalty marcado en el minuto 93. Ya no hubo tiempo para más y la pesadilla
finalizó con, además, la nota negativa de la lesión de Iñigo, un hombre que el
año pasado ya mostró en el Athletic un estado físico frágil jugando solo unos
14 partidos en toda la temporada. Iñigo ha llegado al Barça con seis años de
retraso, tras el veto impuesto por Mascherano, y ahora su calidad se ve
empañada por su condición física.
Esta semana tenemos la Supercopa,
que se juega en la lejana y antidemocrática Arabia gracias a los chanchullos
del Rubi y el Geri. Veremos qué pasa, con un equipo que no ha funcionado en
toda la temporada y un entrenador que parece estar al borde de un ataque de
nervios.
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