Cuenta las horas es un modesto filme de serie B dirigido por Don Siegel en
1953. La historia empieza con un doble asesinato y un sospechoso que, desde el
principio, sabemos que es un falso culpable. El caso parece claro, aunque el
sospechoso proclame su inocencia y un prestigioso abogado lo asume como un
simple trámite ante la imposibilidad que la defensa cuente con uno de oficio. Sin
embargo, se irá convenciendo que la esposa del sospechoso le dice la verdad, se
implicará en el caso, pondrá recursos económicos para conseguir probar la inocencia de su cliente, perderá parte de su prestigio y pondrá en peligro la
relación con su novia. Sus esfuerzos se verán recompensados con un último giro
horas antes que se cumpla la condena y el reo sea ejecutado.
Interpretada por dos actores que estuvieron en el elenco de la
magistral La sombra de una duda, Macdonald Carey y Teresa Wright,
resulta más estimulante la presencia de un secundario habitual del western,
aquí alejado del género en que fue más reconocible, como Jack Elam, que compone
un personaje de malvado con mucha solvencia e interés.
La película es un prodigio en aquello que Siegel sabía hacer
tan bien, economizar los medios de qué disponía, rodar con eficacia, de manera
clara y sencilla dando continuidad a la historia y no aburriendo. Lástima que
el guion no da para mucho, todo resulta bastante previsible, tampoco los
personajes resultan muy interesantes y las interpretaciones de Carey y Wright
son vulgares. A pesar de todo, la película mantiene interés en todo momento y
resulta amena.
Con su probada eficacia como director, y encontrando guiones
y ocasiones más propicias, Siegel nos daría más tarde auténticas obras maestras
como La invasión de los ultracuerpos, Código del Hampa o Harry el
sucio
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.