lunes, 14 de agosto de 2023

AHORITA


 

Leo Ahorita, apuntes sobre el fin de la Era del fuego, ensayo muy corto de Martín Caparrós. Como en otros libros del autor argentino, nos explica con su prosa fluida, lúcida, sutilmente amarga y escéptica; muchas cuestiones relacionadas con nuestra atropellada vida contemporánea: las redes sociales, los avances tecnológicos, la misión del salvar el planeta, problemas alimentarios en población tanto de países avanzados como subdesarrollados, el lenguaje inclusivo, … es decir, temas muy variados pero digamos que de rabiosa actualidad.

Hacia el final del libro habla de la vejez y, por varias circunstancias, lo veo como un tema muy próximo, así que comparto con él la preocupación por el deterioro que ocasiona la vejez y que él describe en estas líneas:

Para eso, tuvo que suceder el mayor cambio que la historia no cuenta: la invención de la vejez. Siempre me sorprendió que envejecer fuera pura degradación: que, con los años, el cuerpo no ganara nada, perdiera sin parar. Me extrañaba que la naturaleza – que presume de sabia- hubiera creado organismos tan dedicados al declive. Hasta que entendí que la naturaleza no tiene ninguna culpa en todo esto: nos creó, moderada, prudente, para vivir hasta los 30, 35 años, mientras somos sanos y fuertes y capaces de reproducirnos para bien de la especie. Es lo que hacían nuestros abuelos cavernarios, y es lo que vive bien un cuerpo. Fuimos nosotros – soberbios, aterrados – los que inventamos las formas de alargar el recorrido y, a fuerza de mejores alimentos, remedios, condiciones, creamos la vejez, y cada vez le agregamos más años. Esta prórroga es nuestra gran conquista, pero no la hemos completado: inventamos la vejez, no cómo detener el deterioro. La hicimos, pero todavía no hemos sabido hacerla buena. Inventamos un estado felizmente antinatural pero nos falta mucho: nos queda a medio hacer, lleno de errores.

 

 

 


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