Ayer por la noche dan Rocky en
el programa de Garci y veo tanto la película
como el coloquio posterior. Los contertulios son flojos en el día de ayer pero
sí hablan de una cosa que desconocía y es interesante. Se planearon tres
finales llegando a rodar dos de ellos. En el que no se rodó, Rocky perdía a propósito
el combate. En el que se rodó, pero no se montó, Rocky salía del cuadrilátero
al concluir la pelea para buscar a Adrian que no se había movido de los vestuarios.
Creo que el final de Rocky está
tan bien que no es posible imaginar otro. Teniendo en cuenta que una gran parte
del argumento de la película es una historia de amor, el rostro desfigurado por
los golpes de Rocky gritando el nombre de su novia ajeno al revuelo que hay en
el ring, la llegada de Adrian sorteando a la gente y el abrazo final con un
plano congelado es un gran final.
Stallone escribió una muy buena
película con tres líneas claras: la historia del sueño americano donde todos tiene
al menos alguna oportunidad en la vida,
la superación personal y la historia de amor entre Rocky y Adrian. Las tres líneas
van creciendo a la vez hasta llegar a un climax en el combate final con Apollo y
sin perder interés en ningún momento; no hay escenas que sobren y todas aportan
algo a la historia, ya sea en la tienda de animales en que trabaja Adrian, en
el gimnasio con los desencuentros que tiene Rocky con Micky, o en el día a día
de Rocky en su deprimido barrio trabajando como cobrador de un mafioso
interpretado por Joe Spinelli.
Y creo que Avildsen aportó buena
mano como director en varias escenas como los besos que se dan por primera vez Rocky y Adrian, primero tímidos y luego tórridos;
así como mi escena favorita que es la conversación entre Rocky y Micky en casa
del primero, que acaba a gritos y luego en un plano fijo en la calle donde vemos
en la distancia a Rocky correr para alcanzar al manager y reconciliarse con él
para la preparación del gran combate.
La historia se beneficia también
de tener a dos personajes secundarios con mucho peso que son Micky, interpretado
por ese extraordinario actor que fue Burgess Meredith, y el hermano de Adrian, interpretado
por Burt Young, un hombre fracasado, ruin y que inspira asco en algunas ocasiones pero mayormente
compasión.
Destacaron acertadamente en el
coloquio la importancia de cómo se muestra en la película Filadelfia. Y es cierto,
cobra mucho protagonismo la película, ya sea en sus barrios deprimidos en que
se mueven los protagonistas, la zona portuaria o las grandes avenidas con las
escalinatas que llevan al museo y que sube corriendo Rocky cuando ya está en
plena forma, al igual que hemos hecho como homenaje muchos de los que hemos
podido ir a esa ciudad norteamericana.
Yo pensaba que Stallone se había
inspirado en un combate entre Ali y Frazier al escribir la película, aquél en
que se paró el combate desde la esquina de Frazier en el descanso del
decimocuarto al decimoquinto asalto al ver los preparadores que Smokin Joe no sabía ni en
dónde estaba. Pero estaba equivocado pues le vino la idea de la película al ver
el combate entre Ali y Chuck Wepner, auténtico don nadie del boxeo que tiró a
Ali a la lona y casi aguantó los quince asaltos faltándole 19 segundos para
completar la hazaña.
Perjudicada por las prescindibles
secuelas, y la deriva de la imagen de Stallone posteriormente con las secuelas de
Acorralado y otras películas horribles, hay que reivindicar a Rocky como
una gran película. Pese a ello, si yo hubiera sido miembro de la Academia aquel
lejano 1976, mi voto hubiera sido para Taxi driver y no para la ganadora
del Óscar a mejor película que fue Rocky.
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