Después de haber rodado la
espléndida La semana del asesino, Eloy de la Iglesia repitió con Vicente
Parra de protagonista en Nadie oyó
gritar, un thriller que contó con Carmen Sevilla como protagonista femenina
y con unos resultados mucho más discretos que en aquel primer film que en su
difusión al extranjero se tituló Cannibal man.
Carmen Sevilla es una prostituta
de lujo que tiene un cliente importante en Londres que es donde empieza la
película. Tiene previsto otro viaje a Londres pero lo cancela a última hora y entonces,
accidentalmente, ve como su vecino, Vicente Parra, intenta hacer desaparecer el
cuerpo de una mujer por el hueco del ascensor de la finca. Parra le hace
chantaje y la obliga a convertirse en su cómplice a la hora de deshacerse del
cadáver que, en principio, es el de la mujer de Parra, personaje que interpreta
María Asquerino.
Se desharán del cuerpo en un
pantano y Sevilla lanzará al agua a Parra que apenas sabe nadar, intentará
matarlo con la lancha pasándole por encima pero finalmente se arrepentirá, lo
salvará dejándolo subir de nuevo a la lancha y se establecerá una relación de
complicidad entre los dos personajes, ya insinuada en el viaje previo por
carretera hasta llegar al pantano, hasta
que derive en relación sentimental, coincidiendo con su vuelta a Madrid y el
giro final de la historia con una persiana que se baja dejando dentro del
edificio solas a Sevilla y Asquerino.
No es que De la Iglesia fuera un
director especialmente elegante, pero esta película está dirigida de manera
bastante tosca, con abundancia de planos con teleobjetivo e inserción constante
y molesta de primeros planos. La banda sonora es horrorosa y la
aparición de Tony Isbert, como amante de Sevilla que vive junto al embalse,
parece gratuita y que solo sirva para expresar las inclinaciones homoeróticas
del director. Si en La semana del asesino, la relación entre Parra y
Eusebio Poncela hacía más atractiva la historia, aquí parece que más bien sobrq
la relación entre Parra e Isbert.
La idea que alguien haya presenciado un crimen y sea obligado a ser cómplice del asesinato está bien planteada, y en algunos momentos la película consigue una buena tensión narrativa, pero es una película que queda por debajo de lo que esperaba
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.