lunes, 17 de julio de 2023

CONDENADOS

 



Condenados es un intenso drama rural que dirigió en 1953 Manuel Mur Oti  con Aurora Bautista, José Suárez y Carlos Lemos de protagonistas.

 Vemos en los títulos de crédito una mujer trabajando con mucho esfuerzo en un campo manchego, viéndose sobrepasada por la dureza del trabajo agrícola mientras suena una sinfonía de Beethoven. Después de los títulos, aparece el personaje de Suárez errando por el campo  y Bautista, desbordada por querer sacar provecho a la tierra,  le confía trabajar poniéndose al frente de la hacienda. Suárez empieza a hacer funcionar la finca pero necesita  más obreros  para optimizar su explotación y parte al pueblo a buscarlos aunque Bautista le advierte que nadie querrá trabajar allí. Entonces nos enteramos que el marido de Bautista está en la cárcel por haber matado a un hombre que, aun sin ser correspondido, pretendió a Bautista. Suárez consigue que los lugareños venzan las reticencias a trabajar para la mujer del condenado y la finca funciona muy bien mientras él se enamora de la señora de la casa.

 El punto de inflexión vendrá cuando el personaje de Lemos es indultado y vuelve al pueblo. Con unos celos patológicos de Lemos y las ganas de Suárez, ya obsesionado en su amor hacia el personaje de Bautista, de demostrar a Lemos que él lleva mejor la finca de un hombre que ha perdido facultades de prisión; estallará el conflicto y el capataz será despedido por el dueño de la casa. La reacción de Suárez será revolverse contra ese despido y retar a Lemos a un duelo a navajazos que se resolverá con un trágico final.

 Pondría como objeción a la película el hecho de utilizar música de Beethoven. A lo largo del film, se pueden escuchar como banda sonora varios fragmentos de sinfonías y sonatas del genio de Bonn. En un drama rural ubicado en La Mancha, a mí me ha dado sensación de distancia, como si la imagen y la música no se complementaran. 

 Pero, salvada esta objeción, estamos ante un melodrama espléndido. Mur Oti cuida con mimo el lucimiento de los actores y éstos le responden con buenas interpretaciones. Filma haciendo que sintamos muy próximos a los actores, con gran fisicidad y aprovechando el paisaje castellano, como esos planos de los protagonistas junto a las aspas del molino.  Nos cuenta minuciosamente la historia y así comprendemos de la pasión que despierta en Suárez la mujer, con detalles como cuando se apropia de una peineta de plata que a ella se le cae sin darse cuenta.

 Es una historia de celos, de deseo, de represión, de sumisión de la mujer en el mundo rural castellano y de fidelidad de la mujer al marido por ser cuestión de orden que no admite, en su concepción del mundo, duda alguna.

Y una historia de pasiones desatadas en ese ámbito solo puede acabar en tragedia como indica el título del film.

 



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