viernes, 7 de julio de 2023

AQUELLA CASA AL LADO DEL CEMENTERIO

 



Aquella casa al lado del cementerio es la típica película de haber visto en VHS y tiene interés ver cómo la ha tratado el tiempo. Y, en este caso,  a mí me parece que el tiempo la ha tratado bastante bien.

Como muchas películas de este tipo, se abre con un prólogo en el que vemos morir, en un lúgubre caserón con aspecto decimonónico,  una pareja en una secuencia en que la mujer grita histéricamente hasta ver el cuerpo del hombre ahorcado y ensangrentado, y luego un cuchillo de grandes dimensiones le atraviesa la cabeza en una escena gore.  

Tras el prólogo, nos enteramos que el ahorcado era el doctor Peterson y un compañero suyo, el Dr. Boyle, tiene la temeraria idea de instalarse en la casa con su mujer e hijo para averiguar qué estudiaba Peterson y le llevó al aparente suicidio.

A partir de allí, creo que Fulci maneja con solvencia la película creando un clima sugerente, tenso e intrigante con una extraña niña a la que solo el hijo de la pareja ve y que le desaconseja que entre en la casa, el ataque de un murciélago al padre en el sótano de la casa o el descubrimiento dentro de la casa de una lápida. La trama va despertando interés y luego se descubre que en la casa había vivido el Dr. Freudstein en el siglo XIX. El apellido no hace presagiar nada bueno y resulta que es una especie de zombi que necesita alimentarse con sangre de los infortunados que aparecen por la casa. En la parte final de la película se desatarán las pesadillas visuales que nos prepara Fulci e irán cayendo varios personajes (todos adultos) en una auténtica orgía de sangre con buenos momentos de puesta en escena como la cabeza de una víctima que ha sido decapitada rodando escaleras abajo en el sótano ante el horror de la familia protagonista. 

No hay que pedir que el guion sea del todo coherente, ni que queden en la historia puntos sin explicar. Lo importante aquí es crear un clima de terror empleando adecuadamente recursos cinematográficos, no aburrir y dar rienda suelta a la visualización de la sangre como espectáculo. Y Lucio Fulci consigue su propósito y realiza una película notable en el género de cine de terror.  


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