Después de más de treinta años, vuelvo a ver Atlantic City de Louis Malle y sigo
pensando que es una buena película. Me gustan más algunas películas que Malle
rodó en su país natal aunque sí hay presencia francesa en la película. El
compositor era Michel Legrand, los productores eran franco-canadienses, figura
en el casting Michel Piccoli aunque su presencia la veo desdibujada por como
absorben Lancaster y Sarandon la película y, justamente Sarandon, su personaje
aprende francés y su ilusión es trabajar como croupier en Montecarlo.
El argumento gira en torno a las relaciones entre Burt
Lancaster, un hombre ya viejo que estuvo vinculado a la mafia y ahora trapichea
como corredor de apuestas y gigolo de la exmujer de su jefe mafioso; y Susan
Sarandon, una chica que , huyendo de un ambiente rural opresivo, trabaja como
dependienta en una tienda de marisco mientras estudia para croupier. Son
vecinos, pero nunca han hablado si bien Lancaster la espía y se siente atraído mientras
ella se saca el olor a marisco rociando zumo de limón por su cuerpo. La llegada
del exmarido de Sarandon, junto con su hermana embarazada y un alijo de cocaína
que han interceptado en Filadelfia y que él intenta vender mientras es acosado
por los mafiosos propietarios de la droga, precipitará los acontencimientos de
la película y acercará a los protagonistas. Lancaster protegerá a Sarandon
adoptando un papel activo y viril cuando se insinúa que, como hampón, había
sido pusilánime y huidizo. Se ilusionará con la posibilidad de entablar una
relación más profunda con Sarandon, durante un tiempo vivirá fuera de la
realidad en ese sentido pero pondrá los pies en el suelo al descubrir que ella
se queda con la mayor parte del dinero de la mercancía que había robado el exmarido
y que él ha ido vendiendo. Retornará con la exmujer de su jefe y hará una última
entrega de droga con lo que parece solventar durante un tiempo sus problemas
económicos.
Lancaster, con sus excelentes aptitudes que fue perfeccionando
con los años interpretando papeles más complejos que en sus inicios, compone un
personaje decadente, derrotado, aburrido y que se activará y rejuvenecerá con
la energía que le da la relación con la joven y atractiva Sarandon. Mostrará
una virilidad que se insinúa nunca tuvo y hará lo que nunca hizo antes: matar a
los dos mafiosos que persiguen a Sarandon creyendo que ella tiene la mercancía
que robó su exmarido. También Sarandon está bien en su papel, mostrándose
atractiva como exige el personaje y luchadora ante lo cutre que es su vida.
Malle filma con mucha solvencia y retrata una Atlantic
City muy decadente, con un montón de edificios en derribo y muchas obras. No sé
cómo estará ahora esa ciudad cercada a Nueva York y si habrá remontado, pero la
película es de 1980 y parecía muy venida a menos sobre todo comparada con la pujanza
de Las Vegas.
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