¿DÓNDE ESTÁ LA DEMOCRACIA?
El Estado contra la Democracia es un libro de David Graeber, bastante corto, que plantea algunas cosas interesantes en relación al origen de la democracia, así como su existencia dentro de los aparatos estatales.
Graeber sostiene que la democracia no es un invento occidental que entroncaría con el sistema político ateniense ya que las comunidades igualitarias han existido en otras etapas de la historia de la humanidad. Los griegos no eran en esto más originales de lo que podían ser los indios iroqueses con su Liga de las cinco naciones, en la que clanes eran gobernados a través de un consejo donde votaban todos los hombre y mujeres adultos. De hecho, el conocimiento de la Liga fue tenido en cuenta por los padres que redactaron la Constitución federal de los EEUU a finales del siglo XVIII.
Resulta más decisivo que discutir los temas en común el tener un poder coercitivo capaz de garantizar que se cumplirán las decisiones que se adopten. Y el aparato coercitivo actúa a su vez como línea de contención de lo que puedan desear las masas a las cuales la democracia pretende empoderar. En este punto, también explica que los europeos tomaron como modelo de lo que era un Estado fuerte y centralista el imperio chino. En la Edad Moderna, China fue una referencia en ese sentido para algunos pensadores occidentales.
Así, de un conjunto de muchos factores históricos, surge lo que ahora conocemos como Estado democrático y podemos darnos cuenta de sus limitaciones y de si, dentro de esos estados, se puede dar una verdadera democracia.
Así, pone un ejemplo en el levantamiento zapatista en Chiapas en 1994. Los zapatistas hacían una apelación a lo que podríamos considerar una democracia directa mientras que se enfrentaban a un Estado democrático como es el mexicano. El Ejército Zapatista de Liberación Nacional surgió el mismo día que el tratado de Libre Comercio de América del Norte. ¿Le convenía al estado mexicano firmar eses tratado? Si de dio el visto bueno, fue a través de la democracia representativa y entonces, ¿hubiera sido el resultado el mismo si se hubiera hecho un ejercicio de democracia directa y se hubiera sometido la cuestión a todo el pueblo mexicano?
Así pues, Graeber nos hace reflexionar sobre los límites que puede tener la democracia en el marco en que se desarrollan actualmente los Estados, con su necesaria fuerza coercitiva y las desigualdades existentes entre las diferentes clases sociales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.