domingo, 28 de abril de 2024

HABEMUS PAPAM

 

Siguiendo con Moretti, veo Habemus papam, con un resultado inferior al de El caimán que es una película mucho más interesante.

También se podía haber titulado Papa a la fuga. La película empieza con un cónclave de cardenales que han de elegir a un nuevo Papa y resulta que el elegido tiene un momento de vacilación o ataque de pánico. Se niega a salir al balón para ser aclamado por la gente que está en la plaza de San Pedro después que hayan visto la fumata blanca. Ante una situación de bloqueo se decide consultar con un psiconalista, interpretado por Moretti, que no resuelve la situación y recomienda a su exmujer, también psicoanalista, advirtiendo que siempre encuentra un déficit parental cuando visita a un paciente.

Desplazan al centro de Roma al Papa para ser visitada por la psicoanalista, la cual le diagnostica el déficit parental y, al salir de la consulta, el Papa aprovecha un despiste para darse a la fuga y estar fuera de control del Vaticano gran parte de la película. No se puede comunicar la verdad a la población y se finge que el Papa, cuya identidad no se conoce, está indispuesto, utilizando un guardia suizo en los aposentos del Papa para que se vea movimiento y la gente crea que el pontífice se encuentra en el Vaticano. Mientras tanto, los cardenales siguen encerrados y no pueden volver a sus lugares de origen, entretenidos en jugar a las cartas y participar en un campeonato de voleibol que organiza Moretti (también prisionero en el Vaticano). Y quien ha sido elegido Papa vaga por Roma buscando respuestas a su actitud hasta que redescubre su vocación de actor hasta y, finalmente, es localizado en un teatro. Una vez retorna al Vaticano, saldrá al balcón para lo que parece será su aceptación de ser la máxima autoridad de la Iglesia, pero ratifica en público ante la multitud las dudas y vacilaciones ya expresadas desde su nombramiento al inicio de la película.

El gran Michel Piccoli asume el personaje del Papa y realiza una buena interpretación, pero la película no funciona. Hay momentos divertidos pero la película me parece deslavazada, no encuentra un ritmo adecuado en parte porque el personaje de Moretti como psicoanalista parece metido con calzador. La película va de más a menos, el inicio es interesante, pero se va desinflando e incluso parece que no terminan de resolver de manera convincente como localizan al Papa en el teatro y éste vuelve al Vaticano. Si Moretti se muestra siempre comprometido contra el poder político en sus películas, mostrando su humor corrosivo, aquí describe el enclaustramiento de la Iglesia pero resulta una crítica blanda, que arranca alguna sonrisa pero no llega a hacer una película pasable y, por tanto, resulta bastante malograda.  

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