Día de lluvia en Nueva York es una película de Woody Allen perteneciente a la época que menos domino de su filmografía, que es la más reciente. Estrenada en 2019, es una comedia romántica en la que una pareja de universitarios, Gatsby, nacido en Nueva York y Ashleigh, que proviene de Arizona, se disponen a pasar un fin de semana romántico en la ciudad de los rascacielos. Pero se separan porque ella ha de entrevistar a un director de cine y se dan una serie de circunstancias que posponen hasta el final del weekend su reencuentro. Ashleigh sigue al director, que huye porque tiene una crisis, conoce a un guionista cuya mujer le es infiel y acaba conociendo a un actor latino de moda que solo quiere llevársela a la cama, cosa que no ocurre porque se presenta su novia. Gatsby reencuentra a una conocida de la infancia con la que no se llevaba bien, con algunos otros amigos y acaba contratando a una prostituta para llevarla a una fiesta que da su madre, pretendiéndola hacer pasar por Ashleigh.
Al final, triunfa el amor en esta comedia equilibrada a partes más o menos iguales entre las peripecias que tienen cada uno de los personajes, salpicadas con equívocos que dan lugar a la parte divertida del filme. Me ha parecido una película bien escrita, con momentos bastante divertidos, con el buen gusto habitual de Allen en la banda sonora y resulta otro homenaje a su querido Nueva York, con abundantes localizaciones, entre ellas el MET, lugar en el que Gatsby se esconde en un templo egipcio para que no le vean sus tíos.
Allen incide en los mismos temas de sus últimos cincuenta años de carrera tomando como alter ego a Gatsby. La película tiene un aire nostálgico ya que, a pesar de que la edad de los protagonistas es de gente en edad universitaria, en el fondo es una variación de películas similares de un hombre ya octogenario. Sin estar a la altura de sus mejores obras, aquí dirige una película notable.
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