Palombella rossa (1989) es,
según un profesor de comunicación audiovisual que presenta la película en la
Filmoteca, la última película en que Nani Moretti interpreta a Michele
Appicella, su alter ego en algunas de sus primeras películas, una parte de su
filmografía que no he visto.
Sí había visto Palumbella rossa
y la recordaba divertida, con momentos en que Michele ve escenas de Doctor
Zhivago y me hacía especial gracia cuando empieza a llamar “porco, porco” en
el momento en que Rod Steiger asedia, física y psicológicamente, a Julie
Christie en el inicio del filme dándole una clase “magistral” acerca de los
tipos de hombres y mujeres que hay en la vida.
Ausente de cualquier coherencia
narrativa, digamos que la película es como si a Moretti se le fuera la olla,
pero con momentos muy divertidos e incidiendo en uno de sus temas recurrentes y
es el declive del PCI, que él empezó a anunciar en los años ochenta y tenía
razón en su diagnóstico porque ya no queda nada del mismo, siendo oficialmente
disuelto poco después de la realización del filme, el 3 de febrero de 1991. De
los partidos que nacieron de su disolución, solo malvive ahora mismo el Partido
de la Refundación Comunista.
A causa de un accidente de
coche absurdo, Michele queda amnésico y, con el escenario de un partido de waterpolo
del equipo en el que juega además de imágenes de un programa de debate
político, empieza a recordar su adscripción política interactuando con los
demás personajes, con ironía respecto a la situación del PCI. Al final del
partido, él tiene la oportunidad de empatarlo pues están 9-8 pero duda de si
tirar a la derecha o izquierda del portero y falla el penalty que el árbitro
había señalado.
La figura de este comunista amnésico
preludia que su partido político está en una grave crisis, aunque los hechos se
sucederían con una rapidez que debía ser impensable incluso mientras realizaban
el filme. En Italia, se estrena el 15 de septiembre de 1989, el 9 de noviembre
de ese año cae el muro de Berlín y, quince meses después, se disuelve el PCI. Ni
Moretti debía poder pensar un final tan acelerado del partido comunista.
Como en otros filmes de Moretti,
dejar su marca personal con algún momento musical de subidón colectivo y aquí
es cuando el público que está en las gradas viendo el partido de waterpolo canta
al unísono E ti vengo a cercare de Franco Battiato. Son momentos
divertidos dentro de una película, toda ella divertida, pero con un fondo amargo
en clave de lectura política.
Me gustan más otras películas
de Moretti, pero Palombella rossa tiene escenas muy divertidas y una
lectura de la realidad política italiana del momento muy interesante.
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