martes, 14 de mayo de 2024

BARÇA 2- REAL SOCIEDAD 0

 

El Barça siguió ayer la tónica mayoritaria de la era xavista y se abonó a ganar 1-0, esta vez a la Real Sociedad. En realidad, al filo del minuto 90 hubo un penalty VAR que ahorró sufrimiento en los cuatro minutos de añadido al transformar Rafinha la pena máxima, pero, técnicamente, para mí fue un 1-0.

La Real Sociedad, que se presentó con alguna baja importante como la del deseado Zubimendi, demostró que es un equipo con personalidad, que mueve bien la pelota y sabe a lo que pretende jugar pero que, como le ha pasado toda la temporada, tiene muy poca pólvora en ataque. El Barça, por el contrario, es un equipo con poco juego, con una dirección técnica desorientada y errática pero que sí tiene pólvora con jugadores desequilibrantes.

Primera parte insulsa, con una única ocasión clara de gol por el Barça en un remate de Rafinha desde fuera del área que escupió el poste. La Real solo amenazaba de verdad con balones en profundidad a la espalda de Cubarsí servidos a Becquer, que demostró ser un jugador de nivel discreto y solo acertó a marcar en una jugada en la que estaba por muy poquito en fuera de juego. En la recta final de la primera parte, un chispazo de calidad en una buena triangulación de Lewandovski-Gündogan-Lamal acabó con un remate preciso del hispano marroquí anotando el primer gol del partido. De estos primeros 45 minutos me quedó, de manera negativa, con el partido de Pedri, absolutamente perdido, con poco tono físico y dando una imagen preocupante.; y, en lo positivo, nuevamente el descaro de Lamal, desequilibrando e ilusionando a la afición con solo 16 años.

La segunda parte fue un poco más dinámica, Rafinha volvió a estar cerca de marcar disparando desde fuera del área y hubo dos intervenciones meritorias del portero donostiarra. Por su parte, la Real buscó el empate, aunque sin demasiado ahínco, disfrutando solo de una buena ocasión de Brais que chutó ligeramente desviado tras buena jugada individual. Pedri fue sustituido por un Fermín que, si se quedó en el banquillo, fue por la poca personalidad de Xavi imponiendo jerarquías pues está más que preparado para ser titular.

A pesar del corto resultado, la Real ofrecía poco peligro y ya parecía que el partido iba a acabar 1-0 cuando se pitaron como penalty unas manos de Odriozola en el área vasca. Rafinha hizo un buen partido, tuvo dos ocasiones claras y fue un premio que el penalty lo tirará él anotándolo. El tirador oficial, Lewandovski, se marchó enfadado sobre el minuto 70 siendo sustituido por Ferran ya que Tigrinho, su relevo natural, sigue en un extraño ostracismo hablándose mucho de él, pero no por lo que sucede en los terrenos de juego.

La conclusión de la temporada es que nos parecemos al Real Madrid. Pero no al equipo masculino, sino al femenino. Hay suficiente calidad para sobrevivir en el campeonato español y que se cree la ilusión que se puede disputar el campeonato hasta que la realidad, en los enfrentamientos directos con el Madrid, se ha impuesto a seis jornadas para el final. Y, en Europa, se ha hecho una campaña discreta, con una liguilla en la que se hizo el ridículo en Hamburgo y Amberes, habiendo  eliminando en octavos a un equipo italiano que está a 41 puntos del líder y fuera de las plazas europeas que, este año, en Italia son 8. Tan solo un partido digno en París no basta para calificar de discreta la campaña en Champions. Lo dicho, unas prestaciones similares al R. Madrid femenino.

 

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