Dos
mujeres (1960), es una espléndida película de Vittorio De Sica, basada en
una novela de Alberto Moravia titulada La campesina.
La película
tiene lugar en la convulsa Italia de los años 1943 y 1944. Cesira, una madre interpretada
por Sophia Loren y su hija de 13 años, llamada Rosetta, abandonan Roma tras un
bombardeo aliado para ir a una región montañosa de la que es originaria la
madre. Durante el viaje, vemos que todavía no se ha producido el arresto de
Mussolini y en un tren viajan tranquilamente con un grupo de soldados alemanes.
Al llegar a la zona de donde es nativa, entre sus antiguos vecinos se encuentra
un joven intelectual que simpatiza con los comunistas, llamado Michele e
interpretado por Jean Paul Belmondo, y con el que nace una atracción con Cesira
y una figura paternal para Rosetta. Se
suceden los acontecimientos bélicos en la península y llegan noticias de la
destitución de Mussolini, su arresto, el armisticio con los aliados y la
ocupación militar de las fuerzas germanas que ya se encontraban en el país. Los
alemanes, que se baten en retirada, capturan a Michele y le obligan a irse con
ellos como guía al conocer el terreno. Posteriormente, Cesira y Rosetta deciden
volver a una Roma que ya ha sido liberada y, en la escena más sobrecogedora de
la película, son salvajemente violadas en una antigua iglesia por una partida
de soldados africanos provenientes de las colonias francesas que operan como
tropa auxiliar de los aliados. Después de ese impacto, y perdida la inocencia
de Rosetta, la chica desaparece para estar con un joven de un pueblo por el que
pasan y que le regala unas medias de seda. Cesira se indigna y la abofetea,
pero luego le dice que se ha enterado de la muerte de Michele, Rosetta empieza
a llorar y la madre acaba consolando a la hija.
De Sica ya
había realizado películas describiendo momentos dramáticos de la historia de
Italia, tanto en el período bélico como en El general de la Rovere, o en
la inmediata postguerra como en El ladrón de bicicletas. Su habilidad
para narrar con fuerza y gran emotividad una historia dramática, con tintes neorrealistas, seguía
inalterada. Aquí se centró en un personaje femenino adaptando la novela de
Moravia y Sophia Loren está magnífica. No es de extrañar que ganara varios
premios con su interpretación, entre los cuales estuvo el Óscar de ese año.
La película
transcurre durante un período especialmente confuso de la historia de Italia.
Unos aliados que pasaron a ser ocupantes, unos invasores que pasaron a ser
libertadores, una guerra civil entre italianos pues unos siguen siendo
fascistas y otros se convierten en partisanos y, mientras tanto, la gente
humilde que vive en ese medio rural soportando todos los horrores que conlleva
el conflicto bélico. Y Cesira, mujer independiente que se vale por sí misma
como se demuestra al principio del filme cuando, estando en Roma, tiene un
encuentro sexual con el carbonero del barrio (Raf Vallone) y luego lo rechaza;
se convierte en una luchadora tratando de salir adelante en una Italia rota y
arrasada viendo, en otro momento sobrecogedor, como una madre que ha perdido a
sus hijos vende su leche materna o no tiene más remedio que hervir hierbas para
encontrar algo de alimento para su hija.
Gran
película de Vittorio de Sica.
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