domingo, 24 de diciembre de 2023

PODEROSA AFRODITA

 

Poderosa Afrodita (1995) es una película de Woody Allen de la que guardaba buen recuerdo. Me sigue pareciendo una buena película, muy divertida, con algunos momentos brillantes y que demuestra que aún estaba en buena forma en los años 90.

La película empieza con el proyecto de ser padres de Allen, un periodista deportivo, y su mujer, una galerista interpretada por a Helena Bonham Carter. En realidad, el proyecto lo concibe más Carter, con Allen yendo a remolque, y consigue la adopción de un bebe. Pasados unos siete años, Allen se propone averiguar los orígenes biológicos del niño y consigue, de manera ilegal, ver los datos de la madre. Con un poco de esfuerzo, al disponer de pocos datos, al final da con la madre, Mira Sorvino, que es una chica de pocas luces, físico imponente y que se dedica a hacer películas porno además de ejercer la prostitución. Allen intentará redimir del mal camino a la madre biológica de su hijo y le buscará un novio que sea más presentable que las compañías con las que se relaciona normalmente. Elegirá a un aspirante a boxeador, todavía más corto de luces, y que acabará mal con Sorvino cuando descubra la verdad sobre la chica. Paralelamente, el matrimonio de Allen con Carter zozobra pues ella tiene una aventura con un hombre que le va a facilitar una exposición. Así que Allen y Sorvino tienen un encuentro sexual en el que concebirán a una hija, si bien se trata solo de una noche y pierden el contacto. En un final feliz, Allen y Carter se reconcilian mientras Sorvino, que se ha quedado sola, verá aparecer mientras va conduciendo un helicóptero con problemas que aterriza de emergencia en un prado al lado de la carretera. Recogerá al piloto con el que intimará y formará una familia, asumiendo el piloto el pasado de Sorvino, incluida su nueva maternidad. Hay un último y breve encuentro entre Allen y Sorvino, en un centro comercial con los niños, y una despedida sin que Allen sepa que es el padre biológico de la niña.

La película tiene situaciones de comedia muy divertidas, con buenos diálogos y mucha gracia. Es una comedia más sencilla en su planteamiento que otras de Allen, sin abordar cuestiones existencialistas o psicoanalíticas con la intensidad de Annie Hall o Manhattan. Pero, sobre todo, el factor más atractivo es que en la historia se entremezcla un coro de tragedia griega, con un corifeo interpretado por F.Murray Abraham que va dialogando con Allen, aconsejándole y discutiendo con él. El coro griego permite ver un escenario espectacular como es el antiguo teatro de Taormina en Sicilia y también unos graciosos números musicales cuando interpretan y coreografían You do something to me y, en la escena final, When you’re smiling. Teletransportado desde la Grecia clásica, un momento muy divertido es cuando un mendigo ciego que está en una calle de Manhattan, parodiando a Tiresias, explica a Allen los devaneos de Bonham Carter con su amante.

En la comedia, Allen pretende jugar a ser Dios, averiguando aquello que le ha estado vedado y jugando a intervenir en la vida de los demás emparejando al personaje de Sorvino. Pero el coro le advertirá del error y el azar, siempre importante en la tragedia griega y aquí afortunadamente para bien, resolverá la situación en un final feliz. 

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