Poderosa Afrodita (1995) es una película de Woody Allen de la que guardaba buen
recuerdo. Me sigue pareciendo una buena película, muy divertida, con algunos
momentos brillantes y que demuestra que aún estaba en buena forma en los años
90.
La película empieza con el proyecto de ser padres de Allen,
un periodista deportivo, y su mujer, una galerista interpretada por a Helena
Bonham Carter. En realidad, el proyecto lo concibe más Carter, con Allen yendo
a remolque, y consigue la adopción de un bebe. Pasados unos siete años, Allen
se propone averiguar los orígenes biológicos del niño y consigue, de manera
ilegal, ver los datos de la madre. Con un poco de esfuerzo, al disponer de
pocos datos, al final da con la madre, Mira Sorvino, que es una chica de pocas
luces, físico imponente y que se dedica a hacer películas porno además de
ejercer la prostitución. Allen intentará redimir del mal camino a la madre
biológica de su hijo y le buscará un novio que sea más presentable que las
compañías con las que se relaciona normalmente. Elegirá a un aspirante a boxeador, todavía más
corto de luces, y que acabará mal con Sorvino cuando descubra la verdad sobre
la chica. Paralelamente, el matrimonio de Allen con Carter zozobra pues ella
tiene una aventura con un hombre que le va a facilitar una exposición. Así que
Allen y Sorvino tienen un encuentro sexual en el que concebirán a una hija, si
bien se trata solo de una noche y pierden el contacto. En un final feliz, Allen
y Carter se reconcilian mientras Sorvino, que se ha quedado sola, verá aparecer
mientras va conduciendo un helicóptero con problemas que aterriza de
emergencia en un prado al lado de la carretera. Recogerá al piloto con el que intimará y formará una familia,
asumiendo el piloto el pasado de Sorvino, incluida su nueva maternidad. Hay un
último y breve encuentro entre Allen y Sorvino, en un centro comercial con los
niños, y una despedida sin que Allen sepa que es el padre biológico de la niña.
La película tiene situaciones de comedia muy divertidas, con
buenos diálogos y mucha gracia. Es una comedia más sencilla en su planteamiento
que otras de Allen, sin abordar cuestiones existencialistas o psicoanalíticas
con la intensidad de Annie Hall o Manhattan. Pero, sobre todo, el
factor más atractivo es que en la historia se entremezcla un coro de tragedia
griega, con un corifeo interpretado por F.Murray Abraham que va dialogando con
Allen, aconsejándole y discutiendo con él. El coro griego permite ver un
escenario espectacular como es el antiguo teatro de Taormina en Sicilia y
también unos graciosos números musicales cuando interpretan y coreografían You
do something to me y, en la escena final, When you’re smiling. Teletransportado
desde la Grecia clásica, un momento muy divertido es cuando un mendigo ciego
que está en una calle de Manhattan, parodiando a Tiresias, explica a Allen los
devaneos de Bonham Carter con su amante.
En la comedia, Allen pretende jugar a ser Dios, averiguando
aquello que le ha estado vedado y jugando a intervenir en la vida de los demás
emparejando al personaje de Sorvino. Pero el coro le advertirá del error y el
azar, siempre importante en la tragedia griega y aquí afortunadamente para
bien, resolverá la situación en un final feliz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.