GUERRA
Leo la última novela publicada de Louis Ferdinand Céline titulada Guerra. No es una novela que el autor finalizara sino que se encontró un borrador avanzado y, después de varias décadas, y tras haber sido paralizada su edición por los derechohabientes de Céline, vio la luz en Francia hace muy poco, Tengo en la mano tanto la edición castellana como la catalana y decido comprar ésta última. Siendo tan difícil traducir a un anárquico de la lengua como Céline inmerso en el argot, creo que la traducción de Joan Lluís Lluís, del cual leí hace poco un libro de cuentos y es un autor nacido en la Catalunya Nord y por tanto buen conocedor de la lengua francesa, puede ser una opción acertada.
Guerra comparte con Viaje al fin de la noche la descripción de la lucha en las trincheras en el frente occidental de la I Guerra Mundial, pero es una novela mucho más corta. Después de un inicio espléndido en el que el brigadier Ferdinand, alter ego de Céline, aparece sólo y desorientado en medio del campo de batalla como único superviviente de una misión de ataque, la novela explicará la vida del personaje en los hospitales de campaña en los que está convaleciente hasta que, no siendo apto para el servicio, embarca hacia Inglaterra.
El lenguaje de Céline es repugnantemente obsceno y repugnantemente atractivo de leer. Ese uso de la lengua da muestra del asco y horror que siente hacia el conflicto bélico, que se extiende al ejército como institución, al personal sanitario, a compañeros de armas e incluso a sus padres cuando le visitan durante su convalecencia. La realidad de la zona donde cura sus heridas el protagonista, a escasos kilómetros del frente y escuchando el estallido de los obuses, es mostrada de forma descarnada, de una manera más agria incluso que el tono que podía tener Viaje al fin de la noche.
El brigadier compartirá gran parte de su tiempo con Bébert, un soldado vulgar y macarra en el que se muestra uno de los problemas que tuvieron los ejércitos en la I Guerra Mundial; las automutilaciones que se infringían los soldados para esquivar el frente, ir al hospital y, con un poco de suerte, quedar exentos del servicio. Bébert purgará su automutilación siendo fusilado.
Otros personaje importante en el libro es Angéle, la esposa prostituta de Bébert, dedicada a cualquier trapicheo y siempre cerca de los oficiales ingleses a los cuales intenta comprometer con la ayuda de su marido pero, fusilado éste, del propio brigadier Ferdinand. Y, como personaje que parece pudo existir más o menos en la realidad y trabar relación con Céline, está una enfermera llamada L'Espinase, dispuesta a procurar bienestar sanitario pero también sexual a los soldados heridos.
En medio de todo este horror, explicado con ese estilo tan radical y que deviene en deliberado incordio, la medalla al valor que recibirá el brigadier Ferdinand, y que pondrá a sus padres muy contentos, adquiere un carácter tragicómico e irónico.
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