NUMAX PRESENTA
Hace ya mucho tiempo que compré en la calle Tallers un DVD doble con los dos documentales de Joaquim Jordà sobre la fábrica Numax: Numax presenta y Veinte años no es nada. Y me decido a ver el primero.
Numax es una fábrica de electrodomésticos en situación apurada en el inicio de la transición a causa de una mala gestión que desembocó en una suspensión de pagos. Los trabajadores, después de un período de huelgas y despidos, decidieron intentar salvar la empresa creando un modelo de autogestión que duró unos dos años hasta que se produjo el cierre definitivo de la empresa. Antes de cerrar, y con 600.000 pesetas que quedaban en la caja de resistencia, se pusieron en contacto con Jordà para hacer el documental.
El documental tiene una pequeña parte en color, sobre todo en la primera parte del metraje, en que se teatralizan las reacciones de los capitalistas de la empresa. La cámara filma el escenario en plano fijo y muy de lejos , con lo que no se distinguen sus facciones y sólo se oye lo que dicen y la manera de desentenderse de la empresa.
El grueso de la película está rodado en blanco y negro ( que siempre es más realista según decía Samuel Fuller) y, con mucha cercanía, los auténticos protagonistas de la historia explican sus vivencias, sus discrepancias y como no pudo ser posible salvar la empresa mediante la autogestión, tanto por factores externos pero también internos pues no era fácil aunar los intereses y circunstancias de un grupo de gente que sumaban algunos centenares y estaban integrados por profesionales de distintas categorías laborales.
Jordà remata de manera brillante el final del documental con una fiesta-despedida, filmada en color, y en la que un grupo musical, del nivel artístico de la orquesta de los Guacamayos en El extraño viaje, ameniza la velada con el tango Adiós muchachos y La raspa. La gente se resigna a no poder seguir en Numax, se les ve con ganas de tirar adelante con el paro que van a recibir y, en general, algunos manifiestan no querer volver en puestos de trabajo que se desarrollan en una cadena de montaje.
Al parecer, el documental no tuvo buena recepción en su momento. Fue estrenado el 1 de mayo de 1980 en la Filmoteca de la Generalitat, entonces ubicada en la calle de la Cera, en el lugar donde había estado el cine Padró y delante del mítico bar-quiosco Antonio. Fue atacado por considerar que era un documental que mostraba la derrota de la clase obrera y esos ataques tanto provinieron de sindicatos tradicionales como UGT y CCOO o partidos como el PSUC ( en el documental hay un momento en que se critican los Pactos de la Moncloa) como por algunos de los trabajadores de Numax.
No creo que el documental fuera pesimista ni especialmente agrio, ni tan solo al final que de hecho, y aun asumiendo la derrota que supone el cierre, acaba de forma festiva. La cuestión que podía molestar a muchos era poner en tela de juicio los límites a los que tenía que enfrentarse la clase obrera en el nuevo status quo propiciado por la transición y el advenimiento de la democracia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.